domingo, 18 de octubre de 2009

LA LAGRIMA DEL LLANTO PERDIDO,original de Rafael Santamaría

La lágrima de Dios, es el rocio de la mañana...; pues quien ve a Dios en todas las cosas, descubre en todas las cosas a Dios;
a vosotros:

"Una mañana un niño se puso a llorar, su madre al oirlo corrio hacía él para calmar su llanto, y el niño al cabo de un rato, dejó de llorar. Pero con el tiempo, el niño se volvió a despertar llorando, y la madre volvió a acudir en su ayuda para calmarle el llanto. Y asi, el niño se amparó en la madre, y la madre amparó al niño, y aquel llanto simbolizó la falta de amparo del niño y el cobijo de una madre.

Una mañana un niño se pudo a llorar, su madre al oirlo, acudió en su ayuda y al verlo, no pudo sino llorar con él, lloraron hasta que dejaron de llorar, pero lloraron, tanto, que al alma se le secó su lágrima de tanto llorar, pero después de aquello, llorar..., ya no lloraron jamás. El niño entendió a su madre sin llorar, y sin llorar habló con ella; y la madre, con aquel llanto, verbalizó su dolor, y su dolor, nunca más volvió a llorar.

He aqui como cada cual vive su vida de la mejor forma que cree que le conviene; y cada una es perfecta en su sentido, en el sentido único de cada uno, así, nadie se equivoca al hacer tal o cual cosa, porque libremente ha escogido hacerlo así por algun motivo, y ese motivo, es parte de la lección que ha venido aprender su alma encarnada. De la misma manera son los infintos caminos que nos llevan a Dios, al origen de todas las cosas, nuestro origen, pues cada uno de nosotros somos un camino en si mismos, y sólo forjandonos en nuestro camino veremos el final del mismo, veremos a Dios. Dejemos pues de mirar atras, y hacia los lados, comparandonos con unos y con otros, desperdiciando así nuestra energía; enfoquemosnos en nosotros mismos, y tal enfoque, nos dara la sabiduría perdida para recorrer nuestro camino: Nosotros mismos"

Rafael Santamaría
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