miércoles, 17 de febrero de 2010

LA ETERNA ORACION; original de Rafael Santamaría

Quien ha orado a Dios sabiendo orar, sabe que Dios es oración, y al orar, ha hecho de Dios su oración, ha hecho de su oración su vida en Dios; ha encontrado en definitiva, su comunión con Dios, su Yo superior.
A vosotros:   

"- Maestro, ¿ y qué es orar?
  - Hijo mio, si el amor es la oración del alma, orar es vivir en y para el alma.
  - Pero maestro, si es así como dices, ¿qué hacemos todo el día invocando canticos, rezos y meditando?; ¿acaso eso no es orar?
  - Hijo mio, lo que haceis es despertar vuestra somnolienta alma, lo que haceis es despertar a la vida eterna, la vida del amor, la vida de vuestra alma.
  - Entiendo maestro pero,entonces, ¿cómo se vive en y para el alma?
  - Hijo mio, despierta tu amor encontrando tu alma a través del dialogo del silencio interior; se amor viviendo en el corazón del amor de la armonia de tu entorno; ama, encontrándote amado desde tu amor, para poder darte a los demás y servir a la causa que te hará amor infinito; y así, al orar, sentiras amor, sentirás tu alma en comunión con su identidad; sentiras que no hay otra cosa más que lo que Eres, y eres el amor de Dios revestido de materia para y con un único fin: volver a ser lo que fuiste, un fragmento de algo grandioso y divino que el hombre bautizo como Dios por el magnanime poder su amor.  
  - Maestro, no consigo entender tus palabras.
  - Verás hijo mio, en esencia el hombre es la individualización del pensamiento Divino de Dios, pero Dios no piensa como tú o yo, es más, Dios no piensa, es pensamiento, y ese Pensamiento Divino es amor en su estado más puro; así pues, Dios es amor, y tú eres el amor de Dios en ti. Pero para poder sentir lo que Dios es en ti, amor, sólo hay un camino : ORAR, es decir, sentir el amor del alma, el amor de Dios a Dios, el amor a lo que en verdad Eres.
  - Y, maestro, ¿cómo entonces puedo sentir ese amor de Dios que hay en mi?
  - Verás hijo mio, tu mente, la mente, traiciona todo sentimiento Divino del Padre, pues nada tiene que ver con El; pues el Padre no piensa, en todo caso es pensamiento; el padre no ama desde el pensamiento, como hace el hombre desde su ego, el Padre es amor; el Padre no vive desde el pensamiento de vida que cohabita en la mente del hombre y forma parte de su ego, el Padre es vida; el Padre no siente desde la perspectiva del pensamiento que gobierna al hombre a través de su ego, el Padre es sentimiento; el Padre, en definitiva, Es, no piensa; y al Ser sólo observa para poder Ser, de otra manera estaría en desarmonía con su esencia.
No te identifiques ni con la mente ni con sus pensamientos, este es el principio de toda oración; quedate observando lo que acontece en la mente, este el predicado de toda oración; para más tarde sentir la vida que hay en el que observa, en el Ser, esta es la esencia de la oración; luego, ya sólo tienes que dejar Ser aquello que has sentido al otro lado del mundanal ruido, y entonces hijo mio, serás amor, serás la oración de tu alma que invoca su Destino, su Gran Destino, la inmortalidad del Amor que nunca muere: Dios Padre, o el inmortal amor que todo lo une formado el Todo.
   - ¡Maestro!, ¡enséñame a orar de esa manera!, ¡enséñame!
   - Hijo mio, se eterna oración ahora y siempre , para ello, yo te emplazo en este tiempo y no otro, a que de verdad seas lo que Eres escuchando la voz del silencio con la que tu alma te habla al amarte por ser como eres; yo te emplazo a conocerte en el ayuno de los sentimientos y las emociones; yo te emplazo a dejar el sufimiento de la mente para la mente; yo te emplazo a vivir la vida eterna en la eterna oración que comunica con ella : el amor que hay en tí. Se amor escuchando la voz de tu alma al orar y evita inmiscuirte en la razón del pensamiento cuando quieras amar, evítalo y sabrás qué es amor, sabrás qué es orar, en definitiva, sabrás qué es Dios..., sabrás lo qué Tú eres cuando al orar sientas el amor que hay de Dios en ti.
Conviértete en oración al orar, conviertete en amor al amar. Eso hijo mio, es Ser. Así pues, Se, y la oración en ti se habrá consumado con su esencia, el amor. Ora pues como yo te he enseñado. Se pues hijo mio oración, se eterna oración, Se Amor.
   - Así oraré maestro. Así Seré lo que el Padre es en mi: Amor. Así seré eterna oración.
   - Que así sea hijo mio, que así sea."

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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