jueves, 17 de diciembre de 2009

EL REMEDIO DEL ENFERMO: LA VERDAD; original de Rafael Santamaría


Observad bien; pues todo lo que veis es todo lo que sois, y todo lo que no veis, es todo lo que aún no sois; así pues, no abrais más vuestros ojos, más bien cerradlos, y entonces, vereis.
A vosotros:

"Hubo una vez un hombre que sintiéndose enfermo, fue a visitar a su médico, y trás describirle los síntomas de que se aquejaba, aquel galeno, dándole un remedio, le anuló su dolor; pero con el tiempo aquel hombre sintiose de nuevo enfermo, y con los mismos síntomas visitó de nuevo a su médico, y éste, con idéntico remedio, volvió a eliminar su padecimiento. Pero no hubo transcurrido mucho más tiempo, cuando aquel hombre volvió a sentirse enfermo, y con análogos síntomas visitó a aquel su galeno, y éste, reincidiendo en su remedio, extinguió de nuevo todo dolor;  pero como quiera que el cuerpo es el último lugar del que el enfermo y su enfermedad no pueden escapar, aquel hombre enfermo volvió a enfermar; y fue de tal magnitud como se manifestó ésta, que sus síntomas desbordaron todo conocimiento de aquel su galeno; así pues, aunque intentó suprimirle todo dolor, el dolor ya no tenía forma sino contenido, pues aquel enfermo ya no era víctima de su dolor, sino que aquel dolor era la expresión con la que aquel enfermo intentaba superar su enfermedad; y habiéndose ignorado por tantas veces toda inteligencia del cuerpo para sanarse, el cuerpo entró en colera, se desorientó en su cometido, y alterándose en todas sus funciones, se agravó hasta el punto de hacer de la enfermedad su habitat; y conviviendo con ella, aquel enfermo cronificó sus males hasta que un asceta, que por causalidad se cruzó en su camino, le explicó el sentido de toda enfermedad. Y así, abriendo su mente al conocimiento heredado de su ser, descubrió la verdad de su enfermedad, se descubrió a si mismo, es decir, descubrió y reconoció en él al enfermo que originó su enfermedad; y así juró que se trataría y así se trató; y tratando al enfermo, y no a la enfermedad, así se curó; doy fe de ello"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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