miércoles, 24 de marzo de 2010

LA CULTURA DEL AMOR INTERIOR; original de Rafael Santamaría

Vendrá, y no le reconoceréis; os llamará, y no le oiréis; os enseñará, y no le creeréis; pero al irse, muchos..., le entenderéis: creeréis.
A vosotros:

"Hoy la vida insiste en martirizarme con su forma de vida; y aunque en la amargura del mundo del hombre ya no vivo y, el pensamiento de la vida del hombre no afecta al alma que habita en el infinito espíritu de Dios que albergo en mi identidad con lo que SOY; aún así, he visto en el niño que llevo dentro, la sin piedad que marcó mi vida; pero gracias a Dios, en su día, más que verla la sentí; es por eso y gracias a eso, que el maestro que todos llevamos dentro, de la nada aparente nada aprendió, gracias al amor que no tuvo, y buscó en su interior.
Hoy he visto como a aquellos que se forman en las pequeñas edades con las que el hombre empieza a aprender la cultura del hombre, pierden toda percepción de la verdad en cuanto les falta el sosten que por derecho les pertenece: el amor.
No me gustaría que lección de su vida se asemejara a la que tuve que aprender yo, sin embargo, he de decir que si me gustaría que su legado, su aprendizaje, fuera como el mio: interior.
Hoy he visto como el hijo que lleva mi sangre, sufre de amor, y sufrira más hasta que no encuentre su amor; hoy he visto como dándole mi amor, sacia su sed de amor; pero yo sé que ha de buscar su amor interior para resolver el enigma que entrama toda vida; y es ahí, donde el dolor del cuerpo que habita mi alma, cede ante la pasión de un padre que no ve como la vida hara aprender a su hijo la mayor lección que todo hombre ha de superar: ser amor.
Mientras dure mi cortesia de padre, sé que mi amor en él lo hara invencible, pero también sé que no he de procurarle un escudo de amor, ni tan siquiera la espada del amor que entrama el conocimiento de la verdadera sabiduría sino..., sé que he de inculcarle el corazón de un guerrero que portará su propio escudo y su propia espada para, llegada la batalla, vencerla sin espada ni escudo, sino con el amor que su corazón porte cuando en toda contienda, encuentre en el llamado enemigo, la oportunidad de reencontrarse con la esencia de su vida : el amor que lleva dentro.
He aquí, que aunque la vida me calumnia buscando la oportunidad de vencerme a través del victimismo con que el hombre deniega servir al Padre, no hay más amor que el llevamos dentro, y no hay más verdad que la que nos muestra que ese amor es lo que Somos.
Y gracias a esta existencia, esta vida me da la oportunidad de servir una vez más al destino que yo mismo me he forjado, un destino que concurre al derecho de amar más allá del amor que despierta el odio.
Nadie más que uno mismo podrá ver la grandeza del amor que lleva dentro salvo, cuando uno mismo, ciegue su corazón al amor que siente al amar.
En verdad os digo, que hoy el día se inspiró en el drama con que el hombre piensa que vive; pero hace años, el mercenario del alma del hombre: su ego, me quiso engañar al hacerme sentir, a través de la emoción del pensamiento, víctima infantil de una precariedad emocional injustificada; hoy, recuerdo como si fuera ayer, aquel dolor con el que el fuego de la paz de mi amor interior, arrasó los primeros brotes de odio que quisieron germinar en el infinito amor de mi alma; y recuerdo también, como las primeras lecciones de amor, sembraron la buena semilla que dio el fruto de mi corazón.
A los rebeldes de corazón yo les digo, allí donde buscais el amor, allí..., es aquí; y el aquí, es el fuero interno de vuestro amor, sois vosotros. Así pues, no busquéis más, encontrad lo que sois dejándoos guiar por lo que sentis al amar"  

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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