jueves, 14 de enero de 2010

UN REY UN REINO, UN REINO UN REY;original de Rafael Santamaría


Si de verdad vierais la luz no os apartariais de ella; si de verdad quereis ver la luz, primero haced que os vea;
A vosotros:
  "Hubo una vez en la historia de un reino, tan lejano como próximo, un rey que en la conciencia de su religión nada cabía salvo el dogma con el que creía entender su fe. Y aunque subyugaba su reino a tal disciplina y acallaba cualquier conspiración con la que la ignorancia de su credo acreditaba su rebeldía, un buen día de aquellos en que la morada de su alma no encontró asilo en la paciencia de su amor, quiso encontrar en la muerte de su amada la ignorancia con la que su fe regañaba de la vida; y no siendo de otra manera como quiera que la cuestionada verdad de su existencia hizo acopio de todas sus dudas para ceñir de falso todas sus convicciones, así aquel buen rey falló a favor de la incredulidad de todo lo aprendido y comenzó de nuevo. Y así despojó a su reino de la losa que oprimía la sensibilidad de sus gentes, y así despojose él de la añoranza hacia sus sentimientos; y en sus comienzos en nada creyó, y en sus cimientos nada puso, para poco a poco, sin ser víctima de la desconfianza, reanudar su vida en torno a la experiencia de su corazón. Y en la bondad de su amor encarnado puso toda su sensibilidad, para utilizando ésta gracia como virtud de su aprendizaje, no morir ni desear la muerte. Y así se mantuvo sin encontrar mujer que le complementase, y así se mantuvo sin mujer que le acompañase, y así mantuvo a su reino por falta de su reina; pero así entendió que toda compañía sólo es la magia con la que el hombre debe comprender que no esta solo; y sólo cuando descubrió que su propia experiencia era saber que no estaba solo, hasta él se acercaron una infinitud de personas, que como él, habían vivido su propio aprendizaje; y siendo una de ellas mujer, entendió que el matrimonio sólo une cuando el vínculo ya esta hecho. Y así, sin desposarse de nuevo, pero tomándola como esposa, se caso con el amor de su vida : la imagen de su alma materializada en el amor de una mujer. Y así, aquel rey tuvo su reina, y así, aquel reino tuvo su rey.
Y siendo él y no otro, dejó que la vida se lo llevase sin decir adios cuando el tiempo agotó su presencia, pues la eternidad de su cometido ya la había comprendido; y en la fe de todo dogma, entendió que el conocimiento sólo es la verdad con la que uno descubre quién Es; y entendiendo lo que era y sabiendo cómo se Es, cedió el derecho a su trono, sabiendo que el único trono, no es el de un rey. 
Un reino sin rey no es un reino, pero un rey sin reina tampoco es un rey"

Rafael Santamaría
629 309 929