jueves, 26 de marzo de 2015

LA HISTORIA DE LA VIDA; original de Rafael Santamaría

(a mis hijos: fuente de toda mi inspiración)

- Papá, cuéntanos otra vez "la historia de la vida" - así la había pasado a denominar mi hija.
- Sí, papá; cuentanosla otra vez.
- Está bien. A ver..., con la finalidad de amarnos Dios creo la sensibilidad del corazón, y a aquello le puso su propio nombre: Amor.
Pero también creo la mente: con la finalidad de que tuviéramos un discernimiento en el mundo de nuestros pensamientos.
Más el hombre, llevado por su ignorancia, llegó a pensar que lo sabia todo gracias al uso que empezó a hacer de su discernimiento. Y sumido en la arrogancia del pensamiento, se olvidó del motivo de su existencia: amarnos los unos a los otros a través de la sensibilidad del corazón: el amor.
Cuando aquel olvido tomó forma, el hombre confundió aquella forma del olvido: el ego, con su esencia: su verdadera naturaleza, y creyendo que él era éso vivió confundido dejándose confundir por sus pensamientos; los pensamientos del ego.
Pero la mente de Dios, que todo lo observa, conocía de ante mano lo que sucedería, así pues, tras la mente del hombre situó una conciencia desprovista de todo pensamiento y de la acción de pensar, y a través de ella Dios ideó un estrecho vínculo que uniría dicha conciencia al corazón: el conocimiento de uno mismo.
Así y de ésta manera ideó Dios un plan para que el hombre encontrará de nuevo su propósito en la vida: amarnos los unos a los otros, a través del despertar de aquella conciencia a través del conocimiento de uno mismo.
Rafael Santamaría