"Te daré todo lo que necesitas"; dijo el Señor a aquél que le oraba.
Y el Señor le dio paz.
Pero aquel hombre, viendo que lo que le daba Dios, no era ni salud ni dinero, se desesperó, y al desesperarse, perdió la paz que el Señor le había dado.
Momentos después el Señor se le reveló y le dijo: "Si hubieras conservado mi paz, habrías tendido cuanto quisieras o desearas"
Todo cuanto te falta es paz.
Rafael Santamaría