viernes, 1 de enero de 2010

EL LEGADO DE LA AMISTAD: EL AMOR; original de Rafael Santamaría


Al juntar las manos entendereis que hay algo más que la sola voluntad de hacerlo; podeis llamarlo orar, podeis llamarlo energía espiritual, o podeis reconocerlo como vuestro; y como vuestro podeis hacerlo real, tan real como lo que sois: sois la parte espiritual de Dios reconocida en vuestra alma.
A vosotros:
"Hubo una vez un hombre que llamaba amigo a todo aquel con el que decía tener amistad, pero aquella amistad estaba cimentada sobre los pilares de la opulencia emocional; así, como quiera que el mar en calma también se agita cuando la tormenta llega, así levantáronse las aguas mansas de la amistad, para con la marea en plena convulsión emocional, zarandear cada embarcación, cada amigo, que por aquellas aguas de la amistad navegaba; y como quiera que el patrón de cada embarcación tiene la facultad de sembrar el pánico o la calma, así, todo aquel que decía llamarse su amigo, tenía en su mano la cartografía de la amistad, legado éste, que a modo de mapa, cubre de cabo a cabo la distancia segura en caso de tempestad; mas sólo quiso seguir la ruta segura aquel que en medio de la fuerte tormenta con calma dirigió su embarcación; mas todo aquel que presa del pánico violentó su barca, y derivó su rumbo a otro puerto..., aquel dejó de ser su amigo.
Mas en toda travesía que tiene como destino nuestra propia experiencia de conocimiento, he de decitr que, quien contempla el mar, este agitado o no, llega a la conclusión de que está formado de agua, y ese agua es pura, limpia, y no varía en su esencia aunque la virulencia de los vientos la levante formando gigantescas olas; así, por encina de toda amistad, está la esencia de ésta: el amor, y aunque la tendencia de nuestra deshumanizada naturaleza nos invite a personalizar nuestra criterio de la amistad, el que por encima de las inexorables emociones encuentra la verdad de su alma: el amor, no tendrá amigos ni enemigos, pues sabrá que la amistad es el nombre con que el hombre generaliza el interes del amor, y el amor no tiene intereses, el amor es infinito, como infinito es la amistad de aquel que no pone precio a su amor, de aquel que ama por igual a aquel que dice que le odia, como a aquel que dice que le ama.  
Quien conoce el lenguaje del amor puede entender todos sus dialectos, y el odio no es más que una jerga con la que el amor se expresa de diferente manera. Quien no ame a quien le odie, se estará perdiendo la asignatura con la que el amor gradua a sus escogidos"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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