sábado, 16 de abril de 2011

EL MAESTRO INTERIOR; original de Rafael Santamaría


La belleza no se viste de gala si no es a través de la pureza del corazón.
A vosotros:

"¿Cómo podéis amar más a vuestro hijo que a vuestra esposa?, ¿o cómo podéis amar más a vuestra esposa que a vuestra madre? ¿O cómo podéis amar más a vuestra madre que a vuestro vecino?, ¿o cómo podéis amar más a vuestro vecino que a un desconocido?... si el amor no hace distinciones, por qué las hacéis vosotros.
Amáis al que os interesa amar, y eso no es amor.
Amáis prestando vuestro corazón esperando que se os devuelva con los intereses generados; pero el amor ni es moneda de intercambio ni tiene valor comercial; como tampoco tiene tipo de interés alguno ni ningún corazón ajeno es un fondo de inversión para él.
Dais esperando recibir; pero eso no es dar.
Lloráis esperando ser consolados, pero eso no es llorar.
Amáis esperando ser amados, pero eso no es amar.
No esperéis nada; pues no ha de ser el fruto de vuestras acciones el que os lleve a realizarlas; mas bien, haced el bien para que el bien se consolide en vosotros; dad para honrar lo que tenéis; llorar para conocer vuestros propios sentimientos; y amar para a través del amor purificar vuestro corazón.
Y no caigáis en la tentación de vuestros pensamientos; pues son ellos quienes hacen las distinciones en base a vuestros prejuicios. Como tampoco caigáis en la tentación de enjuiciar, pues el juicio rápido siempre proviene de la envidia.
Y cuando sintierais rechazo u odio hacía alguien, daros cuenta de que lo que rechazáis sólo es esa parte de vosotros que no os gusta y que tan sólo sois capaces de ver en el espejo que son para cada uno de vosotros los demás.
Y dejad que cada peregrino de ésta vida tome el camino que busca en función de lo que cree o piensa que quiere encontrar, aún a sabiendas de que aquello que busca no es lo que en esta vida ha de buscar.
Pues vuestra palabra no es la brújula que le ha de orientar; ni tan siquiera sea quizás vuestro ejemplo el ejemplo que le guié en su nueva manera de caminar. Más bien, será él mismo y sólo él quien a través de su propio aprendizaje se conozca así mismo, y así, quizá, algún día, si persevera en la conquista del conocimiento, llegue a saber quien Es.
Pues el hombre se pierde al exteriorizarse en los placeres de éste mundo a través de los deseos y las ilusiones; mas el verdadero devoto se interioriza al descubrir que dentro está todo aquello que jamás encontrará fuera.
Así, el Maestro vive una vida de retiro interior porque sabe que es dentro donde hallará lo que el hombre perdido se extravía aún más buscando fuera.
Y cuando el devoto entregado al servicio de su misión pregunta con el corazón limpio al Maestro y el Maestro calla en su respuesta...; y aún siendo así y no obteniendo respuesta el devoto insiste en su pregunta para no encontrar mas respuesta que la mirada silenciosa, infinita y llena de amor de su Maestro...; entonces el devoto se da cuenta de que Maestro no hay más que uno, y ese uno, es uno mismo.
Pues sólo aquel que entiende el lenguaje del silencio sabe hablar en silencio, y es entonces cuando el silencio le otorga la palabra para que hable sin decir nada; pues toda palabra que dice la verdad proviene de un corazón puro y limpio, y con una simple mirada puede ser verbalizada. 
Así, el devoto que pasa a ser Maestro sabe que aquel que busca a Dios ha de buscarlo en cada uno de sus actos, en cada uno de sus pensamientos, en cada uno de sus juicios; pues sabe que sólo encontrará a Dios cuando en cada uno de sus actos, en cada uno de sus pensamientos, en  cada uno de sus juicios, sólo halle y encuentre amor"



Sensei Rsan
senseirsan@gmail.com

"Técnicas de Relajación ZEN"
C/ Huesca 29
Madrid