jueves, 25 de junio de 2020

EL PROBLEMA DE LA FALTA DE FE; original de Rafael Santamaría



No se puede huir de lo que te persigue, simplemente porque lo que te persigue, te persigue porque huyes de ello.

Algo que te busca, es algo que te pertenece, y lo que va ligado a ti, sólo tú puedes resolverlo.

Ningún problema es tan grave que no tenga solución, más bien lo calificamos de difícil porque la solución que nos ofrece dista mucho de la que nosotros querríamos darle.

Pero no es sino cuando huimos de un problema que no nos gusta su solución cuando lo convertimos en un verdadero problema para nosotros.

Es asi, que arrastramos tantas cosas sin solucionar, que hemos convertido nuestra vida en un conjunto de problemas sin aparente solución.

¿Pero qué es solucionar?
Solucionar es aceptar las incógnitas de la vida, sabiendo que ninguna ecuación tiene más de dos incógnitas: una, la que vida nos pone; y otra, con la que nosotros intentamos resolver los dictámenes de la vida.

Así pues, cuando ores, no reces para que Dios escuche tus problemas, sino, y más bien, ora para hallar la solución a los mismos en tí:

Bienamado Padre, resuelve en mí todos aquellos problemas que he generado por el simple hecho de dejar de creer en Tí.

Rafael Santamaría