sábado, 2 de noviembre de 2019

LA ACTITUD; original de Rafael Santamaría

La actitud de arreglar y ordenar tu habitación una hora antes de la visita que esperas es como aquél que estudia el examen un día antes, pues en verdad de nada le sirve a tu actitud superar la prueba de la visita que esperas si no has aprendido la lección de ser ordenado. 
Mientras que por el contrario, aquél que mantiene siempre su habitación ordenada se asemeja a aquel que lleva al día todas sus asignaturas. 
No te engañes pues, que la actitud que tienes para una cosa, es para todas igual aunque tú no lo creas, o no lo quieras ver. 
Y tu actitud no cambiará hasta que no dejes de engañarte a ti mismo. 
Tu actitud se refleja en tus actos, y tus actos, por pequeños e insignificantes que éstos te parezcan, te definen perfectamente cómo eres.
Tu actitud es esa parte de ti que tu no conoces de ti mismo, pero que sin embargo, es por la que los demás te conocen.
Tus pensamientos generan en ti unas creencias, tus creencias constituyen en ti una forma de pensar, y tu actitud, no es sino la materialización de esa forma de pensar a través de tus actos.
La actitud no es por tanto: ni el pincel, ni el lienzo, ni la paleta de colores; ni tan siquiera es el pintor. 
La actitud es lo que expresa el pintor, a través de unos pinceles en un lienzo, utilizando una gama de colores.
El resultado es el cuadro, su obra.
Cada obra del pintor, define el estilo del pintor. Ese estilo, es su actitud plasmada a través del arte de la pintura.
No somos es resultado de nuestras acciones, no sé equivoquen, el resultado de nuestras acciones sólo marca nuestro destino (destino éste, consecuencia de nuestro buen o mal karma)
Nosotros somos, la actitud que demostramos tener ante las circunstancias que nos ha tocado vivir. Eso somos nosotros.
Cuando consigues despertar tu conciencia, no por eso tu vida va a cambiar en virtud de tener menos problemas, o ser menos problemática. 
Los problemas siempre van a estar ahí. La vida es conjunto de problemas, que no dejan de aparecer, y que están perfectamente diseñados para la evolución de la conciencia en el hombre.
Lo que si cambia radicalmente al despertar tu conciencia (al despertar el BUDHATA) es tu actitud ante esos problemas.
Un santo no es más que aquel que sabe que todo proviene de Dios, y lo acepta a través de su actitud.
Cambia tu actitud ante el mundo, y tu mundo cambiará, aún cuando tu mundo siga estando llenó de problemas.

Rafael Santamaría