sábado, 14 de marzo de 2020

SOBRAN Y FALTAN; original de Rafael Santamaría




SOBRAN Y FALTAN

Vivimos en una sociedad que se lastima a sí misma a través de noticias falsas, pensamientos negativos, y emociones tóxicas, en la que SOBRAN todos se esos ingenieros matemáticos de la salud, estadísticos de una numerología global, que viralizan el sistema en función de su conveniencia y antojo; los mismos que manejan datos como si fueran personas, equiparando a las personas como datos, como números.

Somos ceros y unos para un sistema informátizado que nos ha terminado de globalizar gracias a internet y sus herramientas; 
haciendo del conjunto de la población, un simple dato comercial a manejar, controlar y manipular, con un único fin: la perpetuación en el poder, y el asentamiento del poderoso sobre el débil.

SOBRAN todos esos científicos, sin carrera ni experiencia médica, que buscan el genoma de las ideologías surgidas como consecuencia de 
esa perpetuación en el poder del poderoso sobre el débil, para llenar la mente de la población de fórmulas magistrales que hagan enfermar sus conciencias, ya febriles, con pensamientos quísticos que se tumoraran, derivando en un cáncer conciencial del que la sociedad no podrá curarse.

SOBRAN todos esos homólogos de éstos otros: todos esos representantes del pueblo que son dictadores de guante blanco, que convierten la frustración de todo una nación en un negocio lucrativo para sus intereses, usando los mismos trucos que utilizaría un mago: distrayendo al pueblo de sus verdaderas necesidades, cambiándose de mano lo que verdaderamente importa, para con ideas banales y superfluas, hacer creer al espectador que todo va bien.

Son los magos del pueblo a los que llamamos políticos debido a que no nos enteramos de sus trucos (de magia), no sabemos verlos.

SOBRAN todos esos comerciantes de apologías del pasado y del futuro, místicos de su propio ego, que difunden la mentira usando pequeñas verdaderas para ocultar
la finalidad que buscan.

SOBRAN todos los que hacen un marketing viral de un modo de vida del que no dan ejemplo, politólogos de promesas fértiles con las que manejan a las masas, pero estériles en cuenta a resultados por su falta de coherencia y sentido común.

SOBRAN todos esos visionarios que hacen propaganda de un mundo mejor sin cambiar ellos mismos, vendiendo la cultura del cambio sin propósito de enmienda.

SOBRAN todos esos chantajistas emocionales, sumisos de su propio pasado sin resolver, que utilizan la vida de los demás a modo de botellón en un parque para salir de marcha en la noche oscura de su conciencia.

SOBRAN todos esos y más, pero porque nos FALTAN todos esos que se hacen necesarios en tiempo difíciles; gente que con su ejemplo de honestidad y una gran coherencia, sacan a relucir su ética, a través de su conducta, para ilustrar a otros cómo se han de hacer las cosas.

FALTAN todos esos, sin que nuestra incultura y su ego los crucifique por revolucionarios e incompatibles con el sistema.

Rafael Santamaría