jueves, 18 de marzo de 2010

QUE PENA; original de Rafael Santamaría


Aquel que vio sin mirar lo que su vista se nego a creer, vio; los demas, aún les queda mucho por ver sin mirar, mucho, tanto, como lo que tardo el ciego en ver lo que era real sin volver a ver;

A vosotros:




"Que pena que la vida me conceda sólo una vida, esta vida, para amarme y descubrir el amor;
  que  pena que el amor de mi vida sólo ocupe toda una vida, y no la eternidad de mi vida;
  que pena que el silencio con que el amor sale a recibirme, sólo se oiga en el fondo de mi corazón como un murmullo, y no como la nana con la que todas las noches mi alma se mece hasta quedar dormida de amor;
  que pena que el llanto del amor, que es el gozo eterno, sólo derrame lágrimas cuando me ve llorar de emoción;
  que pena que la tristeza de un adios dure la amargura con que se vive;
  que pena que el dolor de alguien querido que se va, sea el dolor con que el hombre destierra de su amor al que se ha ido;
  que pena es sentir la emoción de la pena cuado la melancolía roba la esencia de mi vida: ser amor;
  que pena es la lluvia que cae y no moja porque sus gotas se secaron con la amargura del que odia la lluvia;
  que pena el amor en su forma de urna; que pena es encerrar lo divino y marginarlo de lo infinito y eterno;
  que pena el Destino de mi sombra que no es otro que lo que no Soy, pues mientras no vea quien me representa: quien SOY, la muerte atentamente me aguarda y espera;
  que pena aquel momento, y todos los momentos que como aquel momento, se fueron sin disfrutar el momento, sin disfrutar el aqui y el ahora;
 que pena de conocimiento aquel que se fue sin aprender nada, pues de la nada no se aprende por mucho que se lea y se repita lo leido; se aprende de sentir lo leido bajo el epigrafe de la experiencia vivida; 
  que pena de soledad de quien no sabe estar solo porque no se acepta tal y como ES;
  que pena de compañía que no entiende de amigos salvo para huir de si mismo y escapar a su realidad;
  que pena de la verdad que no entiende de medias verdades con las que el hombre comercializa la Verdad;
  que pena de dogma moral, que pena de hipocresia finanaciera, que pena el yugo con el que hombre se ata a la religión del miedo;
 que pena vivir con miedo, con ese miedo inculcado a todo que todo es miedo; hasta que un día el miedo, cobra sentido en la muerte, que da aún más miedo;
 que pena de sencillez con el que el silencio habla que nadie le escucha; que pena es no oir la verdad de tu alma porque la verdad de tu alma no habla; que pena es no entender que las palabras con las que el alma habla es el amor con el que tu la sientes; 
  que pena es conjurase contra Dios por no haberle reconocido dentro del amor que llevamos dentro, que pena es sentir como muere lo que es eterno sólo,porque no le dimos la vida amando y siendo amor;
  que pena la ignorancia con que la vista no me alcanza a ver lo que mi alma siente y ve a través de la intuición;
  que pena de suicidio espiritual hacía el que el hombre se precipita por no querer mostrar sus sentimientos como parte de su amor;
  que pena de estrangulamiento lento y agonizante con el que el hombre muere por dinero; pues el alma muere cada vez más cuando el hombre no sabe amar sin poner precio al amor; 
  que pena de filosofía retórica y conformista la del hombre que no se busca, sino que delega todo su saber en la ciencia con la que otros creyeron saber lo que nunca averiguaron que eran;
  que pena de muestrario de emociones con las que el hombre se pierde en el deseo mortal de su ego;
  que pena de mi si no soy capaz de sentir lo que he escrito bajo el tapiz del lienzo de mi voz interior: mi amor;
  que pena de aquel que no sabe como volver porque se olvido que camino tomar para volver, pues la vuelta a CASA es lo más importante que el hombre ha de hacer; ya que sólo eso le regozigará allá donde y quiera que sepa estar"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929