domingo, 25 de julio de 2010

QUE...; original de Rafael Sanatamaría

Abre tu mente al amor y serás puro conocimiento. Entrega tu mente al ego, y serás ego.
A vosotros: 

 "Quién soy yo si no soy nada y en la misma nada me reconozco.
Qué hace mi vista, que a mis ojos engaña al decir que no ve nada.
Qué me demora en mi paz interna, sino el yo mental que no Soy Yo.
Qué enturbia mi avidez espiritual, sino el magnate del miedo: mi mente.
¿Quién soy yo?, cuando no me reconozco. ¿Y quién eres tú?, cuando dejas de ser Tú.
¿Qué es dolor del que surge mi enfermedad?, ¿y quién soy yo cuando estoy enfermo?.
¿Qué es lo que me lleva a enfermar?, ¿y qué hago yo por seguir enfermo?.
Qué reo soy de mi propio padecimiento.
Qué absurdo, pero que difícil resulta, andar erguido cuando no se tiene piernas;las mismas piernas con las que mi alma anda erguida en presencia de Dios.
Qué cárcel la mía que sin mas rejas que mis pensamientos me margina.
Qué alejado está el camino cuando no se encuentra el camino.
Qué lujos de vida tengo, sino tengo mas vida que mis lujos; y a mis lujos debo esta misera vida que llevo.
Qué austeridad de sentimientos, que empobrecen mi sabiduría.
Qué llano es mi amor, en ausencia de dulzura.
Qué crítico me hago cuando me olvido que Soy Yo, y no me amo.
Qué olvidos tienen mis recuerdos, que del pasado solo llora y trae malos recuerdos.
Qué tristeza la morada del miedo, mi ego; aquel que dice ser yo, cuando yo no me siento.
Qué vivir es no vivir cuando la vida es un sin vivir.
Qué parada es la ultima parada, si en este viaje no hay paradas.
Qué muerte es la que predica el evangelio de los muertos, si muerte no hay mas que una, y no es muerte sino vida.
Qué cambia en la vida si todo es cambio y el que no cambia no tiene vida.
Qué luz llena de luz la luz de la vida, sino la misma vida que da a luz cuando da la vida.
Qué antigua es la paz que lleva el amor de mi alma, que hace siglos que me vino dada, y me olvido de ella por no practicarla.
Qué paladar el mio que solo sabe de buen gusto, pues gusta de amar y ser amado; y eso es un gusto. Qué efímera es la coincidencia de las casualidades, que llegando al matiz de su probabilidad, se desvanece en virtud de la causalidad.
Qué mundo mas agónico que agoniza de sufrimiento y aun así, prefiere sufrir a vivir.
Qué mentira es la vida del que vive absorto en su propia mentira.
Qué lejos queda aun lo que aun no se visualiza.
Qué miedo tiene el miedo de que le perdamos el miedo.
Qué dolor el del alma, que duele sin decir nada; pero amonesta la virtud de la vida;vivir.
Qué lujo de amor el que no tiene lujos, y en lujo se convierte al ser amor.
Qué resistencia a lo desconocido, si lo desconocido esta al amparo de lo conocido.
Qué aplomo de conocimiento, que sin mas sabiduría que lo que siente, logra saber todo lo que no sabe con tan solo sentir.
Qué estado de gracia lo Divino, que viniendo de tan alto estado, esta a la altura de lo mas llano.
Qué tierna es la ternura del que vive la ternura desde lo mas tierno de su corazón.
Qué pobre es la riqueza del que guarda su riqueza para no ser pobre.
Qué humildad tan humilde que habla por si sola y nadie la reconoce. Y, qué suspiros de corazón que el ego no reconoce porque nada sabe de amor."

Rafael Santamaría
629 309 309