viernes, 15 de enero de 2016

FE E INOCENCIA. SUELTA; original de Rafael santamaría

Una de las razones por las que no llega a nuestra vida lo que queremos es porque no lo "soltamos"
Me explicaré
Estando en épocas navideñas, le correspondía por aquel entonces a mi hija elegir su regalo de reyes.
Este hecho, aunque no lo creamos, guarda una gran similitud a lo que hacemos los adultos cuando queremos algo en nuestra vida. Supuestamente había conseguido decidirse entre la amplia variedad de estímulos que había recibido durante las fechas previas a las fiestas; aunque claro del todo no lo tenía, pero había que decidirse. Los adultos también tardan mucho en decidirse, y a veces, hasta deciden mal.
Una vez consiguió plasmar su deseo sobre un papel, lo metimos en un sobre y pusimos: "A sus majestades de Oriente"
Pero que mejor que entregar tu deseo en mano a quienes sabes que se encargan de hacer tus sueños realidad.
Y así lo hicimos.
Entonces buscamos algún lugar donde por aquellas fechas sus Majestades de Oriente estuvieran repartiendo ilusión para hacerles llegar personalmente la carta.
Y llegó el tan esperado momento en que mi hija debía subir los dos peldaños que le separaban de sus Majestades de Oriente para entregarles su carta. Sin embargo, instantes antes de hacerlo, tenía sus dudas.
- Qué te pasa? hija. Te da vergüenza? Quieres que suba contigo?
- No es éso papá, es que si les entrego mi carta, se esfumara con ella mi deseo.
- Esfumar? Dónde has oído ésa palabra?
- En el colegio.
- Vale.
Verás hija mía, ahora el deseo esta contigo a través de esta carta. Correcto?
- Sí, papá.
- Y ya has elegido lo que quieres. Verdad?
- Sí, papá.
- Pues ahora te toca tener fe y poner tus sueños en manos de los magos de la ilusión. No crees?
- Pues...
- Si no sueltas esa carta, si no les entregas tus sueños, tus deseos, a los magos de la ilusión, tu sueño se quedará contigo, si, pero entonces nunca se hará realidad.
Confía, ten fe, suelta esa carta entregándosela a ellos. Ya no pienses más en tu regalo, entregales la carta, y vive con ilusión el hecho de que desde dentro de ti sabes que te van a traer lo que has pedido.
Y que ésta sea siempre hija mía la actitud con la cada vez que quieras algo en tu vida, venga a ti porque no lo reteniste, sino más bien, porque tu fe te ayudo a soltarlo.
Entonces mi hija subió los dos peldaños que hacen falta recorrer en la vida (el de la fe y el de la inocencia) para hacer sus sueños realidad, y entrego su carta a los Reyes Magos.
Rafael Santamaría