jueves, 10 de septiembre de 2020

PADRE; original de Rafael Santamaría

 

Bienamado Padre, 

haz que cuando todo lo conocido y lo que conocemos decaiga, y parezca que el mundo se acaba, yo por tu voluntad esté en pie y renazca en Tí, y con ello demuestre que nada que se cuide desde el corazón puede morir a la inmortalidad de tus ojos y su mirada;

haz también Padre, que cuando la gente y el mundo se pierda, yo por tu gracia te haya encontrado y de fe de tu presencia a través de la misericordia del perdón;

haz también Padre, que cuando la mentira y el engaño reine entre nosotros, yo por tu amor haya conocido la Verdad que hay en Tí y gracias ella ayude a otros a dejar de vivir en el engaño;

haz también Padre, que cuando las fuerzas flaqueen, y el odio y la envidia quieran gobernar nuestros impulsos, mi fe en Tí haga de mi voluntad la fuerza que tiene mi alma para derrotar al mal y sus secuaces;

pero y Padre, no permitas jamás la queja ni en mí ni en mis semejantes, pues toda queja nos aleja de conocer la sabiduría que conlleva el conocimiento de la infinita Verdad de la vida, sin la cual, estamos perdidos a tus ojos y a los nuestros, pues todo lo tuyo es nuestro, pero sólo, cuando todo lo nuestro acepta lo que le viene de Tí con humildad y amor.

y ¡Oh Padre!, haz que cuando un pétalo de la flor de mi amor caiga, broten de mí nuevas semillas en la conciencia de mi corazón, las cuales te pido me ayudes a hacer crecer en el jardín de mi devoción.

Rafael Santamaría