jueves, 24 de septiembre de 2020

TÚ, Y TU ALMA GEMELA; original de Rafael Santamaría

 TÚ, Y TU ALMA GEMELA 


¿Qué es la "química del momento"?

Yo llamo "química del momento" a aquella atracción que sienten dos cuerpos cuando las circunstancias que "les mueven" en ese momento de sus vidas invita a sus almas a hacer una misma lectura de su aprendizaje.

Pasado ése momento, pasada ése lectura de sus vidas en las que ambos compartían un mismo texto, unas mismas vivencias, toca pasar página. 

Sin embargo también hay que decir que es cierto que existen almas, llamadas gemelas, que comparten no sólo una misma lectura de un mismo pasaje del libro de sus vidas, como en el caso anterior, sino también, una misma historia escrita y dirigida por ellos y para ellos. 

Diriase entonces, para su mejor comprensión, que comparten el protagonismo de una historia que está hecha para ellos. En ellos, el momento del caso anterior es su historia, y su historia son ellos, por eso en su caso les resulta tan fácil estar juntos toda una vida: porque la historia de sus vidas son ellos. 

Encontrar a alguien que camine paralelo a ti es difícil, pero encontrar a alguien en tu propio camino que camine contigo es aún más difícil.

Hay cruces de caminos, o caminos que se cruzan, es lo que hablábamos antes: la química o atracción del momento. 

Luego hay caminos que llevan a un mismo sitio pero cada uno por distintos lugares, ésto es lo más frecuente hoy en día, cada uno anda su vida aunque se comparta un mismo destino, al que por supuesto llegan a destiempo. 

Y por último existen caminos que se juntan en un mismo camino. Son esas almas que están destinadas a encontrarse para caminar juntas, pues ambas comparten o tienen un mismo fin en la vida. 

Seguramente a todos nos gustaría pertenecer al último grupo, pero eso no depende de nosotros, pues una vez que desde el plano astral, el cielo, elegimos la ruta o el camino que vamos a seguir en la tierra para continuar con nuestra evolución cuando reencarnemos, ése camino es inamovible. Saber si alguien más eligió como parte de su aprendizaje el mismo camino que el nuestro, o en su defecto, recorrer sino todo una gran parte de nuestro camino, es algo de lo sólo nos daremos cuenta a medida que vayamos caminando por nuestro camino.

Caminar buscando tu alma gemela, si es que la tienes, no es tu camino, a lo sumo ese aprendizaje podría ser una parte de tu camino, no más, pues entiende que el destino de todos y cada uno de nosotros no es el de encontrar "a otro", sino el de encontrarnos a nosotros mismos. 

Rafael Santamaría

jueves, 10 de septiembre de 2020

PADRE; original de Rafael Santamaría

 

Bienamado Padre, 

haz que cuando todo lo conocido y lo que conocemos decaiga, y parezca que el mundo se acaba, yo por tu voluntad esté en pie y renazca en Tí, y con ello demuestre que nada que se cuide desde el corazón puede morir a la inmortalidad de tus ojos y su mirada;

haz también Padre, que cuando la gente y el mundo se pierda, yo por tu gracia te haya encontrado y de fe de tu presencia a través de la misericordia del perdón;

haz también Padre, que cuando la mentira y el engaño reine entre nosotros, yo por tu amor haya conocido la Verdad que hay en Tí y gracias ella ayude a otros a dejar de vivir en el engaño;

haz también Padre, que cuando las fuerzas flaqueen, y el odio y la envidia quieran gobernar nuestros impulsos, mi fe en Tí haga de mi voluntad la fuerza que tiene mi alma para derrotar al mal y sus secuaces;

pero y Padre, no permitas jamás la queja ni en mí ni en mis semejantes, pues toda queja nos aleja de conocer la sabiduría que conlleva el conocimiento de la infinita Verdad de la vida, sin la cual, estamos perdidos a tus ojos y a los nuestros, pues todo lo tuyo es nuestro, pero sólo, cuando todo lo nuestro acepta lo que le viene de Tí con humildad y amor.

y ¡Oh Padre!, haz que cuando un pétalo de la flor de mi amor caiga, broten de mí nuevas semillas en la conciencia de mi corazón, las cuales te pido me ayudes a hacer crecer en el jardín de mi devoción.

Rafael Santamaría


miércoles, 9 de septiembre de 2020

DESPIERTA; original de Rafael Santamaría


El DESPERTAR es innato, no es un acto de fe, es un acto de DESENGAÑO.

Admitimos como válido cualquier cosa con tal de no enfrentarnos a la verdad.

Nos sometemos a cualquier voluntad, dejando a un lado la nuestra, con tal de perpetuarnos en nuestras manías, vicios y defectos; y es que nos alimentamos de ellas y de ellos, porque es lo único con lo que hemos sabido sobrevivir a la ecatombe de nuestra infancia y sus sueños.

Nadie da un paso al frente, todos dan un paso atrás; caminan de espaldas, pero mirando al frente, para no tener que admitir así que RETROCEDEN cada vez más en los derechos y libertades que veían en aquellos sus sueños.

Se hacen VÍCTIMAS de su propio desconsuelo, de un victimismo nacido de su falta de voluntad; y arremeten contra otros lo que no fueron capaces de hacer para sí mismos. 

Es el duelo de la impotencia, nacido de la frustración con uno mismo del que TODO el mundo se queja pero NADIE hace nada, esperando, eso sí, que otros, o alguien, haga algo para solucionarlo todo.

Yo también pasé por la pubertad y la adolescencia, y me gradue en la juventud; fui discípulo de mis emociones y cultive mis sentimientos; defendí mi ignorancia y arremetí contra el sentido común, hasta que del sueño de un instante, nació para siempre el Amor que daría sentido a mi vida.

No esperes a que salga el sol para ver amanecer, mejor ve hacia allí donde sabes que el sol siempre está. 

La noche y su oscuridad sólo es larga  para aquel que vive en ella.

DESPIERTA!

Rafael Santamaria

sábado, 5 de septiembre de 2020

EL CORAZÓN; original de Rafael Santamaría

La mayoría de las personas buscan lo que tienen delante de ellas lo más lejos posible de sí mismas, es lo que se conoce como: "la búsqueda eterna de aquello que no sé qué busco", producto de un ego que anda perdido y al que no le importa andar así.


Y es que mirar hacia atrás conlleva el riesgo de chocar con lo que tienes de frente; pero muy pocos de los que chocan con lo que tienen de frente se suelen percatar de aquello con lo que han chocado, más bien suelen quejarse del impacto que han sufrido, miran sus posibles heridas, y echan la culpa de su infortunio a aquello con lo que han tropezado, aún cuando aquello contra lo que han tropezado siempre estuvo ahí y nunca se movió de su sitio, porque allí donde siempre estuvo, ése era su sitio.

El corazón del hombre siempre estuvo ahí, en el mismo sitio de siempre.
Tropezamos con él de continuo en un continuo intento de despertar nuestra conciencia, que no es otra cosa, que despertar a un corazón adormecido víctima de su propia ensoñación.

Pero nadie se percata contra lo que tropieza en lo que se conoce a ese tipo de tropiezos como "traumas", esos traumas son despertares que están ahí para intentar que hagas las paces contigo mismo, sino que las personas se quejan, y se quejan continuamente, de su constante infortunio tras golpearse una y otra con lo que no saben que es su corazón, en un intento por despertar y ser felices para siempre.

Buscar nuestro corazón en un lugar ajeno a nosotros mismos nos hace creer que el amor no existe, y si creyeramos que existe, bajo está fórmula de encontrarlo, sólo pensaríamos que está en la persona que hemos conseguido que se fije en nosotros atreves de nuestros atributos; pero eso, ni es amor, ni esa persona, de ser así, nos estaría amando de verdad.

El corazón de uno mismo está custodiado por el verdugo de la falta de amor hacia nosotros mismos. 
Sin duda, éste carismático personaje es un lacayo de nuestro ego, el cual goza de su total confianza y agrado.

La felicidad está más cerca de lo que te imaginas, duermes con ella y hasta sueñas con ella, pero sucede que te despiertas a media noche pensando que no existe en lo que vives como la pesadilla de tu vida, y en tu lucha contra ese pensamiento negativo y sus secuaces, te tomas todo lo que te sucede a título personal, haciendo de tus circunstancias un infierno, valga la redundancia, personal.

El dolor que padeces es sólo una consecuencia de una constante ausencia de paz contigo mismo.

Todo lo que te duele en tu vida es por éso, y sólo por éso.

Haz las paces contigo mismo sin necesidad de tener que vivir y experimentar los distintos traumas que la vida te pone para ello; ahorrate ese dolor.

Haz las paces con todas y cada una de las decisiones que tomaste en tu vida, y se feliz. 
Ése, y no otro, es el camino directo y sin pérdida que lleva hasta tu corazón.

No choques más de frente con él, mejor: hazte uno con él; amate.

Rafael Santamaría