viernes, 11 de septiembre de 2015

EL COMPAÑERO DE VIAJE IDEAL; original de Rafael Santamaría


La mayoría de la gente se queja del infortunio que tiene su suerte en sus relaciones de pareja; cuando simplemente lo más sencillo es darse cuenta de que la vida en pareja es un continuo punto de encuentro entre dos personas que buscan lo mismo, y de ésta manera se ayudan mutuamente a encontrarlo.
Es por ello que cuando dos personas buscan lo mismo, sus caminos antes o después acabarán encontrándose, y sus vidas entonces confluiran uniéndose en "un continuó punto de encuentro" (no hay desavenencias) Existe entonces una perfecta sincronizacion en sus vidas (mente, cuerpo y espíritu) aparentemente innata en ellos.
Por el contrario, cuando dos personas sólo buscan cosas parecidas, por muy parecidas que sean, sus caminos sólo coincidirán entonces durante un momento en sus vidas: mientras lo que buscan en sus vidas guarde cierto parecido. Ése momento puede durar más o menos pero no puede durar eternamente. Lo parecido nunca es igual, y lo que no es igual, tiende a desaparecer con el tiempo.
Ciertamente entonces la consecuencia de no encontrar a nuestr@ compañero ideal en ésta vida no obedece a que estemos constantemente cambiando los parámetros de lo que estamos buscando, sino más bien a que todavía no hemos encontrado a alguien que busque lo mismo que nosotros y lo busque además de la misma manera.
Muchas relaciones de pareja se constituyen a partir de búsquedas parecidas: a partir de parecidos propósitos en la vida, es entonces cuando se piensa, es decir, nos justificamos el que no sea una búsqueda idéntica con la frase de siempre: "ya cambiará"; y nadie cambia. Somos lo que somos hasta que nos morimos en una continua búsqueda de saber quiénes somos; y para saber quiénes somos no hace falta cambiar (por eso no cambiamos) sino conocernos a nosotros mismos.
Tu compañero de viaje en esta vida no es aquel que te lleva o te hace llevar las maletas: el peso de la vida, sino aquel cuyo destino en tal largo viaje coincide siempre y en todo momento con el tuyo.  
Rafael Santamaría