domingo, 31 de mayo de 2015

ENTONCES HIJO MÍO, ESO NO ES AMOR; original de Rafael Santamaría



- Estoy hecho un lio, papá - me dijo en cierta ocasión mí hijo.
Como cuando me lo dijo tenía mi atención puesta en otras cosas me salió decirle por defecto:
- Qué no entiendes? - dije creyendo que me estaba pidiendo ayuda con alguna de sus asignaturas.
- No es del colegio, papá.
Al escucharle, entendí en aquel momento que debía prestarle toda mi atención.
- Entiendo; y ése lio es mental?
- No lo sé.
- Bueno, explicame que es lo que te preocupa y sabremos qué es lo que te pasa.
- La chica que me gusta es la novia de mi mejor amigo.
- Y?
- Que qué hago?
- Que te gustaría que hiciese tu amigo si fuese al revés?
- Es que me gusta mucho!, papá
- Quitatela de la cabeza.
- No puedo.
- No puedes o no quieres?
- Viene todas las mañanas y sin venir a cuento me dice hola.
- Quién?
- Ella, la novia de mi mejor amigo.
- Te está saludando, hijo; no exageres..
- Y me coge del brazo.
- Cómo que te coge del brazo.
- Sí, me coge del brazo. Así - me dijo imitando la forma en que le cogía .
- Delante de él?
- No, delante de él no. Y me manda mensajes.
- Qué te manda mensajes?
- Sí, papá.
Después de mostrarme alguno de los mensajes le dije:
- Hijo, tienes un problema.
- Ves!, papá. Y qué hago?
- Yo te voy a decir lo que yo haría. Vale?
- Sí, si.
- Yo meditaria y esperaría a que viniera la respuesta a mis dudas.
- Papá!, yo no sé meditar.
- Deja la mente a un lado y todo lo que te dice la mente; éso es meditar.
- Y cómo hago eso?
- Cada vez que justifiques un acto es ego, y si es ego viene de tu mente. Cada vez que tengas que dar una explicación o sientas que tienes que darla es ego, y si es ego viene de tu mente. Cada vez que sientas que no sabes que hacer es ego, porque sólo tu ego te hace dudar, y si es ego viene de tu mente. Cada vez que te sientas culpable o algo o alguien te haga sentir culpable es ego, y si es ego viene de tu mente. Cada vez que tengas miedo es ego, porque los miedos son la inseguridad con la que tu ego te domina, y si es ego esta en tu mente. Cada vez que te sientas afligido, triste o sin ganas es ego, porque sólo el ego le interesa que emocionalmente conectes con ésos estados, y si es ego hijo mío esta en tu mente. Pero dime, tú amas a esa chica?, porque cada vez que no sepas si quieres a alguien también es ego, ya que el amor nunca duda, es tu ego el que te hace dudar, y si es ego hijo mío, esta en tu mente, es decir, no es real.
- Y cómo puedo saber si lo que siento es amor?, papá
- Qué te hace sentir ella?
- El Universo entero. Es una sinfonía de colores tocando una suave melodía que entona cada vez que me dice hola.
(Estaba claro que estaba "pilladisimo")
- Está bien. No hagas nada.
- Cómo!
- Me pediste un consejo, no? Pues no hagas nada. Deja que el agua del curso de los acontecimientos siga su cauce. En el río de la vida el amor es el agua, y tu hijo mío, pretendes nada contracorriente. Si ella te quiere le acabará dejando, y si no le deja, es que no te quiere.
- Pero papá!
- Se que pudiera parecer duro, pero tu lio, ese lio que tienes en tu cabecita, es porque tú crees que como te gusta o la quieres, sientes la necesidad de que tienes que hacer algo, pero ya lo haces: quererla; pues en verdad no te corresponde a ti hacer nada más que éso. Es ella, en todo caso, quien debe saber qué es lo que quiere. Tu dolor y la consiguiente angustia es porque esperas algo; y el agua del río del que te hable antes baja sola, nadie tiene que empujarla.
- Y si se seca el río!, eh?
- Entonces hijo mío, eso no era amor.
Rafael Santamaría

lunes, 25 de mayo de 2015

LA NO MENTE; original de Rafael Santamaría

- Enséñame a parar la mente - me dijeron en cierta ocasión.
- Es fácil, no pienses.
- Y cómo se deja de pensar?
- Qué es lo que te preocupa?
- A mi nada.
- Si no te preocupase nada, no pensarías.
- Se puede pensar sin necesidad de que te preocupe algo. Por ejemplo, cuando se está enamorado se piensa, y sin embargo a uno no le preocupa nada.
- No se piensa, se imagina, y la imaginación cuando no es creativa, cuando no es creatividad, es ego; pues aún siendo otra forma de pensamiento, al fin y al cabo es un pensamiento.
- Entonces, según tú lo que imagina una persona que está enamorada es ego?
- Muchas veces el que está enamorado (a nivel mental: desde su mente) vive en un estado de euforia inconsciente.
E igual de mala que la tristeza es la euforia. Ambas son opuestas, y ambas son el resultado de un desequilibrio emocional de la emoción de la alegría. Sólo que tú te piensas que es mejor estar eufórico que triste debido a las hormonas que a nivel químico produce tu cuerpo en ese estado de euforia y a las cuales fisiologicamente te has vuelto adicto, pues las hormonas de las tristeza "no te gustan" Aunque en verdad deberías tratar a ambas por igual, a la euforia y a la tristeza, ahí hallarias el equilibrio emocional de la alegría, pues siempre estarías alegre sin la necesidad de tener que estar eufórico para poder compensar con esa euforia tus niveles ocasionales de tristeza: los bajones que a veces te dan emocionalmente.
- Es imposible no tener bajones! Además, me estás diciendo que no me alegre!
- Yo no he dicho eso.
- Tú has dicho que no me alegre.
- He dicho que no deberías buscar compensar tus bajones emocionales con estados de euforia. Eso es vivir en un equilibrio desequilibrado.
- Bueno, dejemos ese tema. Ósea que tú eres de la opinión de que si pienso es porque algo me preocupa?
- Exacto. Si piensas es porque de alguna manera estás viviendo algo como importante. Y éso capta toda tu energía, toda tu atención; es decir, ese "algo" al pensarlo lo haces mente; y allí donde esta la mente del hombre allí está el hombre.
- Entonces, para no pensar en ello?, para no convertir algo en mente?
- No le entregues tu energía, no le prestes tu atención. Entiende que nada es importante hasta que tú entregándole tu atención lo haces importante.
Digamos que en tu mente sólo está aquello que es importante para ti. Si vacías de importancia las cosas que han captado tu atención, tu mente se vaciara de esas cosas que antes eran importante para ti. Y con una mente vacía lo Infinto se hace palpable.
- Y cómo se quita importancia a las cosas?
- No prestandole tu atención.
- Vale. Y que es el infinito?
- La No - Mente; es decir, tu mente vacía de toda idea, concepto o pensamiento con el que tu mente se limita a sí misma.
- Pero si todo es mente, entonces?; no entiendo.
- Tu mente comprende, engloba, aquello que existe, es decir, el concepto de "hasta dónde existe " para ti según tu ego; más allá de lo comprensible para tu mente está el infinito, es decir, tu No - Mente; allí donde la mente se ha vaciado por completo de todo aquello con lo que se había limitado a sí misma.
Rafael Santamaría

miércoles, 13 de mayo de 2015

A LOS PIES DE MI MAESTRO; original de Rafael Santamaría


En cierta ocasión me apunté a curso de como sanar tu resentimiento haciendo las paces con él. Estaba súper ilusionado. Había depositado muchas esperanzas en aquel curso.
Todo ésto fue antes de conocer de cerca las enseñanzas de Paramahansa Yogananda. La justificación de porque genere tantas expectativas fue que me habían hablado maravillas de aquel curso y de la persona que lo daba.
Recuerdo aquella mañana, era sábado. Yo estaba sentado al final de una gran sala (que por cierto, estaba prácticamente llena) en una de esas sillas que tienen para apoyarse y escribir, escuchando hablar a la mujer que dirigía aquel seminario.
Como siempre acudí solo a aquel curso. Supongo que mi forma de madurar me derivó por caminos distintos a los de mis amigos de la infancia, y a los compañeros que había conocido en otros cursos más orientados en un aspecto físico de la sanación con los que había llegado a establecer una cierta amistad, nunca me atreví a proponerles que me acompañarán a seminarios como aquel.
En su presentación el tono de aquella mujer era una melodía para nuestros oídos. Sus palabras, cargadas de simpatía, ejercían un fuerte efecto sanador en cada uno de nosotros. Todo era perfecto. Me encontraba a gusto. Empezaba a confiar en ella. Y había ido porque tenía mucho que sanar.
La primera vez que pidió un voluntario no salí, bueno no salí ni la primera ni la segunda vez; debe ser que a la tercera va la vencida, porque a la tercera vez que pidió un voluntario para demostrar (creo recordar) la manifestación psicosomatica de un tipo de emoción en el cuerpo me escogió a mi.
- Tú, el del final; el de la camiseta negra - evidentemente ni mi inmute (yo era el de la camiseta negra) Intente disimular para hacerme el despistado y que cambiará así de "conejillo de indias" - el que no se quiere dar por aludido, (yo?) si tú; quieres salir?
Evidentemente no podía negarme, así que tuve que salir. Menos mal que no era la primera vez que tenia que salir a la palestra, y la experiencia es un grado.
Tras una introducción a lo que iba a hacerme, la cual no recuerdo bien, me testo kinesologicamente (éso si lo recuerdo) y dijo:
- Aquí - refiriéndose a mi hombro derecho - y aquí - y a mi muñeca izquierda - Te duelen?
- No que yo sepa - contesté.
- Veis. "No que yo sepa" Él no es consciente de su dolor, de su ira acumulada - que tía!, pensé; quedándome asombrado - pero tenerla la tiene. Y por qué crees que no eres consciente de tu dolor?
Sabia que si respondía sin pensar mi respuesta estaría cargada de ego, así que preferí guardar silencio hasta que me viniera una respuesta digna de la interlocutora que tenía en frente.
- No sabes? - me preguntó. Creo que mi silencio le precipitó a preguntarme.
Entonces, una respuesta como venida de dentro, sobrepasó el umbral de mi silencio.
- No me conozco. Por eso no sé.
- No te conoces? Vamos a ver, no sabes quien eres pero sin embargo has decidido venir hasta aquí? - me preguntó.
- No, no me conozco. - contesté; y como venido a más, es decir, "crecido"; proseguí - y mi desconocimiento sobre mi naturaleza esencial, sobre mi mismo, intuyo yo que es lo que me crea ésas disputas internas que proyecto enemistandome con la gente que me rodea. Y es esa enemistad con esa parte de mi que hay en los demás la que me genera un resentimiento, un dolor, un malestar conmigo mismo debido a que existe una disyuntiva, una diferencia de opiniones por lo que hago y cómo lo hago, entre mi yo: el que desconozco, y el yo que me hace ser todo un desconocido para mi verdadero yo. Y he venido hasta aquí traído por un yo que desconozco, el mismo yo que quiero conocer, y por un resentimiento que quiero sanar conociéndole.
El silencio se apropió de la sala. Fui consciente de él. Nadie hablaba. Mantuve la mirada fija al frente y esperé a que ella dijera algo.
- Hijo - es cierto que podía ser mi madre - creo que este curso no es para ti.
No pregunté el por qué. Aún me encontraba bajo la hipnosis de mis propias palabras.
- Has pagado? - me preguntó.
- No. Cuando llegué había mucha cola en secretaria y una chica me ha dicho que pagara en el descanso.
- Pues no pagues. Devuelve el material en secretaria y diles que te he dicho yo que no pagases.
Y así hice.
No miré ni quise ver a nadie para "no ser visto" mientras recogía mis cosas y abandonaba aquella sala. Tenía vergüenza.
No sé si aquel día sane o no sane algo, lo que si sé es que poco más tarde el Maestro a través de una imagen me llamó.
Era la segunda vez que veía a aquella imagen (el retrato que aparece de él en su libro de Autobiografía de un Yogui) Pero no sería hasta mi tercera visualización de aquella imagen cuando me decidiría a comprar el libro con el que Paramahansa Yogananda muestra al mundo su reveladora vida llena de inmortales enseñanzas.
Según me cuentan el día que compré aquel libro llegué a casa con una sonrisa que entiendo que hoy en día sólo la sigue viendo aquel que no se fija en el color de mis ojos, sino en la expresión de mi mirada, una mirada que sólo puede ver el que no enfoca su atención sobre lo que piensa de mi (sobre lo que le invita a juzgar u opinar su ego de mi)
Antes pensaba que nosotros elegimos nuestro propio camino, pero creo que de alguna manera que no sabría explicar, es el camino el que nos elige a nosotros.
Rafael Santamaría

sábado, 9 de mayo de 2015

YO SOY; original de Rafael Santamaría

Hasta mi viene todo aquel que escucha la voz de su alma en el silencio de su mente: Mi Voz.
Mi Voz es el sonido que no tiene voz, pero quien me conoce ha oído hablar de Mi en el silencio del que emana Mi Voz.
Yo Soy el que inspira al poeta, pero también Soy la poesía y el verso; pues Yo Soy el Todo en la parte, y también Soy cada parte del Todo.
Yo Soy la Verdad que inspira el Amor en los hombres; dichosos aquellos que conocen ésta Verdad y saben de Mi por Ella.
Quien es en Mi la oración que es él, ora para Mi rezando por él; y quien descubre su amor en Mi, descubre que Mi amor por él Soy Yo.
Porque todo lo que habéis de saber está en Mi; y porque todo aquello que decís saber Soy Yo.
Rafael Santamaría

sábado, 2 de mayo de 2015

ENTRE DOS REINOS; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión, un buen amigo me preguntó acerca de la compatibilidad de una vida vinculada a los quehaceres y circunstancias de la tierra y la búsqueda del yo espiritual.
Cómo no sabía cómo contestarle ni con qué palabras decirle lo que pensaba, dejé que mi intuición hablara por mi:
Tal era el amor de un rey por su reina que tras una noche en la que la reina, por motivos que aún se desconocen, se ausentó de palacio, el rey, tras esperar tres tristes noches su ausencia, y viendo que su amada no venía, abandonó su reino en busca de lo que su corazón añoraba.
Pero desde el mismo momento en que aquel rey se fue, aquel reino sin su rey no fue el mismo reino, y con el tiempo y la ausencia del rey, aquel reino murió por la falta de un rey, su rey.
Y es que un rey sin su reina no es un rey, pero un reino sin rey tampoco en un reino.
Quien tenga oídos para oír que oiga.
Rafael Santamaría