miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA OTRA NAVIDAD; original de Rafael Santamaría

Resulta realmente complicado explicar a un hijo porque te separas de la persona con la que decidiste concebirle a él (o ella) Para él, la venida a éste mundo ha sido preparada por dos, y no por uno sólo, por dos que ahora deciden no estar por más tiempo juntos.
De entre mis frases favoritas sacaría de la "chistera" ésta respuesta que me salió del alma decirle:
"Mi matrimonio (con tu madre) nunca fue un fracaso hija mía, de él naciste tú, y eso ya lo convierte en todo un éxito"
Pero quizás para poder explicar el por qué de la necesidad de no convivir juntos (el padre y la madre) me quedaría con el siguiente argumento (que le expuse):
- Tú que harías si en el patio de tu colegio ves a dos niños que se están peleando? Les separarias?
- Si.
- Pero dime: y si esos dos niños, aunque les hayas separado durante su pelea en el patio, ves que en clase se están "buscando" de alguna manera para seguir peleándose. O que continuamente se están buscando para "chincharse" el uno al otro. Que harias?. Les cambiarías de clase?
- Sí, claro; papá.
- Y si aún cambiándoles de clase vieras que se están esperando a la salida del cole para seguir con su particular pelea. Hablarias con sus padres para que uno de los dos, viendo que la situación no mejora, se cambiaría de colegio?
- Bueno, si; supongo que si.
- Pues tu madre y yo hija mía, hemos tenido que cambiar de colegio. Lo entiendes ahora?
Y aunque estas versiones puedan aclarar la visión, que no la vista (su particular punto de vista u opinión) a un hijo del por qué de lo acontecido cuando sus padres deciden separarse, lo más importante es siempre ponerse en el lugar de él (o de ella) y darse cuanta de que su padre y su madre, pilares fundamentales en la caracterización de su personalidad, ya no están juntos, y que el "concepto" o idea que ellos tienen de familia se hace mucho más difícil de aceptar, que no de entender, por muchas sabias explicaciones y consejos que uno les de.
En estas fechas tan supuestamente familiares deberíamos ponernos siempre y en todo momento en el lugar del otro, para que de esta manera, escuchándoles, entendiendoles, en definitiva: sintiendoles, encontráramos así nuestra propia felicidad haciéndoles antes felices a ellos.
Prepara la navidad en el único lugar que verdaderamente existe: tu corazón, y trae hasta allí a los tuyos y a cuantos más encuentres afines a ti para hacerles participes del amor que allí reside, para hacerles participes del verdadero significado de la navidad.
Rafael Santamaría

LA NAVIDAD; original de Rafael Santamaría

- Qué es la navidad para ti? - me preguntaron en cierta ocasión.
- El sentimiento del renacimiento continuo de un amor que hay en el interior de cada uno de nosotros.
- Y celebras ese sentimiento cada año en éstas fechas?
- Verás, la verdadera navidad es un sentimiento, no una fecha, al poner una fecha a la celebración de un sentimiento le estas negando a ese sentimiento que se manifieste fuera de ésa fecha. Lo mismo sucede con los aniversarios: el amor en pareja debería celebrarse cada día, o con los cumpleaños: pues la fortuna de estar un día más presente en este plano material habría que celebrarlo diariamente, y no cada año. 
Entiende pues, que al contabilizar las cosas por años, como es el caso, nos estamos olvidando del momento presente. Nos estamos olvidando del ahora.
- Bueno si, pero ponerle una fecha nos ayuda a recordar ciertas cosas.
- En verdad te digo que la memoria es para la mente, pues tu corazón nunca se olvida de lo realmente importante si siempre lo tiene presente. 
Rafael Santamaría