domingo, 12 de septiembre de 2010

AMAD, Y SEREIS AMADOS; original de Rafael Santamaría

Se mire como se mire, todo símbolo que represente amar, es Luz.
A vosotros:



"Amad, y seréis amados;
 perdonad, y seréis perdonados;
 comprended, y seréis comprendidos;
 escuchad, y seréis escuchados;
 pues en verdad os digo, que todo aquello que hagáis a vuestros hermanos en nombre de Dios, Dios     os lo devolverá en nombre de vuestros hermanos.  
 Y a los que os injurien, darles la oportunidad de disculparse;
 y a los que os maltraten, darles la oportunidad de retractarse;
 y a los que os roben, darles la oportunidad de reponer lo sustraido;
 pues en verdad os digo, que nada de lo que os hiciéren tendrá juicio alguno si desde vuestro corazón  sabéis perdonarlo.
 Y cuando os pregunten, limitáos sólo a contestar; 
 y cuando os hablen, limitáos sólo a escuchar;
 pues os llegará el día en que vuestro Padre os preguntará, y en verdad os digo que os quedaréis mudos porque no tendréis nada con qué contestar.
 Y os llegará el día en que vuestro Padre os llamará para hablaros, y en verdad os digo que vuestros oídos no le sabrán escuchar.
 Aprended pues, a saber escuchar y a saber hablar; pues sobre ambos principios reside el conocimiento de Dios Padre.
 Y cuando penséis en vuestros razonamientos, alejaros de esa efímera verdad;
 y cuando seáis tentados por vuestros pensamientos, huid de esa agónica realidad;
 y cuando la duda os formule su hipótesis como real, escapad de todo propósito con que vuestra mente os quiera dominar.
 Pues nada de lo que vuestra mente os invita a pensar como real es real; pues en verdad os digo que la realidad que Sois empieza más allá de donde vuestra mente alcanza a pensar.
 Y cuando la ira recorra vuestro cuerpo, dadle la paz que no encuentra;
 y cuando vuestra rabia asidie vuestro corazón, dadle el cobijo de vuestra calma;
 y cuando el odio se apoderé de vuestros actos; que vuestro amor se compadezca de vuestra conducta.
 Pues seréis tentados por éstas y por muchas más emociones que no os he citado; pero en verdad os digo que vinísteis aquí para recordar quienes Sois, y será así que lo que llamáis pecado, os liberará en cuanto vuestro pecado se convierta en vuestro aprendizaje.
 Pues en verdad os digo que no hay más maestro en vosotros que vuestro propio aprendizaje; y aquel que busca su gurú en las entrañas de la vida, ese, sabio será ante sus propios ojos y los ojos de Dios.
 Y no probéis suerte en la tentación de amasar fortuna; pues la única fortuna que encontraréis al enriqueceros, no será la que os abrá las puertas del cielo.
 Aquel que es rico y sabe compartir su dinero, aquel ya conoce el cielo; pero aquel que siendo rico, aumenta su riqueza en detrimento de otros, aquel ni conoce ni verá el cielo.
 Y sed humildes como lo es vuestro corazón cuando ama; pues si buscáis apresar con vuestros sentimientos a la persona que decís amar; ¡no seáis hipócritas!, eso no es amor; eso es el miedo a no saber amar.
 Pero en vedad os digo que para saber amar habéis primero de conocer a Dios,  y para conocer a  Dios, primero habéis de conoceros a vosotros mismos; y para conoceros a vosotros mismos, habéis primero de reconocer que no sabéis amar "

Rafael Santamaría
629 309 929