viernes, 26 de febrero de 2010

LA PALABRA; original de Rafael Santamaría

Prefiero amar y no querer. Querer conlleva posesion, y el SER es libre. Amar conlleva libertad, y la libertad de amar es Dios. Querer es la doctrina con la que el ego del hombre interpreta lo que su mente piensa que es amor. Pero para amar no hay que pensar, para amar hay que sentir. Desparasitaos del verbo querer para poder amar y ser amado. Desparasitaos de la hipocresía de esta sociedad del hombre, y ya nunca mas querréis ser hombre.
A Vosotros, en quien yo confio y amo:

 "Esta vez no voy a hablaros en tercera persona, esta vez no voy a utilizar ningun símil, esta vez voy a Ser Yo, y esta vez voy a contar una verdad, mi verdad, que responde a una de vuestras preguntas.
Hace poco, uno de vosotros me preguntó por qué la sociedad, por qué el hombre, no toma conciencia de la Verdad y evoluciona hacia ella. Que yo conteste a esta pregunta, no significa que yo sepa la Verdad, pero el que yo la conteste significa que tiene respueta; así pues, buscar en vosotros la respuesta si la mia no es la vuestra. Pero no dejeis de buscar la respuesta.
Hace mucho, un  gran hombre se liberó de su mente para vivir en la esencia de lo que observó que ERA; y aquella experiencia la transmitió al mundo a través de sus enseñanzas, y al ver que el mundo no oía la VOZ, su voz, utilizó las parábolas para que le entendieran; pero aún así, el mundo no quiso entenderle, y murió en la cruz como los criminales de aquella época. Y aunque fueron muchos los que de verdad entendieron sus palabras (LA PALABRA), aún fueron más los que las mal interpretaron. Y la Palabra quedó manipulada por siempre. He aquí mi síntesis sobre la Palabra.
Se nos ha enseñado que querer es lo mismo que amar; pero el Gran Maestro Jesús no dijo: "quereos los unos a los otros....", más bien dijo: "amaros los unos a los otros....", y el Gran Maestro Jesús, apodado el Cristo añadió, "Dios es AMOR", no dijo: "Dios es querer", porque Dios no quiere nada, no desea nada; Dios ama porque es amor.
Querer tiene dos significados, uno, el de desear algo, este es su significado más literal, y otro, el de amar, este es una manipulación que el hombre ha hecho de la palabra querer. Su significado literal sería el de desear algo; pero las personas que manejan el mundo vieron que la palabra es la fuerza con la que se manifiesta el pensamiento, y sabían que el pensamiento es la frecuencia vibratoria a través de la cual el hombre manifiesta su poder creativo a igual que hace el PADRE; así pues, cambiando el significado de la Palabra Amor por desear, y dándole toda nuestra energía cada vez que la pronunciamos, el hombre queda atado de por vida a su ego, al deseo de su mente. Puedo pensar qué es lo que quiero, y decidir que lo quiero diciendo : "si (lo) quiero", como cuando se desposasn unos novios; pero si quiero saber qué es amar, no puedo pensarlo, tengo que sentirlo, no puedo elegirlo, tengo que hacerlo. Yo puedo querer un coche, y el significado de esta frase conlleva la dualidad con la que el hombre entiende su ciencia: no existe nada sin su opuesto pero, volviendo a la frase, ¿quiero el coche por que lo amo?, o, ¿lo quiero por que lo deseo?. El hombre pronunciando la palabra quiero queda atrapado en el mundo fenoménico de la materia a través de la dualidad de las cosas. Al decir quiero ama a través del deseo, y el deseo hace víctima al hombre de su ego.
Mientras sigais queriendo en vez de amando, mientras penseis que amar y querer es lo mismo, seguireis bajo el yugo impuesto para el control del hombre. Meditad sobre la fuerza que tiene la palabra hablada, y meditad bien sobre ello, puesto que si dais veracidad a vuestras palabras cada vez que las pronunciáis, dais lo que Sois al identificaros con ellas. Les dais vuestra energía, la energía de vuestra esencia. 
Cambiar la palabra querer por amar y cambiaréis vuestro mundo, y al cambiar vuestro mundo, cambiaréis el mundo.
Como dijo el Maestro Jesús: "Quien tenga oidos para oir que oiga" ...; yo me retiro durante un tiempo, pues ya esta dicho todo. Cuando cambiéis el significado de vuestras palabras, cambiareis el significado de vuestra vida; cuando hableis sabiendo lo que decis, sabréis hablar; y cuando sepaís hablar, os daréis cuenta que no teneis nada que decir, pues el ego habla y el alma ama, o lo que es lo mismo: EL EGO PIENSA, Y EL ALMA SIENTE.
SED.
Hasta pronto"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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