miércoles, 9 de septiembre de 2020

DESPIERTA; original de Rafael Santamaría


El DESPERTAR es innato, no es un acto de fe, es un acto de DESENGAÑO.

Admitimos como válido cualquier cosa con tal de no enfrentarnos a la verdad.

Nos sometemos a cualquier voluntad, dejando a un lado la nuestra, con tal de perpetuarnos en nuestras manías, vicios y defectos; y es que nos alimentamos de ellas y de ellos, porque es lo único con lo que hemos sabido sobrevivir a la ecatombe de nuestra infancia y sus sueños.

Nadie da un paso al frente, todos dan un paso atrás; caminan de espaldas, pero mirando al frente, para no tener que admitir así que RETROCEDEN cada vez más en los derechos y libertades que veían en aquellos sus sueños.

Se hacen VÍCTIMAS de su propio desconsuelo, de un victimismo nacido de su falta de voluntad; y arremeten contra otros lo que no fueron capaces de hacer para sí mismos. 

Es el duelo de la impotencia, nacido de la frustración con uno mismo del que TODO el mundo se queja pero NADIE hace nada, esperando, eso sí, que otros, o alguien, haga algo para solucionarlo todo.

Yo también pasé por la pubertad y la adolescencia, y me gradue en la juventud; fui discípulo de mis emociones y cultive mis sentimientos; defendí mi ignorancia y arremetí contra el sentido común, hasta que del sueño de un instante, nació para siempre el Amor que daría sentido a mi vida.

No esperes a que salga el sol para ver amanecer, mejor ve hacia allí donde sabes que el sol siempre está. 

La noche y su oscuridad sólo es larga  para aquel que vive en ella.

DESPIERTA!

Rafael Santamaria