martes, 20 de diciembre de 2016

FELIZ NAVIDAD; original de Rafael Santamaría

- Padre, ¿y cómo es Dios?
- Hijo mío, Dios, al no tener forma, es indescriptible para la mente humana.
- ¿Pero cómo es? padre, aunque no lo pueda entender.
- Verás, hubo una vez un hombre hijo mío, en el que la inmaculada pureza de su corazón reflejaba el semblante de Dios en cada uno de sus actos, en cada una de sus palabras. Él era un espejo de Dios para el que buscaba el reflejo de Dios en una forma humana. Y tal era su conexión, su vínculo, con el Ser que nos ha creado, que acertadamente cuando hablaba de Él lo llamaba Padre. Su mente no estaba infectada de pensamientos, su mente era conciencia, una conciencia que se había desligado por completo de la identificación con el cuerpo, la impureza de sus deseos, y el egoísmo de su mente, y que a través de su corazón puro e intacto había conseguido conectarse a la conciencia creadora de Dios padre. Él nos veía como Dios nos ve, y de esa forma actuaba en consecuencia.
- ¿Y cómo nos ve Dios?, Padre
- A través de una misericordia infinita, de un amor que no conoce límites. Los ojos de Dios no juzgan, hijo mío, como si hacen los del hombre; los ojos de Dios sólo ven, y al ser su vista el reflejo de su corazón, no de nuestra envidia, como nos pasa a nosotros, constantemente Él nos perdona.
- ¿Murió aquel hombre?, Padre
- Un hombre así nunca muere, hijo mío. Un hombre así permanece oculto en el corazón de los hombres hasta que la conciencia del hombre lo rescata del olvido.
- ¿Y yo puedo rescatarlo?
- Si
- ¿Y cómo?, padre.
- Celebra su nacimiento en el corazón de tu conciencia.
¡Feliz Navidad!
Rafael Santamaria

martes, 6 de diciembre de 2016

TEN PACIENCIA CONTIGO; original de Rafael Santamaria

Imagina que entras en una casa donde el agua ha estado cortada durante años; es lo mismo que si entrarás en una vibración de conciencia que ha estado muchos años sin "usarse"
Imagina ahora que entras en esa casa con una sed insaciable; que es como si entrarás en ese estado de conciencia con muchas ganas de aprender y mejorar.
Imagina también lo que pasaría si abres el grifo del agua, si abres el grifo del resultado de tus acciones, pues pasaría que durante un tiempo, y hasta que el agua arrastre todas las impurezas de la cañería de tu Karma evolutivo, el agua saldrá turbia.
Al principio muy turbia por la falta de uso, luego menos turbia, y al final, después de haber tenido el grifo abierto un buen rato, saldría prácticamente transparente.
Así pues, por mucha sed que tú tengas, por muchas ganas que tengas de mejorar, no pretendas que en esa casa, la cual lleva con la llave del agua cortada durante mucho tiempo, sea llegar, y porque tu tengas sed, el agua salga transparente y lista para beber. Pues todo tiene su proceso. Aceptalo. Deja que salga.
Así y de la misma manera, en un cuerpo que se ha olvidado de su conciencia, de su alma, no pretendas que porque quieras hacer ahora las cosas bien: en sintonia con tu alma, abras el grifo de tus actos y en seguida el agua del resultado de tus acciones sea transparente. Pues como dijo Santa Teresa de Jesús: has de atravesar la noche más oscura, aquella en la que el agua sale turbia, y tendrás que seguir con la voluntad de no cerrar la llave del "grifo de querer rectificar y aprender", (no te rindas ahora), para que a su debido tiempo, el agua por fin, una vez se ha llevado todas las impurezas de tus malos hábitos, salga limpia y lista para beber.
Deja correr el agua del resultado de tus acciones pero manteniendo el grifo de tus ganas de aprender de ti abierto, pues sólo así, al cabo de un tiempo, el agua saldrá limpia.
Ten paciencia contigo mismo.
Rafael Santamaria

jueves, 24 de noviembre de 2016

SOMOS SERES DE LUZ; original de Rafael Santamaria

SOMOS SERES DE LUZ

a mi pareja,
a mis hijos.


Hoy es 24 de noviembre.
Estamos a un mes de la noche más larga, o la noche en que hay más ausencia de luz: el 24 de diciembre; a un mes (metafísicamente hablando) de lo que la santa (Santa Teresa de Jesús) nos revela desde su forma de sentirlo, como la noche más oscura: el momento más doloroso y crítico por el que el alma tiene que pasar a fin de liberarse de sus ataduras (identificación) con el ego.
Es todo un infierno romper esas últimas ataduras: son las más duras y las más difíciles de romper. Hay que caer en lo más profundo del particular infierno personal de cada uno para alcanzar dicha liberación.
Por otra parte, el mundo físico está lleno de señales, de señales que nos indican que debemos hacer.
Es igual que cuando vamos conduciendo. Igual. Pero sucede que nuestro grado distracción: de falta de atención, es ya patológico, y en vez de fijarnos en las indicaciones: fluir con la vida, vamos hablando internamente, es decir, estamos inmersos en la aborígene de nuestros pensamientos (estamos prestando atención a lo que nos dice la mente a través de nuestros pensamientos); y muy probablemente de esta manera: o nos equivoquemos, o tengamos que dar más vueltas para llegar al mismo sitio, o tengamos un accidente, etcétera (metafóricamente hablando)
Volviendo a la fecha que nos ocupa, desde un punto de vista metafísico todo nos viene indicado (como las señales de las que hablaba antes), pues nada de lo que vemos, sucede y/o existe es por casualidad. Me explicaré :
1- El otoño es la época del año en que se cae la hoja. El invierno, es la estación propicia pare madurar internamente el fruto que germinara en primavera.
En el hombre también se dan las cuatro estaciones, pues lo que es afuera también es adentro.
2- La noche más larga, es decir, la noche con más horas de ausencia de luz, es el 24 de diciembre, tres días después de la entrada en vigor oficialmente del invierno.
3- Dicha fecha coincide con el día en que se estableció el nacimiento de una de las personas más emblemáticas que ha dado la humanidad: Jesús de Nazaret.
¿Pero qué representa Jesús? Dejando al margen las religiones, Jesús representa un modo distinto de hacer las cosas: lo hacía todo con y por amor; dicho modelo es un objetivo para la humanidad que aún está vigente en nuestros días, pues todavía nos domina el egoísmo. Muchas personas de bien, denominadas algunas de ellas por las religiones: santas, llegaron a éste estado de conciencia puro del que Jesús sigue siendo un referente.
Por lo que dicha fecha representa el nacimiento de una conciencia basada en el amor, que de algún modo, parte de la sociedad (la religión cristiana) identifica con la persona de Jesús.
Si unimos estás tres cosas:
a) El tránsito de la estación otoñal al invierno
b) La noche con menos horas de luz.
c) El nacimiento de un hombre que dio ejemplo al mundo de que hay otra manera de hacer las cosas a través de su amor.
Tenemos:
Que cada 24 de diciembre (la noche buena) se nos ofrece la oportunidad de renacer en nosotros la conciencia cristica del amor, no sin antes pasar por el trago amargo de "la noche más oscura", a la que sólo se llega después de habernos deshecho de las hojas (de todo lo inútil proviniente de nuestros apegos) a través de nuestro particular otoño de conciencia.
Al día siguiente, el 25 de diciembre (navidad o natividad), coincidiendo con que a partir de esa fecha poco a poco van aumentando las horas de luz, se nos ofrece la posibilidad de dar culto internamente a esa conciencia que ha renacido en nosotros: de dar luz a esa conciencia, en vez de entregar nuestra energía, o luz, a los placeres sensoriales mundanos. En definitiva, de iluminarnos.
De nosotros depende pues, que esa luz, que poco a poco ocupa más horas en nuestro día a día (hasta el 24 de junio: el día más largo), se refleje también interiormente en nuestra conciencia.
Curiosamente (nada es por casualidad) todo esto sucede hasta la fecha de San Juan: la noche más corta o el día con más horas de luz. (Y somos seres de luz)
Recordar, que según los historiadores, dos eran los discípulos más queridos por Jesús:
- San Pedro: el predilecto de Jesús
- San Juan : el más amado de alguna manera por Jesús (aunque Jesús amaba a todos)
El 24 de junio representa la festividad espiritual de lo que más amaba Jesús: la humanidad reflejada en la conciencia pura de San Juan (a Dios en todos los hombres, en todas las cosas)
Como ves, si te fijas en las señales, en cada año de vida biológico de éste plano material se da un pequeño ciclo para que evolucione tu conciencia.
Ahora que está tan de moda decir que desde las instituciones corporativas nos controlan, entiende también que de alguna manera, de la cual nunca antes habías tomado conciencia, desde tiempos remotos se estableció en la tierra un camino difícil de ver, para el que sólo se ocupa de sus asuntos mundanos, que te indica a donde tienes que ir y cómo.
Pero como dijo el Maestro;
“quien tenga oídos para oír que oiga"
quien tenga los oídos de su conciencia preparados para entender lo que digo, que tome conciencia.
Rafael Santamaria

martes, 22 de noviembre de 2016

DESPIERTA; original de Rafael Santamaria

¿Soñar es pensar con la imaginación? - me pregunto.
Pero...:
¿Qué sueño es el que persigo, que al final es ese mismo sueño el que me persiguen a mí?
¿De dónde me viene tanto afán de ensoñación, de dónde ésas místicas realidades que van más allá de éste mundo y su creación?
¿Por qué veo sin ver cuando estoy soñando, y cuando dejo de soñar, creo que estoy despierto porque mis ojos ahora ven, y antes sólo creían ver?
¿Qué es un sueño, y qué es soñar? ¿Es acaso soñar: volar en un vuelo donde la imaginación te transporta a donde quieres estar?
¿Pero de dónde proviene el privilegio de nuestra imaginación? ¿Quién nos la dio y para qué? ¿Acaso el que nos la dio tan bien sueña, y sueña con nosotros? Y si somos un sueño, ¿por qué podemos soñar?
Y si fuera así, ¿entonces somos producto de una imaginación que sueña con nosotros en un sueño en el que se nos permite soñar?
Y la muerte, ¿también es un sueño aunque parezca tan real?
De ser así, ¿qué es real?; ¿real es tan sólo un sueño que a nosotros nos parece real?
Demasiada confusión para ser todo un sueño. Tiene que haber algo que te diga cuando sueñas y cuando no; algo que te diga si sueñas o estás despierto.
Pero, ¿y cómo despertar?
Y, ¿qué es estar despierto?
Despierto es: ¿saber cuando sueñas y cuando no? ¿Y cómo se puede saber éso? ¿Observando mis sueños en vez de soñar con ellos?
Entonces deduzco que: si sueño con ellos (con mis sueños) está claro que vivo mis sueños, y por lo tanto lo que sueñe me parecerá real; pero si los observó, estaré despierto en la realidad de mis sueños sabiendo que tan sólo son éso: un sueño.
Pero, ¿y cómo se observa sin caer en un sueño?
No lo sé.
Espera, ya lo tengo: ¿Y si mantuviese mi atención en observar mis sueños en vez de dejarme llevar por ellos?
Entonces tendría conciencia de cuando sueño. Eso debe ser lo que llaman despertar o estar despierto en tu propio sueño.
Y,¿qué es meditar?, sino soñar despierto en una realidad ficticia producida por la mente que sueña adormecida por el ego.
Vale pero y, ¿cómo llegar a Dios si sólo soy un sueño que está dentro de otro sueño (su sueño)?
¿Despertando en Él? ¿Y cómo se despierta en Él: tomando conciencia de mis sueños, o de que todo es un sueño?
Deduzco entonces: que si mi mente adormecida por el ego sueña esta realidad mental, y por lo tanto todo es en mente, porque todo está en mi mente, significa también: que todo es un sueño porque todo está en mis sueños, y es producto de mi imaginación (de mis sueños). Entonces tan sólo tengo que despertar.
¡Despierta!
Medita
Rafael Santamaria

PRÓXIMO TALLER ON LINE DE MEDITACION.
Más información:
senseirsan@gmail.com

lunes, 21 de noviembre de 2016

TU ALMA GEMELA; original de Rafael Santamaria

La ilusión de proyectar algo en común con la persona de la cual nos hemos enamorado nos invita a vivir en pareja.
La convivencia en pareja saca todos nuestros defectos. Este tipo de convivencia tiene que ser visto como la oportunidad que se nos presenta de poder aceptar todos nuestros defectos (aceptarnos tal y como somos) antes de eludirlos proyentandolos sobre nuestra pareja como si fueran suyos.
Al aceptar todos nuestros defectos nos estamos demostrando un amor incondicional.
Cuando nos damos cuenta, a través de una relación de pareja, que los defectos que vemos en el otro no son de él sino nuestros, muy probablemente estemos en presencia de nuestra alma gemela.
Nuestra alma gemela es aquel espejo en el que nos vemos reflejados, el cual nos aporta un aprendizaje sobre nosotros mismos a la vez que nos llena de ilusión.
La cristalería de la vida está llena de espejos, pero para encontrar tú el tuyo: tu alma gemela, debes antes haber enseñado a tu corazón a mirar dentro de sí mismo.
Rafael Santamaria

jueves, 17 de noviembre de 2016

UN CUERPO DE LUZ; original de Rafael Santamaria

Nuestro cuerpo físico se alimenta a través de una red eléctrica (invisible a simple vista para el ojo humano), constituida por un nutrido conjunto de cables (llamados meridianos en la cultura china), que a modo de arterias, venas, y capilares, llegan a todas las partes de nuestro cuerpo suministrando la correspondiente energía (Chi o Qi en la tradición china) Esta energía sale de siete centrales eléctricas (o chakras) distribuidas a lo largo de la columna vertebral, y es la que se encargará en nuestro organismo (a nivel celular, entre otras cosas), de la elaboración, el aprovechamiento y la distribución inteligente, de la energía obtenida por el metabolismo de los alimentos ingeridos mientras el alma siga identificada con el cuerpo físico.
El cuerpo humano se mueve a través de impulsos eléctricos que tienen su origen en el sutil campo eléctrico del hombre (también llamado cuerpo astral) El conjunto de luces y colores que irradia el campo eléctrico de cada individuo es el aura.
La mente, a través de nuestro cerebro, es el interlocutor entre nuestro cuerpo eléctrico o astral y el cuerpo físico.
Nuestra alma al encarnarse, trae consigo de experiencias anteriores, una serie de cargas, tanto positivas como negativas (es lo que se conoce en la tradición hindú como Karma), que polarizan la mente (que va a utilizar esa alma en este plano físico de conciencia para seguir evolucionando) hacia unos hábitos u otros, y hacia una serie de situaciones o experiencias en la vida u otras.
Dicha polaridad, aunque lo pueda parecer, no es fija, ya que se puede cambiar a través de nuevas instrucciones u ordenes mentales que provengan de nuestro interior o conciencia.
Decir, que a la mente interior: aquella que interioiza la atención, se le llama conciencia o mente superior; y a la mente exterior: aquella que se deja arrastrar por el mundo exterior constituido por las sensaciones y el deseo, se le llama mente sensorial o mente inferior.
Cuando la atención del hombre se encuentra atrapada en las sensaciones y estímulos que recibe del mundo exterior y en los deseos, el hombre se encuentra identificado con su mente inferior, y la energía de su cuerpo eléctrico se pierde o se gasta al ir en continuo viaje sin retorno de dentro hacia afuera: de nuestro cuerpo eléctrico o astral hacia el exterior. Esto produce el deterioro físico del cuerpo humano. Es lo que nosotros llamamos vejez.
Decir también que la vejez prematura (lo que nosotros llamamos enfermedad) es la consecuencia de un gasto desproporcionado, a nivel energético, de una parte o partes, de nuestro cuerpo, al vivir una situación en particular de forma exagerada.
Recordar también que la sangre eléctrica que recorre nuestro cuerpo eléctrico o astral, es la emoción; y que de igual manera que la sangre física corre por nuestras venas y arterias, así y de la misma forma, nuestras emociones (nuestra sangre emocional) corre por los meridianos o cables eléctricos de nuestro cuerpo astral o luminoso; y sólo una sangre pura, libre de toda polaridad negativa, proporciona verdadera salud a nuestro cuerpo astral.
La reencarnación de nuestra alma en otro cuerpo físico es debida como consecuencia a que el cuerpo astral todavía no goza de una buena salud y tiene que regresar al hospital, que para el alma es esté plano físico de conciencia, a sanar sus viejas heridas emocionales a través de la medicina que supone para ella (para el alma) la toma de conciencia a través del aprendizaje que conllevan las experiencias sanadoras que le haya tocado vivir de nuevo en la tierra.
Pero cuando la atención del hombre es dirigida hacia dentro, como así sucede en la meditación, el hombre se identifica con su mente superior y la energía de su cuerpo eléctrico alimenta a su cuerpo luminoso o astral en un bucle constante de suministro ininterrumpido de luz que lo que hace es que nuestro cuerpo físico se ilumine. El cuerpo físico es la carga de conciencia (o boletín de notas escolares) con que el alma viene a aprender a este plano material o escuela.
La experiencia física del alma por tanto es el cuerpo humano. Si el cuerpo humano se ilumina, la carga de conciencia del alma desaparece, es decir: el cuerpo humano ya no le es necesario como experiencia para seguir aprendiendo, con lo que el alma no necesitaría de más experiencias en éste plano físico de conciencia para seguir evolucionando.
Rafael Santamaria

TALLER DE MEDITACION
(impartido por Rafael Santamaria)
17-18 de diciembre
Más información: senseirsan@gmail.com

martes, 1 de noviembre de 2016

LA VERDADERA BELLEZA; original de Rafael Santamaría

CONVERSACIÓN EXTRAIDA DE ESOS MARAVILLOSOS MOMENTOS QUE TE DA LA VIDA PARA APRENDER

- Mamá, ¿por qué te maquillas?
- Para estar guapa.
- ¿Es qué no lo eres?, mamá
(Una cosa es como eres y otra cómo te ves. La falta de autoestima te roba todo tu poder: aquello que eres)
- Si, pero quiero estar aún más guapa.
- Pero mamá, ¿cómo puede alguien ser más guapo de lo que ya es?
- ¡Ay!, gracias cariño; te quiero.
- De nada mamá; pero sigues maquillandote.
- Cariño, tengo que verme guapa.
- Yo no tengo que maquillarme para verme guapa, mamá.
- Tú no tienes qué gustar a los hombres, cariño.
- Claro mamá; YO SÓLO TENGO QUE GUSTARME A MI MISMA. He ahí mi verdadera belleza madre.

Quién tenga oídos para oír que oiga.

Rafael Santamaría

miércoles, 26 de octubre de 2016

ACLARA TU MENTE, ; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión mí hijo me preguntó que qué pensaba yo que  era lo que él tenía, o debía de hacer, ante una situación en particular a la que tenía que enfrentarse.
En aquel momento intuitivamente deduje que la coyuntura de su problema exigía que fuera él mismo el encargado de sacar sus propias conclusiones y pasar por aquella experiencia.
No le dije lo que tenía qué hacer, sólo que reflexionará la decisión que debía tomar y que nunca le acobardaran las consecuencias fueran cuales fuesen.
Cuando hubo regresado de haber llevado a cabo sus propias decisiones bajo la consiguiente responsabilidad que ello le generaba, al oírle entrar por la puerta le dije habiéndome enterado de antemano que había hecho lo ético.
- Has hecho lo correcto, hijo mio
- ¿Y por qué no me dijiste lo que tenía que hacer? - me preguntó
- Porque entonces no hubieras hecho lo correcto, sino que habrías hecho lo que yo te había dicho que tenías que hacer.
Un hombre, hijo mío, triunfa en la vida sólo si tiene una mente fuerte; da igual los estudios o la formación que tengas, de igual manera que da igual el patrimonio o el dinero que tengas...
- Entonces - dijo interrumpiendome -, ¿por qué tengo que estudiar?
- Yo no lo llamo estudiar, lo llamo escolarizarte, que es la manera que tiene la sociedad de hacerte un obrero; como las abejas, que tienen la abeja reina, y las abejas obreras; sólo que luego, dentro de ese proletariado al que todos estamos destinados y del que todos formamos parte queramos o no:
- sólo aquellos que tienen una mente capaz de tomar decisiones complicadas en momentos difíciles
- sólo aquellos que tienen una mente que corre riesgos y asume consecuencias
- y sólo aquellos que tienen una mente que es capaz de vencer sus propias limitaciones o miedos
aquellos hijo mío, son los obreros más fuertes, tan fuertes, que el sistema no puede con ellos y se convierten en descendientes de unos reyes cuyo linaje tiene su propio destino.
La decisión correcta siempre se alcanza hijo mío cuando has silenciado tu mente, pues es sólo entonces cuando tu corazón a través de tu conciencia te dice lo que debes hacer.
Medita
Rafael Santamaria

jueves, 20 de octubre de 2016

EL AMOR UNE, NO ATA; original de Rafael Santamaría

 - ¿El amor ata o une?, papá - me preguntó en cierta ocasión mí hijo mientras observaba como me ataba una zapatilla fuertemente.
- Un nudo como éste hijo mío - le dije en referencia a la zapatilla que me estaba atando - ata; sin embargo un lazo como el que lleva tu hermana en el pelo une.
Si te atas a una persona, tu relación con esa persona se acabará llenando de nudos, y en el mundo de la pareja todo nudo no deja de simbolizar algún tipo de apego emocional; pero si por el contrario sólo buscas amarla, el lazo que os unirá os permitirá ser libres a la hora de amaros, es decir, os amareis sin apegos y/o condicionamientos
- ¿Pero y el anillo de compromiso no es de alguna manera una forma de atarse a alguien?, papá.
- Recuerda hijo mío que cuando alguien se casa en las invitaciones de boda pone enlace.Toma conciencia pues de que un enlace no es lo mismo que una atadura. El hombre que no sabe amar ata aquello que quiere poseer. Mientras que al hombre que sabe amar no le hace falta atar nada porque lo tiene todo sin la necesidad de tener que poseerlo.
Rafael Santamaría

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA BATALLA DE LA VIDA; original de Rafael Santamaría

Tu mente te ha sido robada por un impostor que se ha hecho pasar por ti: el ego, y con ella retiene a tu alma; pero tu alma no ha perdido la memoria espiritual de quien es gracias a la intuición. Sólo padece de un amnesia temporal debido al sometimiento que le hace el ego a través de tu mente.

Así es que la damisela de tu alma espera a ser rescatada de las mazmorras de la mente en el castillo del ego. Y ésta vida es el campo de batalla de dicha reconquista.

La mente tiene como aliado a tus cinco sentidos, a tus emociones, a tus creencias, y a los temibles "siete pecados capitales" que custodian constantemente el castillo del ego.

Tú, por el contrario, sólo tienes tu fuerza de voluntad y tu corazón.

Pero tu fuerza de voluntad se ha visto doblegada por la pereza y el desánimo, además de por los siete pecados capitales; y tu corazón está anulado por las creencias y las emociones.

Si tu alma no es rescatada en ésta vida, tendrás otras vidas, otras batallas donde poder vencer a la mente para recuperar tu alma; pero aunque no ganes esta batalla deberías empezar ya en esta vida a mermar las fuerzas de tu oponente oponiéndole resistencia a través de una continua toma de conciencia.

Para ello: debes desterrar tus viejas creencias de tu campo de batalla (de tu vida). A continuación, no debes reaccionar para así no aumentar el número de soldados emocionales que tiene el ejército de tu ego. Y una vez hayas recuperarado tu corazón, debes creer en ti recuperando la amistad con un viejo conocido tuyo: la ilusión. Y con un corazón lleno de convencimiento y fe en ti mismo debes vencer por separado a cada uno los siete pecados capitales para recuperar así el cien por cien de tu fuerza de voluntad.

Nadie dijo que fuera fácil, pero todo el que dice que es imposible es porque no lo ha intentado.

Medita.

Rafael Santamaría

PRÓXIMO TALLER DE MEDITACIÓN
MES DE NOVIEMBRE

viernes, 7 de octubre de 2016

MEDITA; original de Rafael Santamaría

La mente se podría decir que es atención, y la atención es la matriz de la energía; y como ya se sabe, nosotros somos energía.
Somos un pensamiento en la mente de Dios.

Los pensamientos llegan a tu mente originados por la identificación de tu ego con las cosas, y tu mente les presta su atención a través de ti ; les presta su energía (tu energía). Debido a ésto tú te acabas identificando con lo que te pasa, ya que tu mente lo hace creíble para ti.

Cuantos más pensamientos concurren una y otra vez a tu mente, tu mente más dispersa está debido a que tiene varios "frentes" abiertos; es decir: tu mente, o foco de atención, se dispersa.

Una atención dispersa conlleva una energía dispersa; y al ser nosotros energía, cuando nuestra mente se dispersa, nosotros mismos estamos dispersos.

Cuando la mente se concentra en una sola cosa, focalizamos la atención; cuando se focaliza la atención, la energía se retroalimenta vigorizandose así misma.

Cuando ese foco de atención se dirige hacia afuera, se consiguen materializar nuestros pensamientos, dando igual la polaridad que tengan éstos (negativos o positivos); pero cuando ese mismo foco de atención se lleva hacia el interior, en lo que se denomina: la interiorizacion de la mente, el alma toma conciencia de sí misma al prestarse nosotros toda nuestra atención.

Mientras sigamos prestando nuestra atención al mundo de afuera, nuestro ego seguirá identificandose con todo aquello que nos pasa: nuestras circunstancias; y entonces sufriremos debido a que nuestras circunstancias son siempre cambiantes.

La serenidad se encuentra en la mente que mira hacia dentro, no en la mente que vive las circunstancias de afuera.

Medita.

Rafael Santamaria

jueves, 6 de octubre de 2016

LA VIDA; original de Rafael Santamaría

La vida en este plano físico de conciencia no es el paso de los años por el cuerpo. Ni tan siquiera son los recuerdos que se guardan bajo llave en el desván de la memoria y/o en el baúl de la nostalgia. Como tampoco son los sueños frustrados, ni las promesas incumplidas; o los amores inacabados en el seno de un corazón afligido.
La vida en este plano físico de conciencia es la vida que hemos llevado; pero no lo que fuimos mientras estuvimos vivos, sino lo que hicimos mientras gozabamos de vida. Pues el éxito en la vida no lo da el destino que se marca cada uno, ni las metas u objetivos, éso son sucedáneos para un paladar atrofiado de una cultura espiritual; sino la forma de caminar por el camino que la vida nos lleva y que de alguna manera antes de venir a este mundo hemos escogido como escuela para la evolución de nuestra conciencia.
Muchas veces me hago la injusta reflexión de qué es lo que he conseguido en ésta vida, pues miro a mi alrededor y no veo nada, nada de lo que me gustaría ver. Pero, ¿y qué es eso que tanto me gustaría ver?
La impaciencia de un corazón domesticado por mi mente me hace soñar con verdades a medias, con sueños de otros comercializados bajo el sello de la cultura del materialismo. ¿De verdad quiero eso? - me pregunto.
¿Qué anhelo de verdad?
Una pregunta cuyo sello no se puede franquear en el destino de la logia del modo de vida materialista.
La interiorizacion de la mente es el camino al auto descubrimiento, y ése auto descubrimiento individual y personal es la razón de ser de cada uno en ésta vida.
No se trata de buscar la felicidad, ésa búsqueda es un camino sin retorno que no lleva a ninguna parte (no os perdáis yendo por ahí) sino de ser felices en el enjambre de los problemas cotidianos de la vida sin permitir que el veneno emocional de la picadura de cualquier dificultad nos cause alergia estacional en nuestra vida.
El ego, nuestro ego, siempre va a estar ahí; va circunscrito a nuestra existencia en este plano físico, pero alimentarlo con la continua identificación con lo que nos pasa, rasga las vestiduras espirituales de nuestra alma dejándola desnuda ante el frío invierno que supone esta vida para la conciencia que está identificada con el cuerpo.
El abrigo del ego no guarda el calor espiritual del alma, pues es sólo el propio abrigo de una conciencia libre de toda identificación el que nos protege del frío invierno de los problemas que conlleva la vida.
Puedes pasarte la vida luchando contra ella o contra ti mismo; contra ella: acabarás perdiendo la vida; contra ti mismo, si ganas, obtendrás la inmortalidad a éste plano físico de conciencia al que erróneamente llamamos vida.
Tú decides, pero el tiempo pasa, y ésta vida es tiempo: el tiempo que pasas por ésta vida.
La seguridad y estabilidad que buscas fuera de ti es imposible de obtener; piensa que es como si quisieras encontrar una embarcación en la que a bordo de ella no se notase jamás el oleaje de las aguas del mar de ésta vida por minúsculas que fueran a veces sus olas.
Pero razona por ti mismo si no has de aprender a no marearte en este mar de circunstancias sea cual sea la embarcación con la que te haya tocado navegar; si no has de aprender a nadar en la infinitud de tus pensamientos sin ahogarte con ellos; y si no has de cruzar el ancho mar de esta vida sin buscar más bote salvavidas que tu propia conciencia libre de ego.
Y no encalles en la isla del costumbrismo y la desidia y sobrevivas allí dejando que el tiempo pase, pues quien naufraga en la isla de su amargura sin hacer por escapar a su propia condena, muere víctima de la más profunda de las soledades.
Rafael Santamaria

miércoles, 14 de septiembre de 2016

A TI TE DIGO; original de Rafael Santamaría

No te quedes en tu isla desierta, allí donde los víveres de la verdadera felicidad escasean. Mejor construye la balsa de la esperanza con los troncos de tu esfuerzo, y hazte a la mar ahora que aún ves el horizonte espiritual que deseas alcanzar.
E iza la vela mayor de tu intuición para surcar el ancho mar de la ignorancia que te rodea; pero mientras cruzas el océano de tu ego, permanece atento en constante meditación para no sucumbir ante el fuerte oleaje de sus tentaciones; pues el viaje será largo y el tiempo estará revuelto.
Ten fe pues en tu timonel: tu corazón; que lo que te aguarda es cien veces mayor que lo que ahora tienes.
Y aun teniendo buena mar, recuerda que los piratas de tus malos hábitos siempre andarán al acecho para recuperar su botín: Tú.
Y no sigas la cartografía de otros, que aun teniendo todos el mismo Destino, cada uno ha de llegar a Él por diferentes caminos.
Dejate guiar siempre por lo que intuyes que sabes para poder alcanzar la orilla del Conocimiento.
Y no siembres más dudas en tu isla desierta, o los primeros brotes de tus miedos no te permitirán nunca hacerte a la mar en busca de conocimiento.
Se pues como ése capitán que tomando el mando de su mente consigue llegar a buen puerto en medio de una tempestad emocional.
Y espera a que las aguas estén mansas de las emociones que generan tus pensamientos si de verdad ansias ver por ti mismo cuan profundo es la oscuridad de tu ego.
Y no lleves más tripulación que tú mismo, que lo que en la otra orilla te aguarda, nos espera a todos por igual; y es el alma de cada uno la que ha de alcanzar su propia orilla divina y espiritual.
Rafael Santamaria

miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL CAMINO; original de Rafael Santamaría

Has de pasar por la noche más oscura, la más tenebrosa, y la más lúgubre antes de poder ver el sol;
has de sentir el vacío más profundo y la soledad más dolorosa antes de conocer la perfecta compañía;
has de hervir sobre las aguas de tus propios miedos para descongelar así tus inseguridades;
has de sentir en toda su magnitud la debilidad, la frustración y el olvido para vencer la angustia;
has de perderte y andar perdido para conocer bien cuál es tu camino;
debes convivir diariamente con quien pueda herir a tu ego para conocer bien cómo sanar esas heridas;
debes luchar temiendo tus fuerzas pero sin darte tregua alguna para enfrentándote a ti mismo hallar gloria en tu contienda.
Nadie dijo que fuera fácil, pero tampoco es difícil, tan sólo es parte del camino.
Rafael Santamaria

viernes, 2 de septiembre de 2016

MAESTRO...; original de Rafael Santamaría

-Maestro; ¿cómo le gustaría que fuera su vida?
-No deseo que sea de ninguna manera, pues cualquier circunstancia que contraviniera mis deseos de cómo desearía que fuera mi vida me haría sufrir. Acepto mi vida tal cual es.
-¿Cómo le gustaría que le amasen?, Maestro.
-Prefiero enfocar mi atención en cómo me gustaría poder y llegar a amar.
-¿Hay alguien que ocupe ahora mismo su corazón?, Maestro
-Nadie puede ocupar algo que no está hecho para ser ocupado.
-Bueno, me refería a sí hay alguien especial en su vida.
-En mi corazón hay sitio para todos. Todo el mundo es bienvenido. Por eso sí hay alguien especial en mi vida es todo aquel que se cruza en mi vida.
-¿Y si la persona que se cruzase en su vida fuera mala?
-Nadie llega a tu vida sin previa invitación. Todo el que llega a tu vida es para enseñarte algo; y todo el que se va de tu vida es porque ya no tienes nada más que aprender de él.
-¿También se puede aprender cosas de la gente mala?, Maestro
-Tantas como todas aquellas cosas que tengas en sintonía con la maldad de la persona que tienes que aprender.
-Maestro, ¿por qué aprendemos antes lo malo que lo bueno?
-Porque nos es más fácil, ya que nuestra energía se ha dejado imantar social y culturalmente hacia el lado negativo de las cosas.
-Y Maestro, ¿cómo puede encontrar paz en este mundo?
-No buscándola en éste mundo.
-¿Y en qué mundo la busca?
-En el mio propio.
-¿Y cuál es su mundo propio?, Maestro
-Mi alma.
Rafael Santamaria

jueves, 11 de agosto de 2016

RECUPERA TU PODER; original de Rafael Santamaría

Nadie tiene más poder sobre ti que el que tú le concedes que tenga.
Mi historia es bastante singular pues la toma de conciencia que tuve es bastante particular.
En cierta ocasión me enteré que me habían usurpado unas fotos que estaban empleando con una identidad falsa. Al principio me molestó, pero luego al enterarme que lo hacían para ligar me llamó la atención: " Alguien me había escogido a mí porque se pensaba que con mi físico tendría más posibilidades de llamar la atención sobre una mujer "
Está reflexión me dio que pensar. Deduje que entonces yo no era tan vulgar, físicamente hablando, cómo me había hecho creer la persona que había estado a mi lado durante muchos años.
A mi ego le hubiera encantado saber el éxito que estaba teniendo la persona que estaba utilizando mis fotos, pero me contenté con darme cuenta de que valía más de lo que yo a mí mismo me había llegado a degradar.
¿Pero cómo había llegado a degradarme tanto?
La primera respuesta que me vino fue la de ego, es decir, la culpa la tenía la persona que me había hecho sentir así.
Gracias a Dios, inmerso en una de mis meditaciones, me di cuenta que el único responsable de haber llegado a tal extremo era yo. Era yo porque yo era el que había permitido que otra persona tuviera poder sobre mí. Y ese poder se manifestaba en que yo llegaba a creerme las opiniones que aquella persona. verbalizaba sobre mí.
Fue un trabajo duro el hecho de recuperar el poder que sobre mi le había otorgado a esa persona.
Tenía mucho miedo, pues tenía muchas inseguridades.
Pero me sirvió de mucho apoyo el saber que aquella persona que me había usurpado unas fotos a través de Internet confiaba más en mí que yo mismo.
Normalmente, y sin saber por qué, a lo largo de nuestra vida vamos entregando pequeñas parcelas emocionales de nuestro gran latifundio emocional, a la vez que hacemos concesiones de nuestra seguridad en nosotros mismos a personas externas qué tan solo quieren expropiarnos nuestra confianza en nosotros mismos para hacer negocio con ella, ese negocio suele ser el chantaje emocional.
En estos casos, sin otro abogado que la confianza que tenga una persona en sí misma, los pleitos se ganan interiorizando la frase de que nadie tiene más poder sobre ti que el que tú le concedas.
Estos lazos emocionales son tan difíciles de cortar, que todavía conozco gente que ha llegado a divorciarse de su pareja sin haber conseguido cortar del todo el control emocional que aún siguen ejerciendo él (o ella) sobre él (o ella)
Y dicha manipulación no sólo se limita al mundo de la pareja, sino que también sucede entre padres (o madres) que no sueltan a sus hijos porque éstos les han concedido a sus padres un poder sobre ellos que no saben, o no se atreven, a recuperar.
También existe entré amigos, jefes y empleados, profesores y alumnos, etcétera.
Rafael Santamaría

sábado, 6 de agosto de 2016

QUIERETE. AMATE; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión acompañe a mi hija a hacerse unas fotos pues las necesitaba para hacerse el carné de identidad.
- No me gusta nada como he salido. Me veo fea - me dijo mi hija cuando hubo visto las fotos que le habían hecho
- A mi me gusta como sales. Estás muy guapa - contesté.
- Papá...
- No lo digo para quedar bien, lo digo en serio.
- Claro, como tú me quieres, me ves guapa - replicó mi hija.
- Exacto hija mía, tú lo has dicho. De lo que se deduce que como tú no te quieres, es imposible que te veas guapa.
Entiende entonces hija mía que la culpa de que no te gustes no la tienen ni las fotos, ni el fotógrafo, sino la falta de un amor incondicional hacia ti.

Te invito a reflexionar sobre lo que te acabo de contar, pues aún hay un montón de personas en el mundo que no se gustan a sí mismas, y si no se gustan así mismas nada más es por su falta de amor incondicional hacia ellas mismas. Y es la falta de amor incondicional hacia uno mismo lo que hace que nuestra vida sea una vida llena de altibajos con nuestras dudas, miedos, envidias, egoísmo, rencor, resentimiento e ira.

Rafael Santamaria

lunes, 18 de julio de 2016

SIRVETE DE SABER QUE HACES LO CORRECTO; original de Rafael Santamaría

Se generoso. Deja al ruin que se alimente de su propia mezquindad. No tomes de su mano su mal ejemplo. No sigas su estela.
Sirverte de saber que haces lo correcto.
No te dejes confundir por conductas que te incitan a ser igual que los demás.
Se lo que te dice tu corazón que eres.
No te dejes sobornar por tus pensamientos.
No busques justificaciones a tu conducta.
No mires en otros la oportunidad de ser igual que ellos para poder justificar así tus errores.
Echa andar cada vez que te pares.
No busques la ocasión para dejar de hacer lo correcto.
Haz lo que sabes hacer con la elegancia de la ilusión y el convencimiento.
Piensa por ti pensando primero en los demás.
No vivas en pareja hasta que no des muestras de haber sabido convivir contigo mismo.
Ama lo que haces para sentir ese mismo amor en cada cosa que haces.
Deja el pasado en tu memoria para poder vivir el presente en tu corazón.
Olvidate de tener todo bajo control.
Deja que el curso de la vida te lleve por los rápidos de sus circunstancias.
No te ahogues allí donde los problemas no cubren por el simple hecho de tener miedo al agua.
Deja de correr en este mundo para que así la vida te alcance.
Llenate de paciencia y no permitas que nada ni nadie te vacie de ella.
Toma aire en tu vida cada vez que sientas que te falta algo.
Y haz siempre lo que debas para no sentir que debes algo a alguien.
Rafael Santamaria

martes, 5 de julio de 2016

TODO ES UNA PROYECCIÓN, TODO ES UNA ILUSIÓN; original de Rafael Santamaría

Cuando morimos toda nuestra vida se nos proyecta a modo de película en nuestra mente.
Una conciencia, la nuestra, libre de ego, observa ésta película.
Dicha película es la vida que hemos llevado. En ese momento no existen las versiones, es decir, vemos la película, los hechos, tal y como ocurrieron, y no como muchas veces fueron versionados por nuestro ego.
De todo esto se deduce que la mente es como una pantalla de cine donde se proyectan nuestros pensamientos. Y que si miramos hacia la pantalla, hacia el exterior, sólo veremos ésos pensamientos. Pero si el espectador cambia la perspectiva de su mirada, y mira hacia el interior, veremos la cabina desde la que se está proyectandolo la película y entenderemos entonces que todo es una proyección.
Las imágenes de nuestra vida quedan impresas en nuestro cerebro a modo de rollo de película.
Cuando en la sala donde se estaba proyectando la película se encienden las luces, (cuando llega la muerte física) el espectador se da cuenta de que todo era un proyección. Y es invitado a abandonar la sala de la vida hasta una nueva proyección.
Todo son imágenes etereas que cobran realismo en nuestra pantalla mental cuando el foco de nuestra atención esta orientado hacia el exterior: hacia ésas imágenes que nosotros mismos proyectamos; pues esa es para nosotros nuestra realidad mientras no cambiemos el foco de nuestra atención.
Rafael Santamaria

jueves, 30 de junio de 2016

EL RINCÓN DEL PERDÓN; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión fui a buscar a mi hijo al colegio.
Como no le encontraba empecé a buscarle por las aulas. Al final le encontré en una clase que no era la suya. Estaba en un rincón.
- ¿Qué haces ahí? - le pregunté a mi hijo. Pero la que me respondería sería la profesora que le vigilaba.
- Está en el rincón de pensar, ha hecho una cosa mal y necesita reflexionar.
- Ah, muy bien ¿Y dónde está el rincón del perdón?
- ¡Cómo! - exclamaría
- Si, necesita un rincón del perdón, si no aprende a perdonarse no aprenderá jamás; créame.
Un año más tarde tuve la ocasión de visitar de nuevo el interior del colegio. Nunca encontré el rincón del perdón.
Así es muy difícil aprender, me dije.
Rafael SantamariaEL

NO TE PREOCUPES, FLUYE; original de Rafael Santamaría

No debes tener miedo, el miedo solo paraliza la fe que Dios quiere que tengas en Él. Sin esa fe el hombre se agobia por su futuro al vivir la vida desde la perspectiva mental que le invita a planificar las cosas como si las cosas tuvieran un futuro predecible y controlable por él.
Soy un pensamiento en la mente de Dios.
Entonces..., si siempre estoy en sus pensamientos, ¿por qué y de qué me preocupo? - pensé en cierta ocasión - pues es Él el que ya se preocupa por mi al tenerme siempre en sus pensamientos - deduje.
Entonces me di cuenta que las preocupaciones distorsionan la comunicación innata que a través de la intuición existe entre la Conciencia Cósmica (o Dios) y nuestra conciencia.
Debo limpiar mi mente de todo vestigio inerte de pensamiento con que mi ego quiere desconectarme de mi verdadera conciencia - me dije a mí mismo.
Entonces rece y rece como me enseñaron a rezar cuando era pequeño, y tras mis oraciones me llegó la imagen de un libro que ya había visto en algún sitio pero que no recordaba dónde:" Autobiográfica de un Yogui", de Paramahansa Yogananda.
En verdad, el camino es corto para la mente que no se preocupa de hacerlo largo.
Medita
Rafael Santamaria

jueves, 14 de abril de 2016

EQUIVOCATE; original de Rafael Santamaría

-¿Sabes cuántas veces me he equivocado yo? - le dije en cierta ocasión a un buen amigo mientras charlábamos acerca de la vida - dejé de contarlas el día que me di cuenta de que me faltaban números para poder enumerarlas.
Ahora solo pienso en lo que quiero, no en si me voy a equivocar por tomar ésa elección, porque si me equivoco en lo que quiero, entonces es que realmente no lo quiero, o no lo necesito; y de acuerdo a esta equivocación entonces podré acercarme más a saber lo que de verdad quiero.
¿Realmente estas dispuesto a equivocarte? - le pregunté
Entiende pues, que la inmovilidad a hacer aquello que quieres nace del miedo a equivocarte.
Rafael Santamaría

miércoles, 2 de marzo de 2016

EL AUTO CONOCIMIENTO; original de Rafael Santamaría


Tu mente es atención.
Una mente dispersa conlleva una atención dispersa.
Tus pensamientos llaman constantemente la atención de tu mente convirtiendo a tu mente, una vez captada su atención, en un cúmulo de pensamientos, haciendo creer entonces a tu mente que tu mente piensa.  
Pero tu mente que te quede claro que no piensa.
Entiende que una mente que centra la atención en sí misma se olvida de "pensar", se olvida de todo pensamiento que tiene en sí misma, en su mente. Y entiende también que cuando un pensamiento no recibe la energía (el sustento) de la atención (de la mente) se debilita gradualmente hasta llegar a su completa desaparición. Sólo el recuerdo de nuestra atención (de nuestra mente) puede hacerlo revivir.
Cuando la atención se interioriza en la propia atención: cuando la mente se observa a sí misma, el poder de nuestra atención, el poder de nuestra mente, se vuelve infinito al no estar limitado por nuestros pensamientos.
Todo es (todo lo vives) según a donde lleves (según donde tengas) la atención de tu mente.
Una mente que sabe que ningún pensamiento de los que le asedian es suyo, es una mente que se conoce a sí misma; y el auto conocimiento (mental) es sinónimo de sabiduría.
Rafael Santamaría

Clases de Meditación ZEN a cargo de Rafael Santamaría.
Pídenos información a través del siguiente email:
info@gema-martin.com

martes, 1 de marzo de 2016

TODA TU REALIDAD ES MENTAL; original de Rafael Santamaría

Toda tu realidad es mental.
Nada de lo que crees que es real es real salvo para tu mente.
Tu mente construye a través de tus pensamientos una realidad, y tú vives en esa realidad al identificarte con los pensamientos que hay en tu mente.
Tus pensamientos abarcan, comprenden y definen tu realidad.
La realidad de esos pensamientos se proyecta en la pantalla de tu mente, y al igual que si estuvieras en una sala de cine, tú ves en la gran pantalla de de cine que es tu mente la película mental de tus pensamientos, creyendo así que lo que estás viendo es la única realidad existente al estar la sala de cine de tu conciencia con la "luz" apagada.
Cuando la luz de la conciencia se enciende, a los pensamientos de la pantalla de tu mente les falta el brillo de la credibilidad que les proporcionaba el hecho de que la sala de tu conciencia estuviera a oscuras.
Cada vez que se proyecta una película en tu mente, la sala de tu conciencia, al igual que sucede en una sala de cine, se oscurece para transmitir al espectador, que es el alma, la sensación de que lo que está viendo es real.
Los espectadores o almas que viven encerradas en esa sala de cine llegan a creer que la única realidad existente es la que están viendo; éstas almas no conocen la luz de su conciencia que ilumina dicha sala, la cual luz, cuando se enciende, pone en evidencia a nuestras películas mentales y nos las muestra tal y como en verdad son: realidades ficticias de nuestra mente.
Los esquemas mentales por los que nos regimos en nuestra vida no son más que los gustos a la hora de elegir que "tipo de cine", que tipo de películas mentales, nos gusta ver más; es decir, no son más que con que tipo de esquemas mentales (formas de pensar) nos sentimos más identificados.
Aparece también en esta vida la figura del "critico" de cine; aquel o aquella persona que crítica la película (mental) de otros sacándole todos los aparentes defectos.
Las lámparas que están apagadas en la sala mental donde se proyectan las películas de nuestras pensamientos equivalen a nuestros chakras; éstas lámparas permanecerán apagadas mientras la corriente eléctrica (o energía kundalini) no llegué a todas y cada una de ellas y las ilumine.
La meditación hace pasar dicha energía por estás puertas energéticas (por estas lámparas) hasta que dicha energía, "encendiendo" cada lámpara, consigue iluminar la sala de proyecciones.
Una vez que dicha sala (la conciencia) queda iluminada, el proyector del ego que proyectaba sus pensamientos en la pantalla de nuestra mente es sustituido por la intuición.
Rafael Santamaría

Clases de Meditación ZEN a cargo de Rafael Santamaría.
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jueves, 25 de febrero de 2016

EGO; original de Rafael Santamaría

La mente es, entre otras muchas cosas, una máquina del tiempo. Nos traslada al pasado y al futuro a una velocidad de vértigo. Pero ninguno de estos dos tiempos son tiempos presentes, tiempos reales. Y hay que recordar que sin presente no hay futuro; y el pasado ya no existe. 
Como puedo entonces ir con la mente a lo que está pasando ahora? 
Todos nuestros pensamientos se avienen a recordar, a revivir o a pronosticar, una situación o una experiencia. Cuando nuestra atención no se centra en recordar, en revivir, o en vaticinar lo que pensamos que va a suceder, entonces la mente se libera del caos del pensamiento, y se centra en el ahora. 
La eternidad se podría asemejar a lo que está sucediendo ahora. Ésto, éste momento, puede hacerse inmortal pues no tiene ni pasado ni futuro. Es atemporal para nuestra mente ya que no puede clasificarlo como pasado o futuro, no puede etiquetarlo, y sin etiquetas, todo lo que vive la mente es nuevo, y lo nuevo conlleva para nuestra mente la experiencia de lo auténtico. Y sólo el ahora es auténtico, todo lo demás, pasado o futuro, es una burda réplica, una imitación mental, a lo que estamos viviendo. 
La mente se mueve hacia detrás y hacia delante en el tiempo; para "sujetarla", para anclarla en el presente, hay que dejar de pensar. 
El pensamiento es un juicio en el tiempo. Sí evitamos juzgar, y evitamos los tiempos pasado y futuro, los pensamientos se desvanecen por si solos (la inercia de pensar se desvanece por si sola), y la mente se detiene. 
Cuando meditamos, el tiempo y el juicio deberían desaparecer.
La atención puesta en la respiración, en nuestra respiración, nos aleja de los tiempos y los juicios. 
La respiración, nuestra respiración, está influenciada por nuestro modo de vivir las cosas; y nuestro modo de vivir las cosas esta condicionado por nuestra forma de pensar. 
Observando nuestra respiración podemos llegar al entramado subconsciente de cómo es nuestra forma de pensar. 
Pero estamos tan ligados a esa forma de pensar, creyendo, o haciéndonos creer, que nuestra forma de pensar es siempre la buena y la correcta en todo momento, que nos resulta sumamente complicado y difícil, soltar nuestra respiración, es decir, nos resulta sumamente complicado soltar nuestras viejas creencias con las cuales nos hemos identificado y a través de ellas hemos creado un personaje con unas características (ego), en mi caso Rafa, que busca la atención y el protagonismo en el drama cósmico de la vida de cuantas personas se cruzan por nuestras experiencias y circunstancias vivenciales.
Así mismo, la energía que nos mueve proviene del pensamiento, cuando éstos pensamientos están sujetos a formas de pensar: creencias, inculcados por criterios, y nunca por nuestra propia experiencia, nos convertimos en autómatas de nuestros pensamientos (que no son nuestros) a la vez que en sujetos pasivos de todo cuanto nos sucede en la vida. 
El reset mental, el formateo de nuestra mente, se consigue a través de una toma de conciencia continua basada en el ahora. 
Una forma de trabajar esa continua toma de conciencia es entrenando la observación. 
Observando nuestra respiración nuestra atención tan sólo observa, desligandose así del viejo hábito del juicio y la opinión. 
Se podría decir que la meditación se basa en entrenar nuestra atención haciéndola observadora.
Cuando la atención sólo observa se despierta la intuición. 
La intuición se asemeja al pensamiento, pero difiere de él en que carece de juicio, por tanto nunca puede ser negativo. 
La intuición proviene de la interiorizacion que hace la mente al observar. Proviene de la interiorizacion de la mente (en esa interiorizacion la mente se encuentra con el alma) 
Cuanto más interioricemos nuestra observación más profunda será nuestra toma de conciencia.
Cuando nuestra toma de conciencia llega hasta el corazón, el amor ilumina nuestra alma.
Cuando el amor ilumina nuestra alma, la divinidad de nuestra conciencia se despoja, se libera, de la caracterización del personaje ego al que venía interpretando sin darse cuenta. 
Rafael Santamaría

MEDITA; original de Rafael Santamaría


La vida está llena de continuos problemas: no acabas de resolver uno cuando ya te está viniendo otro. Nunca vas a dejar de tener problemas, la vida es así, cuando unos se van aparecen otros.
Tu misión es saber gestionarlos con la actitud y el discernimiento adecuado.
La meditación te ayuda a no ver la vida como un problema, sino que te invita a tomar una perspectiva sobre la situación, y es dicha perspectiva la que te ayuda a resolver el problema no formando parte del mismo.
Si tienes un problema, y vives ese problema en primera persona (como hace la gran mayoría de la gente), entras a formar parte del problema; y así nunca lo resolverás.
Y siendo en parte la vida una continua sucesión de problemas que te toca resolver, llegará un día que siguiendo con ésta actitud tuya de tomarte las cosas a título personal, tú mismo te convertirás en un problema, no sabiendo entonces resolver tus propios problemas porque tú mismo te has convertido en un problema para ti.
Para resolver el problema, o los problemas, que acechan tu mente en esta vida, necesitas perspectiva sobre el problema, necesitas perspectiva sobre tu mente; necesitas saber observar el problema sin dejarte arrastrar por él. Necesitas meditar.
La meditación te invita a ver el problema a través del hábito adquirido de la observación (perspectiva), y no ha formar parte de él como quiere tu ego que hagas.
La meditación trabaja la observación, dejando de lado la implicación.
La meditación te invita retomar el control sobre tu atención, y a usar tu fuerza de voluntad.
Ambos dos: la atención y la fuerza de voluntad, constituyen los dos medios necesarios que necesitas en tu vida para alcanzar cualquier cosa que te propongas.
La meditación te ayuda a observarte a mi mismo y a todo aquello que acontece en tu vida haciendo que formes parte indivisible de todo cuanto te sucede pero sin etiquetarlo de bueno o de malo, que es lo que hace la mente juiciosa del ego; y esto, a su vez, es lo que te hace sufrir.
La primera técnica que se aprende cuando se medita es la de la respiración.
La atención puesta en la respiración, en nuestra respiración, nos aleja del juicio de la mente. Al observar nuestra respiración de alguna manera estamos observando el inconsciente de nuestra mente: todo aquello que no sabemos que pensamos pero que pensamos.
Porque la respiración: quién la lleva a cabo? Tu inconsciente, no? (es inconsciente) así pues, observando la respiración observas tu inconsciente.
La respiración, nuestra respiración, está influenciada por nuestro modo de vivir las cosas; y nuestro modo de vivir las cosas esta condicionado por nuestra forma de pensar.
Se deduce entonces que observando nuestra respiración podemos llegar al entramado subconsciente de cómo es nuestra forma de pensar; y así conocernos a nosotros mismos.
Pero estamos tan ligados a nuestra forma de pensar, creyendo, o haciéndonos creer, que nuestra forma de pensar es siempre la buena y la correcta en todo momento, que nos resulta sumamente complicado y difícil, soltar nuestra respiración, es decir, nos resulta sumamente complicado soltar nuestras viejas creencias mentales con las cuales nos hemos identificado y a través de ellas hemos creado un personaje con unas características (ego)
En esta técnica de lo que se trata es de observar pacientemente nuestra respiración sin implicarnos con ella ni intentar controlarla para al final, conseguir soltarla.
Intentamos tener el control todo el rato sobre nuestra vida y lo que nos sucede, y ésto es imposible.
El intento de controlarlo todo nos produce ansiedad, por el contrario, la aceptación de las circunstancias, los hechos, y de nosotros mismos y cuantas personas están a nuestro alrededor, nos invita a la paz.
Una vez se consigue soltar la respiración la persona se ha desprendido de los lazos (apegos) que tiene sobre su cuerpo y está vida.
Medita
Rafael Santamaría

martes, 16 de febrero de 2016

Y TUS PECADOS TE SERAN PERDONADOS; original de Rafael Santamaría

- Cómo podía perdonar Jesús los pecados en nombre de Dios? - me preguntaron en cierta ocasión
- Al tener Jesús su conciencia en estrecha comunión con la conciencia divina, o conciencia de Dios, Él podía escuchar con el corazón a los hombres que se sinceraban con Él, en vez de escucharles con la mente que todo lo juzga, como hace el hombre vulgar; y quien escucha con el corazón, tiene la facultad de hacer ver a los demás que sus pecados les pueden ser perdonados si toman conciencia de su error e intentan no volver a cometerlo.
- Y cómo se hace éso?
- Alguna vez has hecho algo de lo que te arrepintieras?
- Claro.
- Pero algo de lo que te arrepintieras tanto que pediste perdón por lo que hiciste llorando de corazón?
- Mmmmm, si, creo que si.
- Entonces intuyo que aquel arrepentimiento tuyo fue sincero, no?
- Sí, claro.
- Así y de la misma manera lloró María Magdalena cuando Jesús la hizo ver sus faltas.
Y te hiciste en aquel momento la firme promesa de intentar no volver a hacerlo aunque tu flaqueza te haya invitado a cometer el mismo error más de una vez?
- Sí, sí lo hice.
- Entonces a ti también te fueron perdonados en aquel momento tus pecados.
Tan sólo tienes que darte cuenta de tu error, arrepentirte de él con todo tu corazón, e intentar no volver a cometerlo de nuevo, sabiendo que muy probablemente puede que tardes mucho tiempo en llegar a dominarte a ti mismo para no volver a cometer ése error.
Es bueno que veas tus faltas, y no las de los demás, pues eso te ayudará a no engañarte a ti mismo justificando tus "pecados"; y es bueno también que viéndolas te entre tal remordimiento que intentes no volver a cometerlas, pues dicha intención ya esta rectificando tu error: tu pecado.
Y el hecho de no darte jamás por vencido, por mucho que la flaqueza de tu condición humana te invite a cometer el mismo error una y otra vez, te eleva a la condición de mártir de tus pecados, convirtiéndose entonces en un santo.
Entiende que a Dios no le preocupan tus pecados, pues conoce tu condición humana, ya que Él ha sido el que te ha puesto aquí; lo que le preocupa es la actitud que muestres frente a ellos.
Rafael Santamaría

EL CORAZÓN; original de Rafael Santamaría

Ninguna reflexión te sacará de dudas, de dudas sólo te saca tú corazón. Pero no le hagas preguntas, que entonces lo conviertes en mente, mejor escuchale sin preguntar: medita.
Porque él habla en el silencio de tu mente, porque él habla sin pensar. No pienses y le escucharás.
Y no es cuestión de parar la mente, sino de dejar de pensar. Tu corazón te lo agradecerá.
Pues tus pensamientos lo desgastan haciéndole pensar.
No fue hecho para pensar, ni para sacarte de dudas, o resolver problemas. Él es la ecuanimidad. El punto medio donde la balanza de nuestra vida debería estar, ya que su amor es del todo imparcial.
Y no lo lleves al terreno de tu mente, ni abones ése terreno con tus pensamientos. Déjale donde está. Su sitio es su lugar. Pues en cualquier otro sitio estará fuera de lugar.
Entiende que las personas más felices son las que lo saben escuchar, pero que la mente siempre interviene para hacerlo callar. Que la infelicidad está en cómo piensas y cómo le hagas pensar. Y que cuanto más desaprendas lo que sabes más cerca de él estarás. Su conocimiento se basa en saberse dar, su sabiduría: en saber escuchar.    
Él es el camino que nos libera de la acción de pensar.
En él reside el entendimiento y la comprensión, pilares éstos de la verdadera aceptación.
La mente no ha de interferir nunca en el corazón, pero el corazón si ha de intervenir siempre en los designios de la mente. Pues entiende que lo que el corazón quiere la mente se lo muestra.
Él es la causa primera de nuestra existencia y su fin último.
Todo esta en nuestra mente porque todo es mente, si; pero todo lo que está en nuestra mente proviene de nuestro corazón, porque todo cuanto existe está hecho de amor.
Rafael Santamaría

viernes, 5 de febrero de 2016

EL MURO; original de Rafael Santamaría

Ustedes tienen la mente llena de ideas. Es imposible entonces que ustedes puedan ver a Dios con tanto pensamiento como hay en sus mentes. Como mucho, ustedes se imaginan, o se pueden llegar a imaginar lo que es Dios, por lo que hay en su mente acerca de la definición o concepto que tienen ustedes acerca de Él; definición, que por otra parte, ha sido consensuada por opiniones e ideas de otros, nunca por ustedes mismos y su intuición; pero verle no pueden verle, no se engañen. Y Dios no está en su imaginación, sino en sus corazones. Pero ustedes sólo ven sus pensamientos, nunca su corazón. Es lo que les han enseñado a hacer, y es lo que hacen.
Da igual que ustedes crean o no crean. Que lo llamen Dios, Divinidad o Universo. Pues todo procede de lo mismo al ser todo lo mismo.
Pero para ver a Dios, la Realidad, lo que de verdad existe y está tras el muro de su mente, para ver lo que verdaderamente hay en sus corazones tras ése muro de las lamentaciones, de las penas y el sufrimiento, es decir, tras el muro de su mente, ustedes tienen que derribar su propio muro, sus propias limitaciones, su propia mente infectada de ego.
Cómo?
Ustedes tienen que allanar su camino a través de una continua introspección sobre ustedes mismos, llegar hasta su propio muro, y una vez allí: derribarlo.
Éste no se derriba con pico y pala, sino con una inconmensurable fuerza de voluntad que ustedes ya tienen pero que no utilizan.
El muro es infranqueable si no se derriba, así que no especulen: no se auto engañen diciéndose: "lo voy a saltar, lo voy a rebasar"
No busquen bordearlo, eso es lo que llevan haciendo vida tras vida en éste periodo ilimitado de encarnaciones. Derribenlo ahora y ya.
Siéntese frente a su muro y contemplenlo. Simplemente contemplenlo.
Sus ladrillos están hechos de pensamientos que no soportan que se les observe.
Y perseveren en su contemplación. Pronto verán un hueco en su muro. No es el momento de pasar todavía a través de él (de ése hueco), pues no se trata de pasar al "otro lado", sino de derribar su muro.
Cuando su muro de deshaga, ustedes serán libres.
La verdadera libertad no tiene límites semejantes a sus muros. La verdadera libertad lo comprende todo, y no sólo aquello que ustedes tienen en el interior del cerco que limita sus mentes.
Sientense y contemplen su muro. No hay otro camino. Simplemente contemplenlo.
Mediten.
Rafael Santamaría

jueves, 4 de febrero de 2016

"MI MIGUEL"; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión me invitaron a pescar. La cruda realidad es que no quería ir porque no me llamaba mucho la atención, ya que no podía decir que no me gustaba debido a que nunca hasta entonces había ido de pesca. Pero era uno de esos compromisos ineludibles que se hacen un hueco por si solos en nuestra vidas.
Un inciso: cuando se pesca debes mantener un mínimo de silencio, si no los peces no se acercan.
Si no vamos a poder hablar, y no se pescar, entonces a qué he venido? - reflexione.
Pero la vida, por definición, está llena de momentos parecidos a éste, donde por la inercia del destino nos encontramos con situaciones que nos aportan una gran y grata experiencia.
- Aquí no hay muchos peces - me dijo
- Ah, no? Entonces para que nos paramos aquí? - pregunté yo
- Porque por aquí está Miguel. Vamos a esperar a que venga
Como no tenía ni idea de pesca no puse ninguna objeción. Además, pensé que el tal Miguel sería algún compañero suyo de pesca, un buen amigo con el que solía salir a pescar.
Pasaron las horas y mi estómago se empezaba a impacientar, y como consecuencia, mi mal humor comenzaba a aflorar.
Un estómago vacío hace mucho ruido, y una mente que escucha ese ruido es una mente que se acaba impacientando.
- Me parece que Miguel no va a venir. Podíamos empezar sin él - le sugerí.
- Sí no te importa, comeremos cuando él haga acto de presencia. Debe estar a punto de llegar.
Pero el reloj, el estómago, y aquello, que era más aburrido que las clases de inglés del instituto, me estaba empezando a enervar mi lado más irascible.
- Ya está aquí! Le veo. Es él - exclamó lleno de júbilo - Miré para todos lados en busca del tal Miguel pero nada - Te dije que vendría
Bueno, al fin comeremos; pensé.
Se precipitó sobre la caña de pescar y mirando a las aguas de aquel río empezó a dialogar consigo mismo.
- Ven aquí para que te vea. Tengo que presentarte a alguien.
Mientras le veía hablar con el reflejo de su yo en el agua me dije: la primera y última vez que cedo a hacer algo que no me atrae. Éste tío está loco.
De repente, empezó a recoger el sedal mientras seguía hablándole al río. Yo me mantenía en mi búsqueda del tal Miguel con la esperanza de poder empezar a comer en breve.
- Miguel! - exclamó
Me di la vuelta para ver a ver al tal Miguel, pero para sorpresa mía vi un ejemplar enorme de pez, que al no entender, sólo puedo tratar de describirlo como un tiburón pequeño con cara de delfín.
- Ven a saludar - le dijo una vez lo tuvo a su alcance.
- Vamos a tener comida para un par de días - alegue
- A Miguel no se le cocina. Es un pez vivo, no muerto
- Ah!, pues nos vamos a perder un buen pescado - esto me pasa por ir con gente que pone nombres a los peces, pensé - Y por cierto, cómo sabes que éste es tu Miguel?, si todos los peces son iguales.
- Porque he aprendido a diferenciar los peces. Aunque no te lo creas no todos los peces son iguales.
- Sí, pasa lo mismo con las hormigas. Tenía un amigo que les ponía nombre. Acabo en el psiquiátrico.
- Muy gracioso.
- Y se puede saber para qué has pescado al famoso Miguel? No lo entiendo.
- Estás casado?
- Divorciado
- Tienes pareja?
- No.
- Muy bien, para cuando la tengas. Toma nota: a tu pareja un buen día la sacarás del río de la vida a través del anzuelo de la atracción para decirla que estás aquí y que quieres conocerla: la pescaste, pero si la das muerte y la cocinas con el único fin de saciar el voraz apetito de tu personaje de macho conquistador que biologicamente y de forma instintiva todos los hombres llevamos dentro, sólo la habrás disfrutado momentáneamente, es decir, sólo habrás disfrutado de su compañía unos días, unos meses, unos años; es mejor por tanto devolverla al río de la vida y disfrutar de ella y a su lado viéndola crecer.
Si es tu pez volverá a ti cada vez que tú vuelvas a él; por éso puedo reconocer a Miguel, y él a mi, entre un millón de peces; porque él es mi pez y yo el hombre que lo pescó, no el hombre que le dio caza y se lo comió. Entiendes?
- Qué haces! - exclame viendo que se quería desprender de semejante ejemplar arrojandolo al río - Lo vas a devolver al río?
- Es que le pertenece al río, no a mi. Todavía no has entendido nada de lo que te acabo de decir.
Aquella noche me fui a la cama pensando en Miguel.
A la mañana siguiente me desperté con una sensación nueva y un firme propósito: tenía que deshacerme de mi vieja caña de pescar (mi vieja manera de pensar) y encontrar a ésa mujer: mi "Miguel", simplemente para acompañarla, y viéndola crecer, crecer juntos.
Buena pesca.
Rafael Santamaría

martes, 2 de febrero de 2016

LA LUNA y EL SOL; original de Rafael Santamaría


- Papá, cuéntame otra vez la historia de cómo se encontraron la Luna y el Sol? - me dijo en cierta ocasión mi hija.
- Vale - contesté yo - Hace ya mucho tiempo, le dijo la Luna al Sol justo antes de partir como cada día con los primeros rayos de la mañana - Prometeme una cosa, prometeme que en cualquier lugar y ante cualquier circunstancia, me buscarás, me buscarás mirando al firmamento de los sueños, y aunque tus ojos no me vean, tu corazón me buscará, y me seguirás buscando hasta que salga de la noche para hacer nuestro sueño realidad.
- Qué, qué quiso decir?
Nadie, salvo el Sol, supo nunca interpretar aquellas palabras.
Pero firme como un roble, y con una fe en sí mismo inquebrantable, entrenando su mente y siguiendo los consejos de su corazón, anduvo el Sol entre la oscuridad que soportan las tinieblas de la desconfianza y el pesimismo, el miedo y la nostalgia, lo que no llega y lo que parece que nunca llegará, buscando a su Luna en el firmamento de los sueños que se hacen realidad.
Y como quiera que suceda, que cuando el amor: la Luna, se sincera con la fe que hay en uno mismo: el Sol, es cuando nuestras ilusiones encuentran su sitio en nuestra realidad, y así lo que se busca se encuentra, y lo que se encuentra, es lo mismo que se andaba buscando de uno mismo, la Luna: el corazón, sin ser vista por nadie más que el Sol: el alma, salió de su escondite oculto, la noche: los miedos, para hacer de su sueño: la vida, un lugar de encuentro entre el Sol y ella.
Entiende pues hija mía, que en el desván de las buenas intenciones mueren todos nuestros mejores propósitos. Se entonces tú firme y recia como el Sol, a la vez que soñadora como la Luna. Y allí, en el único sitio donde todo es posible, ocurrirá lo que tanto deseas que suceda.
Rafael Santamaría

jueves, 28 de enero de 2016

LA VISITA; original de Rafael Santamaría


- Cuándo, cuándo llegará ése día en que me enamore de la persona adecuada? - me preguntó en cierta ocasión un buen amigo mío. 
- En cierta ocasión vino Dios a verme, pero estando yo como estaba: tan ocupado con mi vida, no me enteré de su visita. 
Cuando tomando conciencia de la vida que llevaba por fin me decidí a moderarme en mis ocupaciones, las preocupaciones desatendieron mi mente y mi vida, y mi corazón se preparó entonces para recibir a Dios despojandose de su lastre mental. 
Fue entonces cuando en cierta ocasión, viniendo Dios a verme, supe yo antes de su visita, pues me había preparado: había preparado mi corazón, para recibirle. 
Entiende pues, hermano, que nada ni nadie puede venir a tu vida si antes no has preparado su visita.
Rafael Santamaría

martes, 26 de enero de 2016

EL BUEN VINO; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión un buen hombre se pasó toda la vida esperando el momento en que descorchar su mejor vino para celebrar dicha ocasión. Como nunca encontraba el momento, el vino se agrio y él murió sin degustar su mejor vino. A aquel hombre le enterraron junto a su mejor vino; y en su lápida podía leerse:
"El buen vino cuando mejor sabe es ahora, no dejes que te entierre tu mejor vino"
Rafael Santamaría

viernes, 22 de enero de 2016

LA CONCIENCIA DEL AHORA; original de Rafael Santamaría


En cierta ocasión, y durante un tiempo, estuve visitando a un paciente invidente. Su estado de salud era muy crítico.
El tiempo, y los ratos que pasamos juntos, nos ayudo a conocernos mejor y entablar una sincera amistad. Conectamos. Luego él, al poco tiempo, moriría. Tenía 77 años (demasiado joven)
Él no era ciego de nacimiento, había perdido la vista (del todo) haría unos quince años. Las causas de su ceguera?..., aquéllas eran todo un debate al que nunca nos sometiamos para no remover viejos recuerdos.
Solíamos hablar casi de todo mientras estaba en su compañía, pero debido a su experiencia en la vida él siempre tenía más cosas que contar que yo.
Una tarde me dijo:
- Me parece que pierdes mucho tiempo pensando.
Como le tenía tanto aprecio no rechacé su comentario, sino que dejé que aquellas palabras se asentaran en mi conciencia.
- Por qué lo dices? - le pregunté
- Te juro que si me hubieran dicho que me iba a quedar ciego con 60 años, no hubiera cerrado los ojos ni para dormir. Nunca aprovechamos lo que tenemos, sólo sabemos quejarnos de lo que hemos perdido echándole la culpa a algo o a alguien para poder justificarnos ante nosotros mismos el hecho de no haber sabido disfrutar más de ello. No sabes lo que te va tocar vivir, por eso es mejor vivir la plenitud del momento; todo lo demás no importa. Deja de pensar tanto y actúa.
Sabías palabras, me dije. Y entonces guardé silencio. Necesitaba interiorizar tan profundo mensaje.
Por aquel entonces andaba yo también entre cursos y talleres, y con motivo de la visita de todo un experto en la materia, vamos..., de un "guru" de la conciencia, me dejé convencer para asistir a un taller que impartía aquel docente que se llamaba: "Gustate a ti mismo, quierete un poco más"
En uno de los días en los que se celebraba dicho evento, de entre todos los asistentes, me tocó a mi salir a la palestra.
Una vez en el altillo del estrado se me pidió que desnudara mi conciencia. Que me mostrará sin los tapujos de un adulto. Y yo creí haberlo hecho, pero según aquel "guru" de la conciencia, aún estaba sujeto a las reglas de mi conducta, y éstas no me dejaban ser yo, mi verdadero yo, y por lo tanto, expresarme como tal.
Pensé que aquel experto guru, debido a su dilatada experiencia profesional, tendría razón al juzgarme así, así que durante unos minutos revise mi conducta, pero no vi nada. Repase mi pasado, pero tampoco encontré falta alguna, sólo vi errores de antaño que me habían enseñado a tomar conciencia del ahora.
- Señor - le dije - yo soy perfecto como soy. Si usted me juzga con ojos de crítica, y me intenta sacar defectos, es usted el que no es perfecto tal y como es. Su malograda crítica, y el servicio que le presta a la misma, así lo sugieren. Me parece que pierde mucho tiempo pensando.
- Cómo dices?! - me preguntó algo molesto.
- Digo, que sólo sabemos quejarnos de lo que vemos, y que por eso muchos están ciegos. Como usted. Usted sólo ve una cosa, y ve esa misma cosa por todos los lados. Es como si un fantasma le persiguiera. Y en vez de vivir la plenitud del momento, la plenitud del ahora, vive dando cursos para poder escapar así del fantasma que le persigue. No soy yo el que no se expresa tal y como es, sino usted.
Evidentemente, tras aquellas palabras no me quedaba otra que abandonar aquel experimental y singular taller.
Pero, por qué había sido tan "grosero"?; por qué me había comportado así?. Me preguntaba mientras abandonaba aquellas instalaciones.
Al día siguiente, le relate lo sucedido a mi buen amigo invidente. Aquel día estaba ya muy malito. En el transcurso del fin de semana había empeorado muchísimo su ya maltrecha salud.
- Llevas sangre en las venas - me dijo - y por lo que veo, no sólo irriga bien tu cerebro, sino también tu corazón. Eres impulsivo. Eso está bien, actuaste; y lo hiciste desde la conciencia.
Verás Rafa, nunca dejamos de ser niños, aunque muchos muramos llenos de arrugas y enfermos de viejos. Sólo tienes que hacer a cada instante lo que tu corazón te pida para no dejar de querer a ese niño que todos somos y que todos llevamos dentro. Así que dejate de cursos y más cursos y de gurus. Y recuerda que si no lo haces, si no haces lo que te pide el corazón, no sabes lo te tiene preparado la vida; y entonces puede que mañana ya sea demasiado tarde para hacer lo que tenías que haber hecho hoy; lo que tenías que haber hecho ahora.
Para el resto de mi vida, de aquéllas palabras una cosa me quedo clara: la conciencia del ahora se basa en escuchar siempre y en todo momento a tu corazón
Rafael Santamaría  

miércoles, 20 de enero de 2016

EL ENAMORAMIENTO CUANTICO; original de Rafael Santamaría

El alma, en su corriente de pensamiento energético, encuentra, o puede encontrar, conexión con otras almas, en el campo aurico de las personas, a través de maneras de sentir lo mismo, derivandose de dicho encuentro una atracción mutua: una similitud de parentescos emocionales, consecuencia ésta, normalmente, de formas de pensamiento comunes.
La energía que desprende ese tipo de (pensamiento) vibración encuentra resonancia (parentesco) con vibraciones comunes gracias al potente radio de acción de nuestra mente y nuestro corazón, creando con éstas almas afines, campos auricos, o de energía, aún mayores, al solaparse su campo energético con el de la persona que ha conectado.
En ese nuevo campo energético, creado por la similitud de ambas energías, que trabajan no sólo desde una misma forma de pensar, sino que además, lo hacen con una misma finalidad, las almas crecen haciendo evolucionar (crecer) al otro.
Es la simbiosis perfecta de la naturaleza esencial.
También hay que decir que el nudo energético, o quiste emocional, puede aparecer en cualquier momento si estás energías no renuevan constantemente sus votos de conexión a través de un aprendizaje común del que continuamente tienen que estar tomando conciencia.
El movimiento de la energía, entre éstas almas en el despertar de la conciencia, debe estar e ir perfectamente sincronizado en todo momento para que dichas almas puedan elevar su conciencia juntas.
Cualquier desajuste entre ellas generará un distanciamiento emocional insalvable si no se crean rápidamente nuevos lazos, o vínculos, de conexión.
En definitiva, el enamoramiento cuántico, o entre energías, es el ajuste milimétrico, en todas las formas de empatia posible, entre dos frecuencias que operan en el mismo dial.
Rafael Santamaría

martes, 19 de enero de 2016

LAS PROGRAMACIONES MENTALES; original de Rafael Santamaría


- ... yo creo que es alguien de quien me podría llegar a enamorar - me dijo en cierta ocasión un buen amigo mío refiriéndose a una chica que había conocido.
- Hablar de algo que no ha sucedido, y que crees que puede llegar a suceder porque así lo dictan tus parámetros mentales, es hablar de un futuro que en verdad no existe con una mente que no conoce el presente - le contesté - Inclusive, hablaste en condicional: "podría", es decir, le pusiste condiciones: requisitos. Eso es amor prefabricado, enlatado y en conserva; amigo mío. No hay nada de natural ni de espontáneo en lo que dices. Es todo una programación mental. No hay amor.
- Qué sugieres tú? entonces
- Dejate de conservas, y ve a pescar el salmón al río; y di: que salmón más bueno, y no eso otro que dices tú de: creo que éste salmón me podría llegar a gustar. Me entendiste?
O te gusta o no te gusta.
Entiende que lo de "me podría llegar a enamorar" le vale a tu mente, pero no a tu corazón
Libérate de todas tus programaciones mentales.
Medita
Toma conciencia.
Rafael Santamaría

EL AHORA; original de Rafael Santamaría

Te equivocas si andas esperando el momento. 
El momento (para todo) es siempre ahora.
Ahora es el momento.
Todo lo demás es una proyección mental del ahora que se ancla en espacios temporales a los que llamamos futuro.
En la mente no existe el ahora salvo que tu mente resida en tu conciencia.
El ahora es conciencia.
La conciencia es el ahora.
Todo cuanto tienes que hacer es vivir en y desde tu conciencia para vivir en el ahora.
Rafael Santamaría

sábado, 16 de enero de 2016

EL YO PENSANTE; original de Rafael Santamaría

Así como son tus pensamientos, así se conforma un entidad pensante: el yo pienso, o el yo que piensa.
A través de ésa entidad pensante, el yo que piensa se mueve por un Universo mental en el que todo es mente, y en el que todo está en tu mente, al ser tu mente un fragmento del Universo mental con las mismas características y propiedades que la la mente del Universo.
La vibración más baja de un pensamiento es la materia; la vibración más alta, por el contrario, es la conciencia.
Cuando la conciencia baja a la vibración de la materia, la conciencia se cree el yo pensante.
Cuando el yo pensante sube su vibración por encima del mundo de las formas, por encima del mundo de la materia y las leyes a las que ésta está sujeta, eleva entonces su pensamiento hasta su conciencia, dejando a un lado en ése momento la identidad del yo pensante para volverse conciencia.
La no-mente es conciencia.
El yo que es conciencia no piensa, y como consecuencia deja de ser un yo identificado con su mente; deja de ser un yo pensante.
El yo que piensa, o no toma nunca conciencia, o le cuesta mucho trabajo tomar conciencia, debido a que el yo que piensa siempre está pensado en vez de tomar conciencia.
La mente no piensa, sólo es un donde están todos nuestros pensamientos.
El que piensa no es la mente, sino que es aquel intruso que oculto en nuestra mente, utiliza nuestra mente para sus pensamientos.
El intruso es el ego.
Cuando el yo que piensa en vez de pensar, observa a su ego, éste: el ego, no actúa, no piensa, como consecuencia de sentirse "vigilado"; es entonces cuando la mente se va quedando libre de todo pensamiento.
Al vaciar la mente de todos y cada uno de nuestros pensamientos, la mente se vuelve conciencia.
El que medita observa su mente, al observar su mente, aquel que medita observa sus pensamientos.
Cuando aquel que medita toma conciencia de que sus pensamientos no son suyos, aquel que medita ha desvelado la identidad de su ego.
Y aquel que desvela la identidad de su ego, ya no está, o no se encuentra, maniatado a la voluntad de su ego. Ha trascendido a su ego.
Medita.
Rafael Santamaría

viernes, 15 de enero de 2016

FE E INOCENCIA. SUELTA; original de Rafael santamaría

Una de las razones por las que no llega a nuestra vida lo que queremos es porque no lo "soltamos"
Me explicaré
Estando en épocas navideñas, le correspondía por aquel entonces a mi hija elegir su regalo de reyes.
Este hecho, aunque no lo creamos, guarda una gran similitud a lo que hacemos los adultos cuando queremos algo en nuestra vida. Supuestamente había conseguido decidirse entre la amplia variedad de estímulos que había recibido durante las fechas previas a las fiestas; aunque claro del todo no lo tenía, pero había que decidirse. Los adultos también tardan mucho en decidirse, y a veces, hasta deciden mal.
Una vez consiguió plasmar su deseo sobre un papel, lo metimos en un sobre y pusimos: "A sus majestades de Oriente"
Pero que mejor que entregar tu deseo en mano a quienes sabes que se encargan de hacer tus sueños realidad.
Y así lo hicimos.
Entonces buscamos algún lugar donde por aquellas fechas sus Majestades de Oriente estuvieran repartiendo ilusión para hacerles llegar personalmente la carta.
Y llegó el tan esperado momento en que mi hija debía subir los dos peldaños que le separaban de sus Majestades de Oriente para entregarles su carta. Sin embargo, instantes antes de hacerlo, tenía sus dudas.
- Qué te pasa? hija. Te da vergüenza? Quieres que suba contigo?
- No es éso papá, es que si les entrego mi carta, se esfumara con ella mi deseo.
- Esfumar? Dónde has oído ésa palabra?
- En el colegio.
- Vale.
Verás hija mía, ahora el deseo esta contigo a través de esta carta. Correcto?
- Sí, papá.
- Y ya has elegido lo que quieres. Verdad?
- Sí, papá.
- Pues ahora te toca tener fe y poner tus sueños en manos de los magos de la ilusión. No crees?
- Pues...
- Si no sueltas esa carta, si no les entregas tus sueños, tus deseos, a los magos de la ilusión, tu sueño se quedará contigo, si, pero entonces nunca se hará realidad.
Confía, ten fe, suelta esa carta entregándosela a ellos. Ya no pienses más en tu regalo, entregales la carta, y vive con ilusión el hecho de que desde dentro de ti sabes que te van a traer lo que has pedido.
Y que ésta sea siempre hija mía la actitud con la cada vez que quieras algo en tu vida, venga a ti porque no lo reteniste, sino más bien, porque tu fe te ayudo a soltarlo.
Entonces mi hija subió los dos peldaños que hacen falta recorrer en la vida (el de la fe y el de la inocencia) para hacer sus sueños realidad, y entrego su carta a los Reyes Magos.
Rafael Santamaría  

jueves, 14 de enero de 2016

LA COMPRESIÓN; original de Rafael Santamaría

En cierta ocasión me preguntaron: - Qué les vas a dejar a tus hijos cuando mueras?, tus conocimientos? Como dices que no tienes nada. - No, mi comprensión. Pues mis conocimientos son míos, ya que estos provienen del aprendizaje a través de mis propias experiencias en la vida, y ellos, ten por seguro, que tendrán sus propias experiencias, es decir, su propio aprendizaje y el propio conocimiento que se deriva de éste. - Bueno vale, pero entonces, a qué te refieres cuando dices que les vas a dejar tu comprensión? O qué es para ti la comprensión? - Alguien que de verdad te comprende, es alguien que te ama sin cuestionarse o criticar nada acerca de ti. He ahí la verdadera comprensión. He ahí el único legado inmortal que cada ser humano debería dejar como herencia a los demás. Rafael Santamaría  

miércoles, 13 de enero de 2016

LA MONTAÑA; original de Rafael Santamaría


Al igual que los ríos, por normal general, desembocan en el mar; así nuestros pensamientos confluyen en el océano de nuestra mente.
Pero, de dónde vienen esos pensamientos?
Sabemos que los ríos nacen en las montañas; pero, y los pensamientos?, de qué montaña nacen?
Lo que has de entender es que sabemos que un río nace en una montaña porque alguien se tomó la molestia de escalar esa montaña y ver que aquel río tenía su origen, su nacimiento, allí, en lo alto de ésa montaña.  
De lo que se deduce que para conocer el origen de tus pensamientos tendrás que escalar, o subir, una montaña, tu montaña (pues son tus pensamientos)
Pero, y cuál es ésa montaña que eres tú?
El paisaje de ésta vida está incompleto sin un montaña. Según su propia definición: "Una montaña es una eminencia topográfica (elevación natural de terreno) superior a 700 m respecto a su base"
Deduzco entonces, que una montaña es aquéllo que se eleva por encima del terreno que la asienta cuando su elevación esta por encima de una determinada altura.
Si este terreno es uno mismo en su estado evolutivo más simple: aquel donde la conciencia es llana; la montaña, su montaña, supondrá un estado de conciencia elevado según sea la altura misma de su montaña, de su conciencia.
Entonces, los pensamientos nacen de la conciencia?
Si y no.
El pensamiento nace de una conciencia que todavía no se ha liberado del ego.
El buen alpinista y aventurero de la vida busca siempre el nacimiento del torrente de sus pensamientos en la conciencia de su montaña.
Y escala chakra tras chakra en la conciencia de su montaña hasta alcanzar la cima del conocimiento; y desde allí observa como nacen todos y cada uno de sus pensamientos en el río, que lleva en sus caudalosas aguas, la conciencia de su ego.
Pero cuando ésto sucede, el buen alpinista de la conciencia ya no se deja arrastrar por la corriente de sus pensamientos, como le sucedía antaño, como tampoco su conciencia va a parar, junto con sus pensamientos, al mar de la agonía mental donde confluyen todos y cada uno de sus pensamientos. Ya no.
Pues una vez allí, en la cima de su conciencia, puede divisar desde aquella altura (conciencial) el cielo y la tierra, descubriendo que hay algo entre el cielo y la tierra que da nombre a su propia imagen; imagen ésta que no es sino el reflejo de propio conocimiento libre éste de todo ego.
Rafael Santamaría

martes, 12 de enero de 2016

LA ILUSIÓN; original de Rafael Santamaría


-Por qué estás alegre? - me preguntaron en cierta ocasión.
-Porque tengo ilusión.
Al igual que un amor sin chispa que lo encienda no es amor; una vida sin la chispa de vivir no es vida.
-Y qué es "ésa" chispa?
-Ilusión
La ilusión es el alimento perfecto en nuestra mente para nuestros sueños, ideas y proyectos, sin él, el mal elaborado y nocivo pienso del ego, acaba dando muerte lentamente a todo aquello con lo que soñábamos.
-De dónde nace esa ilusión?
-Del sentimiento de estar bien con uno mismo, es decir, de una buena y correcta auto estima. La negatividad nos roba o nos merma la ilusión, y el positivismo la aumenta,
-Cómo se perpetua la ilusión en el tiempo?
-El interés y la atención, focos, a la vez que generadores, de nuestra energía, son los que la mantienen en un saludable estado de incólume vitalidad a nuestra ilusión.
-Qué sucede si desaparece la ilusión de nuestras vidas?
-El mundo en el que vivimos es un mundo mental, lleno de ilusiones. Sin ilusiones la mente se vuelve pasiva, y la pasividad mental convierte al hombre en un autómata de sus hábitos, costumbres y vicios. Un hombre con verdadera ilusión nunca hace la misma cosa dos veces igual. La monotonía es la cápsula articular de nuestra pasividad mental. Dentro de ella el espacio es reducido, estanco, y oscuro; al igual que nuestros pensamientos.
-Cómo se puede recuperar la ilusión?
-La ilusión es innata, es el efecto positivo que genera el alma creativa sobre una mente despierta; tan sólo pues, hay que despertar a la mente del sueño en que se encuentra dormida: el ego.
-Cómo se puede dar cuenta una persona de que le falta ilusión en su vida?
-Cuando la persona sólo sabe disfrutar de lo que le gusta, la ilusión ha enfermado. Ha limitado su campo de acción a los deseos del ego. Cuando la ilusión ya no es capaz de disfrutar ni de eso, la ilusión esta dando evidentes síntomas de agonía.
-Cómo se despierta la mente?, para volver a tener ilusión.
-Como todo en esta vida: o con el estruendo sonido de un drama emocional en tu vida, o con la melódica sinfonía de la meditación en tu vida.
-Y cómo se puede saber si una persona está llena de ilusión?
-Por su jovialidad. La ilusión es la juventud inmortal que posee una mente sana.
Rafael Santamaría