martes, 31 de marzo de 2020

EL RIGOR MORTIS DEL DOGMATISMO; original de Rafael Santamaría


El intelectualismo prosaico de las ideas fáciles está enfermo, su estado febril ha demostrado una gran falta de criterio propio, y dadas las circunstancias, se le ha aislado y puesto en cuarentena.

Es la última noticia que tenemos de lo que está sucediendo.

El sentido común ocupará su lugar, y la reflexión interna, tratará de resolver los enigmas que cada uno tiene pendiente consigo mismo; pues la fórmula matemática del pensamiento racional, ha entrado en declive al ser puesta en evidencia su falta de rigor.

El linaje de la caballería política, y su dantesca fe dogmática, se han visto afectados por su supuesta relación con lo sucedido en el mundo entero.

Un aluvión de críticas está desmontando el clientelismo de los partidos políticos y el negocio que sustentan con la venta de promesas electorales.

Los grandes mítines están perdiendo la totalidad de sus afiliados dado que el aforo de su credibilidad se ha reducido considerablemente; y varias televisiones y medios de comunicación han visto como el índice de su audiencia: la fe ciega  de los dogmatizados, ha bajado por culpa del absentismo ideológico.

Un pueblo estigmatizado se ha declarado insolvente, y rechaza cualquier tipo de impuesto que no tenga fines benéficos para la humanidad.

El historial delictivo de los farsantes que han salido huyendo, se remonta a principios de la crisis: cuando el sistema huía de su propia decadencia.

Lo último que sabemos es que la enfermedad del pueblo ha muerto, aunque un gran número de enfermos aún se sigue agolpando a estas horas frente a los hospitales (de conducta y éticos) que se han habilitado para el tratamiento sintomático de los más vulnerables, y también, para todos aquellos que todavía no se han recuperado de la afectación psicologica producida por sus obsoletas creencias.

Ahora mismo vemos a través de nuestra ventana como la meditación se ha instaurado en todo el mundo.
Creemos por tanto, en una pronta y rápida recuperación.

La paz sea contigo.
Om Shanti.

Rafael Santamaría


lunes, 30 de marzo de 2020

EL CORAZÓN Y SU CONOCIMIENTO; original de Rafael Santamaría

Ustedes escuchan, o en su defecto leen, los pensamientos de otros en sus libros, revistas, periódicos..., y a eso lo llaman tener CULTURA; pero eso no es más que cultura mediática.

Y cuando el número de autores a los que han leído, en el caso de los libros, llena las estanterías de su ego, entonces a eso lo llaman CONOCIMIENTO.

Estas personas que han llegado a sus propias conclusiones, y las han publicado, o se las han publicado, en libros, revistas, periódicos, etcétera, cuando dicen lo que ellos piensan, sus pensamientos no están en posesión de la Verdad; pues la verdad no se puede poseer, sólo se puede intuir; pero la intuición no puede revelarte la VERDAD si antes tu discernimiento no ha dejado de prestar servicio a tus creencias; y hay que subrayar que éstas personas que han llegado a sus conclusiones, muchas de ellas lo han hecho amparándose en sus creencias. 

Por lo tanto, el conocimiento que ustedes tienen es relativo a aquellas ideas de las que han llenado su mente, pero es que una mente llena de ideas nunca les proporcionará el conocimiento; ya que paradójicamente, no es sino cuando su mente se empiece a vaciar de ideas, cuando su mente comenzará a acercarse al misterioso confín de la sabiduría.

La intuición se halla escondida tras el tupido velo de la continua sinceridad con uno mismo; justo allí donde los hechos guardan coherencia con las palabras, y son siempre avalados por un saber rectificar a tiempo a través de un eterno aprendizaje que hacen de un hombre, un hombre sabio.

Vender la fe de tus creencias a las ideas de otros, te convierte en un dogmático sin recursos propios, y sin la intimidad necesaria, a la hora de pensar, por falta de reflexiones propias.

Lean lo que lean, escuchen lo que escuchen, guárdense siempre un espacio para ustedes, un espacio limpio de todo juicio u opinión, donde su opinión no tenga criterio.
El criterio es su forma de pensar, y su forma de pensar es su forma de ver la vida.

Pero cuando aprendan a ver la vida sin el criterio de su opinión, se darán cuenta de que hay mucha más vida más allá de la vida que ya existía en su mente.

La conciencia es su mente, en un grado superior y superlativo, cuando su mente deja de identificarse con sus pensamientos y su forma de pensar.

Ésta conciencia tiene su sede en el corazón, porque el corazón, cuando no hace caso a la mente, es infinito.

Para trascender los límites de la mente se necesita al corazón; y no olviden nunca que en su corazón se encuentra todo el conocimiento que buscan sin necesidad de acudir a ninguna cultura.

Rafael Santamaría




miércoles, 25 de marzo de 2020

LA VERDAD; original de Rafael Santamaría

No vendo clases de yoga.
Tampoco vendo cursos de superación personal.

No vendo milagros.
Tampoco vendo falsas esperanzas.

No vendo como hacerse rico.
Tampoco vendo como aumentar tus ingresos.

No vendo nada porque no soy comercial.

Soy simplemente, la versión clásica de un yogui moderno: aquel que busca la paz consigo mismo en aras de ayudar a otros a encontrar la paz que no encuentran.

Ahí fuera, en las circunstancias, sólo verán caos, caos en todas partes. 
En función del caos (de entre todos los caos) con el que ustedes se identifiquen, así sera lo que ustedes estarán viviendo.

El peligro es real, cierto, pero el miedo a dicho peligro sólo está en su mente.

Diferencien bien entre la sensatez y la histeria.
Entre lo correcto e incorrecto.
Entre el bien y el mal.

Se les dio el discernimiento para reflexionar, no para razonar. 
La razón es el argumento que emplea su ego para imponer su criterio; no lo olviden.

Reflexionen pues.

Entren en ese estado de conciencia pura, libre del adoctrinamiento fecal de los intereses personales y sociales, donde la Verdad es inexplicable y se revela intuitivamente.

Y una vez la encuentren, no la suelten; transmítanla con el corazón a cuantos oídos estén preparados para oír.

La Verdad no sólo se transmite con palabras, sino también con hechos; ya que son nuestros hechos los que avalan nuestras palabras.
Om Shanti

Rafael Santamaría


martes, 24 de marzo de 2020

LA NUEVA ERA; original de Rafael Santamaría

La nueva cepa ideológica del confort, paraliza por completo la respuesta del sistema inmunitario de la conciencia.

En este adormecimiento cognitivo, el individuo entra en shock emocional: un estado de profunda parálisis racional, donde la enfermedad prolifera en el hombre hasta el punto de convertirse ésta en un parásito de conveniencia necesario para la supervivencia del ser humano.

Infectado por éstas ideas, que tienen su origen en el testamento y el legado, tanto del comunismo como del capitalismo, el hombre se convierte en la víctima de una lucha contra sí mismo, sin saber muy bien contra que lucha; haciéndole creer que su auto destrucción forma parte inseparable de su supervivencia.

La nueva era doctrinal del costumbrismo es la más letal de los entramados ideológicos impuestos hasta ahora por el sistema; pues en el nicho donde se encubo dicho estilo de vida, se mezclan todas las ideas y filosofías conocidas hasta la fecha, tanto de izquierdas como de derechas, que lo hacen perfecto para el consumo del estómago ideológico de cualquier persona, dando igual su parentesco político.

Para ello, se nos ha reducido la motilidad gástrica de la ética y la moral, con el fin de que nuestros intestinos solo digieran y reconozcan como alimento, las ideas que nos imponen desde los distintos supermercados de la política, haciéndonos creer que quién compra en uno es de derechas, y quién compra en otro es de izquierdas, cuando todos tienen el mismo proveedor.

Estas ideas políticas no se ven, porque no se pueden ver, están ocultas dentro de los alimentos con los que día a día dan de comer al incombustible estómago de nuestro ego.

Sin embargo, después de ser digeridas por nuestro organismo egocéntrico, nos convierten en autonamatas de su propia semilla.

La vacuna a nuestro estado de conciencia no es una ideología nueva basada en los vestigios de un pasado febril, que trató los síntomas de su enfermedad sin curarse de ella con la fórmula magistral del estado del bienestar,
dado que por no habernos enfrentado a nuestra verdadera enfermedad en su momento, la sociedad del bienestar ha mutado, y mucho, hacia estados más febriles aún de conciencia, donde el último estadio de salud reconocido es el del estado de confort.

Es decir, hemos pasado de la sociedad del bienestar a la sociedad del confort, con el agravio de que la cepa del conformismo es mucho más letal para el desarrollo de la conciencia en el ser humano que su predecesora.

No se trata pues de buscar en ideologías convalecientes aún de su propio dogma la solución al sistema que ahora mismo pondera y mueve la economía del mundo, sino de buscar dentro de uno mismo, lejos de cualquier ideología conocida hasta la fecha, la solución a la marisma ideológica, que hay en las playas de nuestra conciencia.

Mediten.

Rafael Santamaría


lunes, 23 de marzo de 2020

EL TRAUMA DEL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA; original de Rafael Santamaría


De pequeño me encerraban en un cuarto de baño sin ventana cuando hacía una cosa mal. 

Lo llamabamos el cuarto oscuro, porque si no dabas la luz, se quedaba totalmente a oscuras.

Supongo que mi padre lo hacía para enseñarme que no había hecho las cosas como ellos querían o suponían que tenía que hacerlas; pero les puedo asegurar que lo único que me enseñaron es a tener miedo, miedo a no hacer las cosas como la sociedad o los demás quieren que las haga, miedo a equivocarme y a decepcionar, pero y sobretodo, me quedó un miedo a los sitios cerrados y a la oscuridad que me costó años superar del todo; si es que lo he llegado a superar del todo, pues no me fío de mis victorias; ya que los adversarios siempre rondan al acecho disfrazados de nuevos obstáculos.

Recuerdo perfectamente como yo me ponía a cantar para no tener miedo, de esa forma aguantaba mucho mejor mi "cautiverio": el tiempo que mi padre decidía que tenía que estar metido en aquel cuarto a oscuras.

Evidentemente, antes de entrar en el "cuarto oscuro", sólo lloraba, lloraba porque no quería entrar.

Era una vez dentro, cuando veía que mis lágrimas no me ayudarían a reblandecer la compasión de mi padre, cuando me ponía a cantar.

Pero cuando mi padre se dio cuenta de mi truco: cantar para sobrellevar mejor el miedo, me prohibió cantar; pues intuyo que él pensaba que si no tenía miedo no aprendería nunca la "lección" que él me quería enseñar.

Entonces, en una de esas veces que me volvió a castigar en el "cuarto oscuro", tuve la gran fortuna de descubrirme a mi mismo, es decir, tuve la gran suerte de descubrir que podía hablar conmigo mismo para no tener miedo.

Hablaba con alguien que era yo mismo, pero en bajito, no muy alto, para para que no me oyera nadie más que yo; pero sí, hablaba con un interlocutor que era yo mismo.

No era un monólogo, era un diálogo.

Hablaba con una parte de mí que me inspiraba tranquilidad y confianza.

Advertí entonces en mí, que mientras hablaba conmigo mismo no hacía caso al miedo que había en mi mente, y en consecuencia, sobrellevaba casi sin miedo (era muy pequeño como para decir con certeza que no tenía nada de miedo) el estar encerrado allí a oscuras.

He seguido practicando está técnica hasta hoy en día; de hecho, es cuando hablo con ese otro yo mío, que me relaja y me tranquiliza, cuando escribo todas esas frases que ustedes leen.
Es como si él me las dictara.

Fui un niño más de esos a los que no les enseñaron a vencer el miedo, sino, y es más, me educaron para ser una víctima de él: de mis propios miedos.

¿Cómo se vence a una guerra si no te dan tregua?, ¿cómo se vence al miedo si este nunca desaparece?

El miedo es mental.

Por encima de la mente está la conciencia.

Si ustedes se acostumbran a hablar con su conciencia a través de un diálogo interno, no harán caso a su mente, y por ende, no tendrán el miedo que su mente quiere que tengan.

Yo tuve mucha suerte de despertar a ese otro yo mío cuando era tan solo un niño, aunque en aquel momento fuera todo un trauma para mí.
Y es que, no es sino a veces a través de los distintos traumas que vivimos en la vida, como se nos da la oportunidad de despertar nuestra conciencia.

Despierten, saquen el lado positivo que tiene la adversidad.

Rafael Santamaría






domingo, 22 de marzo de 2020

EL MURO: LA MENTE DEL EGO; original de Rafael Santamaría

Ustedes tienen la mente llena de ideas. 

Es imposible entonces que ustedes puedan ver a Dios con tanto pensamiento como hay en sus mentes. 

Como mucho, ustedes se imaginan, o se pueden llegar a imaginar, lo que es Dios, por lo que hay en su mente acerca de la definición o concepto que tienen ustedes acerca de Él; definición, que por otra parte, ha sido consensuada por opiniones e ideas de otros, nunca por ustedes mismos y su intuición; pero verle no pueden verle; no se engañen. 

Y Dios no está en su imaginación, sino en sus corazones. Pero ustedes sólo ven sus pensamientos, nunca su corazón. 

Es lo que les han enseñado a hacer, y es lo que hacen. 

Da igual que ustedes crean o no crean. Que lo llamen Dios, Divinidad o Universo. Pues todo procede de lo mismo al ser todo lo mismo. 

Pero para ver a Dios, la Realidad, lo que de verdad existe y está tras el muro de su mente: para ver lo que verdaderamente hay en sus corazones tras ése muro de las lamentaciones, de las penas y el sufrimiento, es decir, tras el muro de su mente, ustedes tienen que derribar su propio muro, sus propias limitaciones, su propia mente infectada de ego. 

¿Cómo?, se preguntarán.

Ustedes tienen que allanar su camino a través de una continua introspección sobre ustedes mismos; llegar hasta su propio muro, y una vez allí: derribarlo.

Éste no se derriba con pico y pala, sino con una inconmensurable fuerza de voluntad que ustedes ya tienen pero que no utilizan.  

El muro es infranqueable si no se derriba, así que no especulen: no se auto engañen diciéndose: "lo voy a saltar, lo voy a rebasar"
¡No!

Y no busquen bordearlo, eso es lo que llevan haciendo vida tras vida en éste periodo ilimitado de encarnaciones. 
¡Derribenlo ahora!, y ya; ahora mismo.

Siéntese frente a su muro y contemplenlo. Simplemente contemplenlo. 

Sus ladrillos están hechos de pensamientos que no soportan que se les observe.
Y perseveren en su contemplación. 

Pronto verán un hueco en su muro. 

No deben pasar nunca jamás a través de ése hueco, pues no se trata de pasar al "otro lado", sino de derribar su muro.

Cuando su muro de deshaga, ustedes serán libres. 

La verdadera libertad no tiene límites semejantes a sus muros. 

La verdadera libertad lo comprende todo, y no sólo aquello que ustedes tienen en el interior del cerco que limita sus mentes. 

Sientense y contemplen su muro.

No hay otro camino. 

Simplemente contemplenlo. 

Mediten.
Rafael Santamaria

LA VIDA; original de Rafael Santamaría


La vida no es mirar en el armario para ver que me voy a poner hoy antes de salir a la calle, sino mirar dentro de uno mismo para saber cómo me siento hoy antes de afrontar un nuevo día en mi vida.
 
La vida no es a dónde voy a salir esta noche, ni con quién; sino en qué momento del día podré volver a reconectarme conmigo mismo.
 
La vida no es lo que me pasa a cada instante de mi vida, sino cómo reaccionó yo ante la vida con lo que me sucede a cada instante de mi vida. 

La vida no es simplemente lo que me ha tocado vivir, sino lo que de alguna manera he elegido vivir para poder aprender algo más de mí a través de esta vida.

Pero si ésta vida es algo, es un continuo aprendizaje sobre uno mismo y sus circunstancias, para poder evolucionar de cara a la siguiente vida, con todo lo que hemos aprendido en ésta.

Rafael Santamaría

sábado, 21 de marzo de 2020

EL CHARLATÁN; original de Rafael Santamaría


Cuídense muy mucho del charlatán, del que entona la dulce melodía de la mentira a través de sus propias verdades.

Tengan en cuenta que su propia mente también es un charlatán, un vende humo, pues todo lo que "les vende" es mentira, todo está en su imaginación, en lo que su mente les hace imaginar, y a lo que ustedes prestan su atención, y con ello, le dan, o están dando, la credibilidad de que es cierto.

El charlatán hace lo mismo, les embauca hacia una realidad desconocida, donde todo es producto de la imaginación del que les habla, el cual, ni él mismo se lo cree, pero que sin embargo, si que necesita de otros para la supervivencia tanto de él, como de las ideas que promueve; ya que sin ellas no es nadie.

Las ideas del charlatán son pensamientos muertos que carecen de realidad, de no ser que ustedes las rescaten prestándole su atención, y de ese modo, den la vida a algo que ya nació muerto. 

Es como un virus, por si mismo no puede vivir, necesita implantarse en otro organismo vivo para desarrollarse, pero sólo se desarrolla al cien por cien de su efectividad, si éste organismo está o se halla débil en algún punto de su fisionomía.

Y la sociedad está débil, lleva debil y enferma mucho tiempo.

Este tipo de sociedad es el idóneo para el virus del charlatán, para aquel que habla para sí mismo pero con un público, que al estar enfermo, ha decido oírlo como si sus palabras estuvieran impregnadas de un remedio para su sanación.

La coherencia entre lo que se dice y se hace tiene como testigo al ejemplo, algo de lo que muy pocos charlatanes pueden presumir; y es que ninguna palabra tiene un efecto sanador si no va acompañada de hechos que avalen lo que se dice. 

La sociedad estaba débil y enferma, cierto, pero ahora está muerta, desde el punto de vista del discernimiento, porque ya no sabe pensar.

Antes pensaban por ella (por la sociedad) los ideólogos; ahora que la sociedad ha visto que los ideólogos son puros charlatanes al servicio de su propia mentira, ya ni sabe qué pensar, ni cómo pensar.

Y el fanatismo ideológico, que utilizan los políticos, ha fagocitado la ética y la moral, valores que, cuando no se sabe qué pensar, resolvían nuestro entramado mental.

Ya sólo nos queda la conciencia, algo que no nos pueden ni robar ni manipular; pero que está dormida en el interior de sus corazones.

Pero no se puede acceder a la conciencia a través de los pensamientos, al revés, los pensamientos no alejan de ella; se accede dejando la mente libre de charlatanes, charlatanes tanto externos (ideologías y creencias) como internos (pensamientos y formas de pensar)

Cuando una conciencia despierta, todo charlatán se aleja de ella, pues sabe que una conciencia despierta no vibra en la frecuencia del que habla para manipular las creencias de los demás.

El manipulador de mentes utiliza el chantaje emocional para hacer creer a sus víctimas que sus palabras son verdad.

Tengan pues cuidado de los manipuladores de mentes, y de su mente, que en sí misma es una manipuladora también de la verdad al servicio de su ego, pues su verdad, la verdad que "les vende", no es la Verdad.

Si quieren conocer la Verdad, mediten; accedan al interior de su corazón, allí donde reside la conciencia; y entonces, la Verdad les será revelada; mientras no sea así, su verdad estará infectada del pensamiento venenoso de sus creencias y su ego.

Es tiempo de conocernos, y no, de conocer otras supuestas verdades.
Mediten.

Rafael Santamaría



miércoles, 18 de marzo de 2020

EL AÑO 2020, original de Rafael Santamaría

El apocaliptico año 2020, o el 20 "contra" 20

La lucha de dos iguales en igualdad de condiciones, cuyo resultado es cero, o dicho de otro modo, que este año no se va a ver más que una lucha titánica entre dos iguales.

Los polos opuestos se enfrentarán.

Pero todo hay que decirlo, venimos del año 2019: el año pasado.

Eso quiere decir, que su opuesto: el 19, se ha hecho cada vez más fuerte hasta igualar a su adversario.

- Todo empieza en el 2000.

El 2, seguidos de tres ceros.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, están a cero y en equilibrio. 

La Trinidad.

- En 2001, el Espíritu Santo, el 1, empieza a impregnar de conciencia el mundo.

Se avecina el cambio; empieza el gran cambio, o salto cuántico de conciencia.

- 2008, sus pares suman 10 (2+8)
Se acaba un ciclo al llegar a 10.

Empieza otro ciclo, otra toma de conciencia aún mayor al subir la frecuencia.

La inclinación del eje de la tierra se acentúa considerablemente.

- 2012, doce 12, (1+2=3) de nuevo la trinidad, en esta caso, actuando sobre el magnetismo del eje de la tierra que ha cambiado.

El cambio de acelera.

El universo proporciona los recursos para el nacimiento de un nuevo mundo o era, en la que se dice adiós a todo lo viejo; formas de pensar incluidas.

Empiezan las discrepancias en todos los sentidos, y empieza también el: "todo vale", como consecuencia de que las antiguas formas de pensar se llevan con ellas a la ética y a la moral que hasta entonces había formado parte de nuestra forma de ser.

La energía cristica se hace ver para los que van despertando.

El Cristo resurge con sus doce apóstoles: habrá doce países o pueblos que marcarán un antes y un después, comandados por una sola idea del bien.

- 2015 - 2019, del 6 (1+5) al 10 (1+9)

Otro ciclo que concluye, pero concluye con el enfrentamiento de dos números o fuerzas: 20 y 20, o el enfrentamiento de los polos opuestos, esto sería por ejemplo, el enfrentamiento del bien contra el mal.

- El 02-02-2020, es una fecha capicúa.

Se lee igual de derecha a izquierda, que de izquierda a derecha.

Empieza el enfrentamiento de ideologías, las mismas ideologías que dividen al mundo, y por ende, a sus gentes.

La cifra de la izquierda irá perdiendo peso, simplemente porque al nacer éste enfrentamiento entre las dos ideologías, la de la izquierda ya estaba dividida en dos: 02-02; mientras que la cifra de la derecha se mantiene unida 2020, además de ser constante en todo ese año.

- 2021, el 21 (2+1=3) 3, de nuevo la trinidad, en esta ocasión se manifiesta para ayudar a concluir el fin del comienzo con el que empezó el nuevo mundo, o nueva era.

Inicio del nuevo mundo: 2012, 

Fin de ese inicio del nuevo mundo = la misma fecha pero al revés, cambia el 12 por el 21(el 21 es el 12 al revés) = 2021.

Si quitan el 20 en las dos fechas =  12 -21.

Es decir = (1+2=3) 3 - 3 (1+2=3) = 0.
Cero = fin del primer ciclo de ésta nueva era llamado Nacimiento.

Un nuevo mundo ya habrá nacido para el 2021.

No les voy a contar más; lo siguiente, lo experimentarán ustedes mismos.

Rafael Santamaría




domingo, 15 de marzo de 2020

LA OTRA PANDEMIA; original de Rafael Santamaría

LA OTRA PANDEMIA

La otra pandemia, ésa: la de vivir encerrados en un monólogo de pensamientos con nosotros mismos, al no poder comunicarnos con más personas que el entorno con el cual hemos decido vivir. 

Un entorno, que en muchos casos está formado por la compañía de quienes nos hacen sentirnos aún más solos, en esas relaciones mal avenidas, constituidas bajo el amparo de juntarnos con quién nos encajaba a primera vista, sabiendo que la visita engaña, y mas, a primera vista.

Éste va a ser un gran drama del que pocos se repondrán (rianse ustedes del económico); pero del que muchos deberían aprender; y es que nada ocurre por casualidad.

La mayoría de la gente no cuenta con más recursos para ser feliz que todo lo que puede comprar, y en estos momentos que no se puede comprar nada (superfluo), la felicidad de la gente se ha empobrecido de tal manera, que sólo tienen, o les queda, aquella parte de su ser que se hayan sabido trabajar interiormente.

Me viene a la memoria en estos momentos todas aquellas relaciones que para no tener que estar todo el rato juntas, defendían el argumento del espacio: "mi espacio", como símbolo de su unión duradera en aras de una felicidad prospera y beneficiosa para los dos.

Pero, ¿dónde estará en estos momentos ese "espacio"?, si no pueden salir con los amig@s, para tener a si su "espacio", además de que tienen que quedarse en casa compartiendo su vida, o espacio, con su pareja: alguien de quién paradójicamente necesitan distanciarse para poder convivir con él (o ella)

Todo el día juntos.
Una misión imposible, si bien, la realidad del asunto supera la de serie cinematográfica; porque en ésta no hay superhéroes, sino villanos, que no habiendo sido sinceros con ellos mismos, se encuentran con una situación impensable, en la que el gobierno no puede tomar medidas, de no ser que aceptemos la versión de las peluquerías abiertas, como un salvavidas a todas aquellas parejas que necesitan un respiro porque no saben estar juntas.

Pero aún siendo así, la realidad de la cuestión de: ¿qué hacer con mi vida?, se abrirá paso en estos días entre los miles de pensamientos que nos asaltan a diario, en este monográfico y resumen de nuestra vida, que muy posiblemente no asalte durante todo este letargo lectivo, mientras la convalecencia de nuestros sueños se torna una pesadilla en lo que dura éste encierro.

Si ustedes no aprendieron a conocerse a sí mismos en todo este tiempo (su vida), sepan, y vean, que las circunstancias que estamos viviendo, como si de un examen sorpresa se tratara en ésta escuela de la vida, les están invitando a que lo hagan sin más justificaciones o demora.

Por ello, no busquen cómo ocupar su tiempo hasta que todo ésto pase; mejor, aprovechen la oportunidad del aislamiento técnico al que hemos sido sometidos, para reconciliarse con ustedes mismos, conociéndose un poquito mejor.

Om Shanti

Rafael Santamaría



sábado, 14 de marzo de 2020

SOBRAN Y FALTAN; original de Rafael Santamaría




SOBRAN Y FALTAN

Vivimos en una sociedad que se lastima a sí misma a través de noticias falsas, pensamientos negativos, y emociones tóxicas, en la que SOBRAN todos se esos ingenieros matemáticos de la salud, estadísticos de una numerología global, que viralizan el sistema en función de su conveniencia y antojo; los mismos que manejan datos como si fueran personas, equiparando a las personas como datos, como números.

Somos ceros y unos para un sistema informátizado que nos ha terminado de globalizar gracias a internet y sus herramientas; 
haciendo del conjunto de la población, un simple dato comercial a manejar, controlar y manipular, con un único fin: la perpetuación en el poder, y el asentamiento del poderoso sobre el débil.

SOBRAN todos esos científicos, sin carrera ni experiencia médica, que buscan el genoma de las ideologías surgidas como consecuencia de 
esa perpetuación en el poder del poderoso sobre el débil, para llenar la mente de la población de fórmulas magistrales que hagan enfermar sus conciencias, ya febriles, con pensamientos quísticos que se tumoraran, derivando en un cáncer conciencial del que la sociedad no podrá curarse.

SOBRAN todos esos homólogos de éstos otros: todos esos representantes del pueblo que son dictadores de guante blanco, que convierten la frustración de todo una nación en un negocio lucrativo para sus intereses, usando los mismos trucos que utilizaría un mago: distrayendo al pueblo de sus verdaderas necesidades, cambiándose de mano lo que verdaderamente importa, para con ideas banales y superfluas, hacer creer al espectador que todo va bien.

Son los magos del pueblo a los que llamamos políticos debido a que no nos enteramos de sus trucos (de magia), no sabemos verlos.

SOBRAN todos esos comerciantes de apologías del pasado y del futuro, místicos de su propio ego, que difunden la mentira usando pequeñas verdaderas para ocultar
la finalidad que buscan.

SOBRAN todos los que hacen un marketing viral de un modo de vida del que no dan ejemplo, politólogos de promesas fértiles con las que manejan a las masas, pero estériles en cuenta a resultados por su falta de coherencia y sentido común.

SOBRAN todos esos visionarios que hacen propaganda de un mundo mejor sin cambiar ellos mismos, vendiendo la cultura del cambio sin propósito de enmienda.

SOBRAN todos esos chantajistas emocionales, sumisos de su propio pasado sin resolver, que utilizan la vida de los demás a modo de botellón en un parque para salir de marcha en la noche oscura de su conciencia.

SOBRAN todos esos y más, pero porque nos FALTAN todos esos que se hacen necesarios en tiempo difíciles; gente que con su ejemplo de honestidad y una gran coherencia, sacan a relucir su ética, a través de su conducta, para ilustrar a otros cómo se han de hacer las cosas.

FALTAN todos esos, sin que nuestra incultura y su ego los crucifique por revolucionarios e incompatibles con el sistema.

Rafael Santamaría








martes, 10 de marzo de 2020

LA GLOBALIZACIÓN DE LAS IDEAS; original de Rafael Santamaría

La joven masa insurrecta y sin edad definida, nacida del abismo de la desolación, concurre diariamente a los designios del organigrama de la dictadura mediática en una causa que han hecho como legítima, al robarles la sociedad la ilusión de un futuro mejor.

No tienen nada mejor que hacer que protestar; y se les ha dejado protestar como forma democrática de expresar sus opiniones; llegando al punto de permitirles creer, que la vida es una continúa protesta de carácter indefinido con ánimo de lucro, defiendo el lucro, no como un bien económico, sino, como un estímulo social que engorda nuestro ego.

Pero cuando la protesta es en base a todo, y los argumentos son las razones que expone cada uno, la sociedad se divide en un conglomerado de hipotéticas verdades, que dan lugar a distintos puntos de vista sin una visión objetiva del asunto.

El virus de la opinión ha superado al virus del miedo, pero juntos han creado una enfermedad de fronteras que ha dividido a la humanidad en no se sabe muy bien cuántas etnias ideológicas sin aparente reconciliación posible.

La gente ya no sabe; la gente solo opina. 

Se ha hecho más importante el opinar que el saber.

El juicio, la crítica y la opinión han relegado y dejado atrás la búsqueda de conocimiento.

Se ha caído en el pozo de la ignorancia del ya nada vale: refiriéndonos a nuestro pasado y su aprendizaje; y en consecuencia a: ya todo vale, que por analogía, es el anarquismo de la imprudencia y sin sentido.

La ética ha pasado a ser una ciencia muerta.
Una reliquia del pasado.

La moral, enfermó al morir la ética; y la conciencia, nunca despertó al dejar que nuestros pensamientos, producto de la rebeldía de nuestro ego, la infectaran de algoritmos mediáticos.

Somos el producto de una vida en masa, promovida por la globalización de las ideas.

Somos lo que ellos quieren que pensemos que somos.

Y así somos.

Nos hemos vuelto potencialmente destructivos para con nosotros mismos, hecho éste, que debe hacernos reflexionar en la búsqueda de una verdad que nos aglutine a todos, para evitar así, la pandemia del enfrentamiento entre hermanos, pues mi alma, es una parte inseparable de la tuya, y todo lo que te hago a tí, me lo estoy haciendo a mí.

Rafael Santamaría