martes, 9 de marzo de 2010

QUE ASI SEA; original de Rafael Santamaría

El gran rio entre la vida y la eternidad sólo lo cruzará aquel barquero que sobre la barca de su amor quiera navegar; otros barqueros..., sabe Dios que sus propias aguas les ahogaran.
A vosotros, barqueros:


"Hubo una vez  un hombre que buscó la ética sobre la que su fe se sostenía, y para ello, se planteó como primera premisa cada verdad con la que la Ley del Hombre gobernaba al hombre; y diose cuenta aquel hombre, que había otra Ley, por encima de la Ley del hombre, llamada la Ley de Dios, que nada tenía que ver con los juicios del hombre; y así observó, que cada causa del hombre tenía su propia Ley del hombre que la delimitaba y definía; y así observó, que cada causa del hombre no tenía más sentido para la Ley de Dios que su propio efecto, el cual, sólo trascendía como aprendizaje y no como juicio; y así observó, que toda la Ley del Hombre se basaba en reprender al hombre y martirizarle con los miedos del hombre sobre la naturaleza del hombre; y así observó, que libre de toda ley impuesta por el hombre, el hombre era libre para ser algo más que hombre, algo más que lo que le limitaba la propia Ley del Hombre; y tomando conciencia del Dios que nada juzga y está en el amor del hombre hacía los hombres, confió su fe al peregrinaje de una nueva aventura en las tierras hostiles con las que el poder del hombre gobernaba la inmadura fe del hombre en su alma; y así, derogando todo concepto con que el hombre había definido la vida en el hombre, confiscó su mente, y desterrándola de todo aprendizaje inculcado, y virgen de las emociones parasitadas por un sociedad enfermiza de miedos, sobrevoló por encima de la conciencia pueril y difamada que tiene el hombre sobre si mismo, para iluminándose, crecer en la experiencia de sentir cada forma de expresión con la que se relacionaba con su mundo; y así, despertar la conciencia del SER que llevaba en su interior.
Y tomando conciencia de ese mundo nuevo al que llamo Eternidad, vivió por los siglos de los siglos, en la gloria de Dios Padre, su Padre;
Amen"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929