jueves, 11 de marzo de 2010

HOY MAESTRO; original de Rafael Santamaría

Quien busca a quien sabe, sabe a quien busca; quien ama a quien es amor, amor es a quien ama.
a vosotros;

"Maestro, hoy la luna se posó sobre las oscuras aguas del mar de la vida al igual que ayer; hoy maestro, el sol amaneció por el lado de la montaña por el que se suele poner; hoy maestro, mi Dios, tu Dios, se evadió de la responsabilidad de amarme como yo lo amo al esconderse entre los vestigios de la miseria humana; hoy maestro, fingí ser paz y armonia sólo por respeto a vos, pero en verdad maestro, mi alma se muere al no ver la esencia del amor de Dios avivando con su luz la morada de mi Ser; hoy maestro, he decidido huir de mi para no volver jamás a retar al Dios que busco en mi; hoy maestro, he visto la incapacidad de mi Ser cuando las emociones del hombre cautivan con su ignorancia la creatividad de mi alma; hoy maestro, he querido sentir la gracia de Dios hacia el mundo, pero no he sabido, pues el saber es una experiencia que aún no ha despertado en la voz de mi alma; hoy maestro, la luz del mundo que refleja la forma del infinito entre las sombras humanas, ha querido eximirse de su existencia al dejar sin cobijo la oración de mi alma; hoy maestro, la falta de sed espiritual del hombre, lapida la con más virulencia la fe del amor que el propio odio; hoy maestro, he visto como la luz que dices Ser el Padre, ha dejado de alumbrar la figura con la que he tomado forma en este cuerpo físico; hoy maestro, he visto como las narraciones que antaño conformaban el analisis de mi existencia, han sido apartadas de la moral de mi credo; hoy maestro, me he visto sólo ante el desvan de la soledad bajo el cual el hombre se aflige antes de la muerte; hoy maestro, recordé a los hijos y a la mujer que deje a trás por seguir a un Dios que nunca llegué ni a ver ni sentir; hoy maestro, ante la amargura de mis lágrimas me resisto a creer que todo fue en vano por ver a un Dios que no se le puede ver; hoy maestro, te honro como a mi maestro, pero te maldigo por ser tú quien irrumpió con tal fin en mi vida, que ahora no sé como desligarme de esta vocación sin alieto que gobierna mi vida; hoy maestro, he querido ser lo que me has enseñado a Ser pero, toda mi intención ha caido en el anhelo de la busqueda maldita del que no se encuentra asi mismo, salvo en el desierto de su ego; hoy maestro, la luz del rostro Divino que Tú ves, ha sido el espanto bajo el cual me dirigo a ti para huir de mi; hoy maestro, no sé cómo llorar sin decir nada más antes, de decirlo todo por última vez; hoy maestro, me gustaría morir en paz para hallar la paz de la que tanto nos has hablado; hoy maestro, me he dado cuenta que tu estado de Ser es la realización de una verdad que encuentra su sentido cuando el amor por el Padre es el único y último amor; hoy maestro, tu discipulo, acobardado por su fe, se retira a la lejanias de la vida misma para hallar el último suspiro con el que creer en lo que Es y en lo que tú, mi maestro, me has enseñado a creer; hoy maestro, mi camino soy yo, y en el abandono a ti, veo la última oportunidad que la evolución de mi conciencia me otorga en esta vida; hoy maestro, el cielo y la tierra se confabulan para ver como tu amado discípulo se va para encontrar la única verdad que le falta por encontrar: el yo de un Dios semejante al Dios que es amor; hoy maestro, me voy sin partir a tierras lejanas, me voy sin decir adios al lugar del que procedo y mi existencia en EL me antecede; hoy maestro, comprenderás, al verme partir, porque la vida del hombre no tiene sentido salvo cuando el hombre renuncia a la vida que le sustenta como hombre; hoy maestro, muero como lo que he sido para renacer en lo que seré; hoy maestro, no veré más la luz del sol que fue antes mi guia durante el día, porque hoy maestro, yo seré, en la oscuridad de mis sombras, la luz con la que la fuente de mi penunbra se despertará para guiarme hacía la luz eterna del infinito amor; hoy maestro, aunque Dios no me espera, he decido presentarme ante su audiencia para hablarle de mi, y sin más dialogo que el silencio del alma, albergar la única respuesta que busco :  Yo..., El, y la unión de ambos en el amor de mi alma; así pues, maestro, que mi fin sea mi eterna existencia, y que allí a donde voy no encuentre más que lo que verdaderamente hay: o un Dios llamado amor, o un amor llamado Dios; para cuando lo encuentre maestro, quizá mi muerte halla consumado mi cuerpo, no asi mi alma, que seguirá deambulando entre los confines de la verdad en busca de su verdad, la verdad, el Padre Dios que bajo el símil del amor tu me enseñaste; hoy maestro, te digo: hasta pronto hermano; hoy maestro, me voy para verte mañana; hoy maestro, es el mañana del que te hable hoy; hoy maestro..., yo soy mi propio maestro y tú, mi querido maestro, eres la voz que consolidó mi conciencia al estado puro de su SER; hoy, mi querido maestro, voy hacia el lugar de donde vengo, y tú, mi maestro, serás siempre el legado de la pasión espiritual que me orientó hacía lo eterno; así pues, con mi legado que eres tú, parto sin más dilación hacía lo que es mi Ser en la esencia de Dios Padre."


Rafael Santamaría
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