domingo, 3 de octubre de 2010

CONVENCEROS; original de Rafael Santamaría

Cuando la luz se abre camino entre el espesor de la oscuridad, lo hace en forma de estrella; y por cada estrella que nace, un mundo nuevo se cobija bajo su luz.
A vosotros:

"En verdad os digo que seréis necios si intentáis convencer a otros que aún son más necios que vosotros. Pues de nada tenéis que convencer a nadie, ya que de convencer a alguien, es a vosotros mismos.
Pues os sucede que no estáis convencidos de nada, y no pudiendo ser de otra manera, buscáis argumentos en otros para convenceros a vosotros mismos.
Que necedad la vuestra que busca justificaciones a lo que no sabéis para alimentar así vuestro ego.
El convencimiento viene solo, y no por arte de magia ni en boca de otros.
Pero en verdad os digo que de entre vosotros, ni tan si quiera hay diez que sepan de que quieren convencerse. Y de todos aquellos que no saben, por no saber, no saben ni la verdad que están buscando; pues no saben si buscan la suya propia, o la que le dicen otros que han de buscar.
Pues en verdad os digo, que apenas el hombre encuentra un motivo en su vida para pensar, ya esta pensando. Y así todo pensamiento satura la voluntad del alma; pues el alma no encuentra su sitio entre tanto pensamiento. Ya que el alma no piensa, el alma siente; pues por un sentimiento de amor se forjó,  entre tanto amor que el Padre quiso compartir con sus hijos.
Pues si el pensamiento obedeciera a razones, sería un pensamiento razonable; pero tales pensamientos sólo obedecen a creencias, a efímeros postulados, que a modo de patrones, marcan la conducta a seguir de todo hombre que se somete a su programada mente.
Y con una mente tan programada, tan condicionada por la voluntad y el deseo de otros, ¿de qué buscáis convenceros si en vuestras creencias no hay nada vuestro?; todo lo que hay son principios de otros, que a modo de pauta, tomáis como vuestros en vuestros razonamientos.
En lo que aquellos dicen no hay nada vuestro. Decid mejor lo que vosotros sentís como vuestro, que no lo que otros os han enseñado a sentir en vosotros que os pertenece. Pues todo lo que penséis que os pertenece, os vinculará al mundo de la materia; y todo aquello que sintáis como vuestro, os conducirá al mundo del que provenís; al mundo inmaterial y divino que es Dios.  
Convenceros con y de vuestros propios sentimientos, convenceros con y de vuestros propios sentires, y haced de tales axiomas un perfíl de vuestra alma; para que llegado el momento, llegada la hora de hablar sobre vosotros mismos, sepáis quienes sois: sois vuestra alma en estado puro.
Convenceros de vuestra inmortalidad viendoos morir una y otra vez, ya que de nada estáis muertos salvo de lo que creéis morir. Veréis en muchas vidas, las mismas almas con otras ropas, y en esos nuevos cuerpos en las que les veréis, no les reconoceréis salvo que les miréis con los ojos del alma, en vez de con los ojos con los que no veís.
Convenceros de que sois amor, pero no amando, sino siendo amor; pues en verdad os digo, que viviréis por los siglos de los siglos si en el amor que sois creyéreis.
La fe que el amor mueve sólo Dios lo sabe, pero aquel hombre que descubre la inmortalidad que Dios es en él, aquel sabrá lo que sólo Dios sabe.
Y todo el conocimiento que Dios alberga es el Amor, pero para alcanzar dicho conocimiento, antes, debéis renunciar al saber que os limita en la voluntad de ser amor; debéis renunciar a las creencias con las que el hombre a conceptuado su moral.
Pues todo concepto es limitado, ya que es gracias a su definición como encuentra sentido. Y nada de lo que es inmaterial, como el amor, debería poder ser definido; sólo que el hombre lo definió para darle sentido. Más el sentido del amor ya tiene su propio sentido, y ese sentido es Dios.
Convenceros de lo que os digo por vosotros mismos, y entonces, habréis sido convencidos. De otra manera, habréis sido manipulados.
Convenceros de lo que sintáis que os tenéis que convencer, y dejad a los demás se convezcan solos; y así, la evolución del hombre encontrará sentido, al ser cada hombre, su propio destino" 

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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