domingo, 7 de marzo de 2010

LA CHAQUETA; original de Rafael Santamaría

Aquel que hubo visto su fe en EL, vio la magnitud de su fe; pues no ver y tener fe, es ver sin utilizar la fe para ver.
A vosotros:

 "Hubo una vez un hombre, que habiendo triunfado en la vida como triunfan lo que tienen de cara el éxito asegurado, volvió a su casa, como todos los días, con los bolsillos de su chaqueta vacios de amor. Al llegar a casa, colgaba, como todas las tardes, la chaqueta en el perchero, y pasaba el resto de la tarde mirando donde mirar para ver algo más que aquella triste chaqueta. Así pues, sumergido en el abismo de su oscura y tortuosa realidad, una noche, aquel afamado hombre de negocios, dejando su cartera en la mesilla de noche, cogió su chaqueta, y vistiéndose de ella, salió a descubrir por qué los bolsillos de aquella chaqueta estaban tan vacios cuando no guardaban su cartera. Y así observó, que por más que iba de lugar en lugar, sin su cartera no era nada, pues ante el mundo que había conquistado, nada era sin sus señas de identidad; así pues, descubrió que su chaqueta no merecia de más honores que cuando salvaguardaba su dinero. Aún así, no se aparto de ella, y junto a ella convivió con mendigos y ladrones; y por un tiempo, su chaqueta se vistió del turbio color de la amargura del hombre; y por un tiempo, su chaqueta se bañó en los mares de la soledad; y por un tiempo, su chaqueta compartió su delicado y refinado vestir, con los arapos que la vida da al que dice ser excluido del privilegio de vivir. Y de entre todas las formas como tiene el hombre de vivir en la miseria de su ignorancia, así descubrio él su propia ignorancia al verse libre de toda atadura cuando, desprendiéndose de su elegante chaqueta, vio en la sombra de su chaqueta la figura de su personalidad; y así, siendo uno más entre los indigentes, observó la cuantiosa magia que el hombre ES cuando se despoja de su chaqueta; pues sus bolsillos siempre estuvieron vacios, porque vacio estaba él cuando representaba el personaje que no era EL : su chaqueta. Y echando una última mirada a aquella chaqueta que le dio el triunfo en esta vida, puso su vista en el interior de su alma para recorrer el inmortal camino que se desvelaba como eterno en su nueva vida. Y tras la maleza de un parque despareció para los que le buscaron como hombre, y tras la maleza de un parque apareció para aquellos que le encontaron al verlo sin su chaqueta.
Quitaos vuestra chaqueta, y la libertad de vuestra alma os hara libres y eternos"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929

LA VUELTA A CASA;original de Rafael Santamaría

Así como el buscador recibe la verdad que le busca; así la Verdad encuentra en el buscador su propia verdad; 
gracias por invitarme a volver a escribiros;
a vosotros, buscadortes de la verdad;

"Una vez perdí la fe, fue hace ya mucho tiempo, cuando la fe se perdía al perder la conexión con lo que somos. Fue en otra época, fue en la época en que la raza del hombre tuvo su historia. Fue en aquel tiempo cuando mi fe se desvaneció por completo y se ocultó tras mi ego.
Mis deseos acabaron con ella. La familiaridad con la que el hombre se ciñe a lo banal fue mi trampa mortal. 
Aún recuerdo los días que pasé junto a las vidas que compartí en el mundo que gobierna al hombre; el emjambre de la efimera materia, asociado al libidoso deseo humano, jactabanse de mi fe, de mi herencia espiritual, tanto, que me transfomaron en la entidad más burda de mi individualidad, en aquella que queda ligada a un nombre y a sus caracteristicas. En lo que fui sin Ser Yo, que no en lo que Soy. 
En el renacer de las vidas que analfabetizan la esencia del hombre al no ser más que eso,hombre, aprendí a sentir las emociones que engañan y conquistan la voz, que interiorizada en el hombre, es el silencio interior; aprendí a desprenderme de esa, mi voz interior, para dar el protagomismo de mi Ser a la voz que fingía ser Yo; a la voz que hablaba por mi; el ego.
Conocí el amor con el que hombre ama desde la tristeza de su amor, pues nunca gocé como goza mi Padre al amar; el pensamiento del hombre al amar le convierte en mortal, y así, queda atrapado en la dualidad de este sentimiento; y como ese sentimiento...todos; la mente del hombre impone en la dualidad de las cosas su ciencia para poder entender las cosas. Y cuando me quise dar cuenta, yo también era una cosa, era esa cosa con la que mi espíritu comercializaba su conciencia a través de un momento de la llamada gloria emocional que gobierna los instintos del hombre.
El pensamiento me mantenía tan distraido que no tenía tiempo de observarme. El miedo que mi educación recibió, me socializó para ser un ente parasitado de fácil dominio y gobernalidad. Y como uno más de la lista interminable de almas que anidan por sincronicidad con el ego que las gobierna, deambulé, de vida en vida, buscándome lejos de encontrarme en el juego con que el hombre traicionó su esencia: esa emoción que sacia el vicio de todo deseo con el que esta sociedad corrompe y desruye la iluminación de nuesta alma hacía el espíritu de lo Eterno : el Padre.
Mi mente gobernaba toda mi atención. Mis pensamientos gobernaban todos mis sentimientos. Mis emociones gobernaban mi voluntad..., y mi Ser, ese Ser incondicional, y maravilloso ente espiritual, que estuvo en todo momento a mi lado, jamás me juzgó ni me hirió de muerte con sus pensamientos. Sólo estuvo ahí, esperándome sin esperar, porque sabía que algún día me reconciliaría con El.
Pero en un despertar de la vida humana, un apice de bondad recorrió mi Ser; senti ser bondadoso en vez de pensarlo, y al sentir aquella fresca y maravillosa sensación de ser algo sin pensarlo, reanude las conversaciones que había ignorado con la parte que más amaba sin saber que la amaba, mi Yo Superior: mi YO SOY. Y cuando me quise dar cuenta, descubrí que desde siempre, desde que me manifesté en las edades del hombre, me había estado escribiendo cartas y más cartas de amor mi amor verdadero: mi Ser, mi YO SOY, las cuales, mi retorcida y ególatra mente, había escondido en la única habitación que sabía que nunca miraría mientras ella me gobernase: mi alma; pero el día que entre en aquella habitación, y abri de par en par sus ventanas para que la luz iluminase aquella estancia, pospuse todo tiempo con el que el hombre mide sus vidas, y lei cada una de aquellas cartas; y al leerlas y sentirlas a través de mi Ser, mi mente claudicó en su empeño de gobernarme, y aunque intentó con sus pensamientos vencerme, no pudo; y aunque pospuso la victoria final a un reencuentro con mis miedos, mi mente sabía que mis miedos eran suyos, eran y habían sido, el yugo bajo el cual me tiranizó. Y después de morir para ella, vivi y vivo en el aquí y el ahora, vivo libre de todo pensamiento, vivo libre de la más terrible mazmorra que el hombre pueda imaginarse: la mente; vivo en la intensidad de mi Ser; vivo en mi, y al vivir en mi, vivo en la unidad del Todo desde la consciencia del amor; desde la consciencia de lo que Soy. Y es desde aquí, desde donde escribo y Soy, y es desde aquí, desde este maravilloso mundo de vida desde el cual me siento vivo y estoy vivo; y es desde aquí, desde donde todo conocimiento se vuelve sabiduría; y es desde aquí, desde donde el amor es el fruto de la vida que germina al amar; y es desde aquí, desde donde todo empieza y todo acaba, porque nada es eterno salvo el aquí y el ahora desde donde Yo Soy y me encuentro ahora; y es desde aquí, desde donde todo vuelve a su esencia, a su Ser, y desde donde el hombre se reconcilía con lo que Es.
Ahora, que he vuelto a ser amor, ahora Soy; ahora que vuelto a mi casa, soy parte de la casa; ahora que soy vida, soy parte de la vida; ahora que Soy la voluntad del Padre, ahora soy parte del Padre.
Pues cuando el hijo reconoce en el Padre la esencia del hijo, y el Padre se reconforta en el hijo al comtemplarse en el, Padre e hijo son una misma cosa; y en ese momento, todo momento pasa a ser el eterno momento en la magnificiencia de lo infinito y puro.
Ahora que me he reconocido en el Padre, y me he reconciliado en El al Ser lo que Soy a través de El y en El, no puedo sino decir al mundo lo perdido que esta el mundo mientras sólo se identifique con su mundo.
Mientras los ojos sólo tengan la vista para ver, la ceguera del hombre seran sus ojos, y sus ojos no le dejaran ver. Así pues, yo os invito a ver lo que de verdad ES cerrando vuestro ojos, pues sólo al ver a través de lo intangbile, conoceréis la verdad de lo que Sois : El SER.
Nada de lo que vuestros verdugos os hagan decir y ver, ni es ni será la verdad con la que os librareis de vuestras cadenas; sed pues valientes en la disputa que os acarrea vuestra liberación,  y profundizad en las más oscuras aguas de vuestra conciencia para llegar a ver lo que sólo vosotros podeis ver; delegar en otros lo que es vuestro, y nunca sereis vosotros mismos; delegad en otros vuestra misión, y vuestra misión será el reto inalcanzable que no acaba de reconciliarse con vosotros.
No ofrezcais la sabiduría y el amor de vuestra alma al mundo que os gobierna, no le ofrezcais el regalo que el Padre es en vosotros; ofreceroslo mejor a vosotros mismos como agradecimiento a lo que habéis descubierto que Sois, y el mundo que os gobernará, ya no será el verdugo de vuestra alma, sino el descanso que halla, el que en la paz de su alma, se reconforta al Ser la Totalidad de lo que ES"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929