miércoles, 28 de agosto de 2013

EL REINO DEL ESPÍRITU; original de Rafael Santamaría



Tienes que saber muy bien lo que te dices a ti mismo en ese dialogo interno que se produce constantemente en tu mente, pero del cual no eres consciente, para poder llegar a conocerte mejor. 
Cuando la gente dice: "me ha salido del alma..." el decir o hacer uno cosa que te ha salido del alma quiere decir que te ha salido de tu subconsciente. Y no es que el alma esté en el subconsciente, o viceversa; aunque para algunos autores de metafísica como la celebre Florence Scovel Shinn, y otros sobre los que influyó su obra, como Louise Hay, o Emmet Fox, pudiera ser que sí; pero desde mi punto de vista sí existe una conexión entre lo que llamamos alma y nuestro subconsciente. Pues en el subconsciente esta grabado todo, y accediendo a ese baúl de los recuerdos las personas pueden saber de primera mano por qué hicieron ésto o aquello, si lo hicieron de corazón o por algún tipo de interés, etc; pueden inclusive analizar por qué nacieron con algún tipo de virtud, qué es lo que les causa su enfermedad (la enfermedad que padezcan)...; es, aunque quizás el símil no es el más adecuado, nuestro internet particular, pues en el está prácticamente toda la información que necesitamos saber para ser honestos con nosotros mismos, y gracias a esa verdad, conocernos mejor.
Y llegado el momento, tras el umbral de ese conocimiento acerca de nuestro subconsciente, y como consecuencia de haber traspasado el feudo de nuestros pensamientos gracias a la expansión de nuestra Conciencia, ten por seguro que se te abrirá la oportunidad de entrar en el reino del Espíritu o supraconciencia; pues cuando el subconsciente llama a las puertas del cielo, de la supraconciencia, el cielo se abre para recibir al hijo pródigo que tras largos años de peregrinaje por el mundo de la dualidad y las sensaciones vuelve a Casa, a su Hogar.
Tomar conciencia del subconsciente es el conocimiento que abre las puertas de la Conciencia en estado puro, de la Conciencia si la infección o el contagio de ningún tipo de pensamiento; pues éstos, claramente, provienen de nuestro ego o conciencia corporea.
Saber qué esta pensando uno en todo momento le lleva a uno a ser el rey de sus pensamientos, y no el pueril servidor de su egocéntrica mente.
El estado latente de meditación continua que se obtiene como consecuencia de la práctica de la control de la atención a través de la concentración, facilita al hombre a ser el observador absoluto de sus pensamientos y sus actos. 
La observación sin implicación purifica el pensamiento, pues éste estará libre de todo juicio proveniente de nuestro ego; lo que hará que no pensemos (con el ego), sino que seamos pensamiento (que seamos pura intuición)
La observación aclara la mente, y es gracias a una mente clara como se puede llegar a ver todo aquello que hay más allá de la mente.
Hay un reino más allá de lo que ves y lo que oyes que está esperando a que lo descubras cuando seas capaz de pensar y sentir sin que te influya lo que ves por tus ojos y lo que oyes por tus oídos.
Kriya yogui Rafael Santamaría
@kriya_yogui