viernes, 18 de junio de 2010

TOMAD CONCIENCIA DE LO QUE YA SABEIS; original de Rafael Santamaría


El que sabe amar, conoce a Dios; el ignorante que no quiere amar, ese, nada sabe de Dios.
A vosotros:


"Acercaros al que no dice nada, que seguramente tenga algo interesante que deciros aunque evite pronunciarse en público.
Id hacia donde no hay destino, hacia donde no hay camino, que seguramente encontraréis en vosotros, ese, vuestro camino.
Decid el nombre de Dios y aprended a decirlo en alto, para que quienes lo oigan, sepan de que habláis; pues seguramente lo habrán oído, y más de una vez, pero no en boca de quienes lo dicen sabiendo lo que dicen.
Armaros de valor en el momento en que el valor esté ausente en vosotros, para que cuando os busquen por vuestra valentía, sea el valor quien atesore vuestro coraje y os presente como valientes.
Haced aquello que este en vuestra mano, pero hacedlo sin buscar toda consecuencia a vuestro acto, para que cuando os busquen por vuestro compromiso de lealtad, os encuentren sin tener que buscaros.
Soñar a la hora del sueño, para que cuando durmais, tengáis la conciencia tranquila, y veáis en sueños, la realidad de vuestra verdadera vida.
Haced uso de lo que sabéis hasta que podáis saber más, para que en la búsqueda del conocimiento, todo aprendizaje os regale sabiduría.
Amad como ama el que no ignora lo que siente, para que cuando prediqueis el amor, sea el amor el que se predique en vosotros.
Ser como aquel que no busca ser nada para poder así encontrar su verdadero Ser, pues seguramente, el que busca sin buscar, encuentra lo que realmente estaba buscando.
Discutir con el ánimo de no pretender convencer, pues seguramente cuando os retiréis de la discusión habréis convencido por no querer convencer.
Escuchad todas las versiones que os den de una misma versión, para que cuando os pregunten, no sepais que versión dar.
Andar por andar sin buscar en cada paso el significado de andar, pues seguramente, sólo de andar, ya os daréis cuenta que cada paso, es andar.
Buscad la luz cuando la luz os busque a vosotros, para que cuando seáis iluminados, sea vuestra propia luz, testigo de vuestra iluminación.
Entonar el himno de la alegría en todo momento, para que cuando en cualquier momento os falte la alegría, ésta, tenga siempre su momento, vuestro momento.
Acallad las dudas que sobre vosotros tenéis con la seguridad de que no tenéis dudas, para que cuando la duda busque su lugar en vosotros, sólo encuentre la seguridad de que no tenéis dudas.
Enseñad cuando os veáis rodeados de verdaderos discípulos, no sea que enseñeis a necios que no quieran aprender y por ello os llamen necio.
Encumbrar las más altas cumbres de vuestra conocimiento despertando el amor de vuestra alma, para que cuando la sabiduría haga acopio de lo que habéis aprendido, vuestro amor sea vuestro mayor aprendizaje.
Atended primero vuestra propias necesidades, para después, poder atender con gusto las necesidades de los demás.
Requerid lo que es vuestro, para así, poder compartirlo llegado el momento.
Y no déis más de lo que tenéis o estaréis dando algo que no tenéis.
Y cuando queráis conocer a Dios, empezar primero por conoceros a vosotros mismos;
y cuando queráis amar en nombre de Dios, empezar primero por amaros a vosotros mismos;
y cuando queráis sentir la vida, empezar primero por sentiros vivos; 
y cuando queráis oír la música que despierta el amor, empezar primero por escuchar el amor que    lleváis dentro, para así luego poder sentir su música;
y cuando queráis llorar por la emoción que despierta en vosotros la compasión del amor, empezar primero por llenaros de compasión, y las lágrimas vendrán solas;
y cuando queráis sentir el amor de un hermano, empezar primero por sentir que todos somos hermanos. 
Pues en verdad os digo que todo lo que necesitáis saber ya lo sabéis, sólo que ignorais que lo sabéis para poder seguir viviendo en el mundo de la ignorancia; para poder seguir viviendo en éste mundo, y no en el verdadero mundo,vuestro mundo interior"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929