sábado, 16 de noviembre de 2013

EL AMOR TODO LO PUEDE SI LA PACIENCIA TODO LO ALCANZA; original de Rafael Santamaría

-Muchos son los que se adelantan, otros, los que van rezagados; tú por el contrario hijo mío, tan sólo espera tu momento, que la oportunidad llega sola; pues ésta siempre llega justo en el momento en que uno menos se lo espera; ya que mientras estás esperando a que llegue, sin saberlo, estás reteniendo su llegada. Suelta aquello que tanto deseas, si de verdad quieres que llegue. 
-Y cómo se suelta?, Maestro
-Tú ya sabes lo que quieres, pero sufres porque no sabes cómo conseguirlo. Por qué te preocupas tanto entonces por algo por lo que tú no puedes hacer nada? Tu preocupación denota desconfianza, y es debido a tu desconfianza como las cosas que quieres no llegan porque con esa actitud les estás cerrando la puerta que da entrada a tu vida. Si de verdad creyeras en aquello que quieres, aquello que quieres vendría sólo sin necesidad de tener que salir tú a buscarlo; pero es tu falta de fe la que te hace salir en su búsqueda, y es inútil que busques algo sino sabes a dónde has de ir para encontrarlo.
-Pero he de ir a algún sitio para encontrar eso que quiero?, Maestro
-Tan sólo has de saber bien lo que quieres. Tú quieres algo?
-Si, claro.
-Pues en todo caso preocupate de estar seguro de que aquello que quieres es lo mismo que dices querer, y deja el cuándo y el cómo para los agnósticos de sí mismos.
Te ilustrare con un ejemplo. En cierta ocasión conocí un joven que amaba a una mujer, y aunque ésta también le amaba a él, estaba prometida con un acaudalado hombre de negocios para poder saldar así la deuda económica que su padre había contraído con su prometido. El joven salió en busca de fortuna para pagar la deuda del padre de su amada y así poder casarse con ella, pero desgraciadamente en aquel viaje no encontró a su paso más que calamidades y sufrimiento. Cuando quiso regresar a su ciudad natal, su amada ya había contraído matrimonio con el acaudalado hombre de negocios. Su desesperación le llevó hasta la orillas del Ganges. Quería quitarse la vida en el río sagrado. Allí le encontré yo.
"-Creo que tu vida merece una segunda oportunidad- le dije- A qué viene tanta prisa por conseguir algo que todavía no estás preparado para poder tenerlo en tu vida.
-Cómo dice?
-Sé de tu melancolía. Tu corazón habla, sólo que tú no le escuchas. Déjame decirte algo, las cosas no pasan por casualidad. Permite primero que el padre de tu amada salde la deuda económica que tiene con el marido de la mujer que tanto amas, pues las cosas en éste Universo perfecto tienen un orden, y después, aparece tú cuando la vida te haga aparecer en escena; y no antes hijo mío, pues tu papel ahora no tiene cabida en está parte de la función de éste grandioso Drama Cósmico. Dios es sabio hijo mío. El sabe de ti y de tus inquietudes. Eres tú el que nada sabes de Él, pues si confiaras en Él, nada temerías. Pues si lo que deseas es justo, aquello te llegará a su debido momento.
-Y entonces usted, qué me sugiere que haga?
-Primero quitar tus pies de ahí, el suelo está resbaladizo y podrías caerte y morir. Segundo, si tanto la amas, entonces no la desees, porque no es tuya, y así es como nunca vendrá hasta ti. Por el contrario, amala, amala tanto que no puedas dejar de amarla, que el amor es el mayor poder de atracción que existe en el mundo. Confía en ese amor, y ese amor la traerá hasta ti"
-Y qué paso?, Maestro
-Yo no sé lo que paso, porque cuando le volví a ver no le pregunte el cómo (había pasado) Sólo les vi juntos. Supongo que pasó lo que era lógico, desde el punto de vista de la Divina Providencia, que tenia que pasar.
El amor todo lo puede si la paciencia todo lo alcanza.

kriya yogui Rafael Santamaria