jueves, 24 de septiembre de 2009

LAS TRES CARAS DE LA ENFERMEDAD, original de Rafael Santamaría


Aquellos que han leido alguno de los relatos que he escrito saben de mi aficción por las letras, sirva esta,además de estímulo para mi, de herramienta de comunicación.
A mis lectores:

"El emperador más grande que diera la región de la Estepa Oriental tuvo la desgracia de ver como un buen día su hija caía enferma. Y a tal estado llegó la agonía de la joven que la enfermedad la iba consumiendo segundo a segundo sin que ni los más prestigiosos médicos del emperador pudieran paliar su dolor. La confusión del emperador era grande, ninguna batalla perdida, todo un imperio a sus pies, y ahora, su bien amada hija, se le iba. Entonces, haciendo uso de su nombre, convocó a los más prestigiosos doctores y sabios de todas las regiones que habitaban el planeta mandando emisarios por todo el mundo. Y cuando las fámelicas carnes de su hija apenas la matentenían en pie, llegaron los tres eruditos en ciencia más afamados de toda la tierra, y sin perder un minuto, se dispusieron a prestar sus servicios al emperador.

El primer médico que entró, tocando a la joven muchacha, apreció en la zona abdominal cierta tensión, justo al lado del estómago, y después de varias disertaciones concluyó que la joven estaba consumiéndose porque su estómago no tenía hambre. Así que se apresuró a tratar de remediarlo a base de unos brebajes, pero la joven muchacha no mejoró.

El segundo médico, que había visto y oído las conclusiones y el trabajo de su antecesor, oscultó a la joven muchacha, y sin vacilar, se dirigió rápidamente a la cabeza, y después de unos minutos afirmó que era cierto que el estómago de la muchacha estaba dañado pero que todo obedecía al sistema nervioso que inervaba aquella zona; asi pues, su terapia consistió en añadir a los brebajes de su antecesor, unas manipulaciones que soltasen los nervios que hacían que el estómago estuviera encogido. Pero la muchacha no mejoró.

El tercer médico, que había visto y oído lo que habían hecho sus condiscipulos, no la oscultó, ni la tocó, sólo la miró, y luego, aproximándose a ella le dijo:

- Si no puedes comer, y tu estómago no despierta con este virtuoso brebaje; si tu estómago esta encogido, y no obedece a la noble maestría de este versado conocedor, entonces, cuéntame, ¿qué es lo que te pasa?

La joven se le quedo mirando, y emocionada, retuvo las lágrimas. Entonces él la preguntó denuevo:

- ¿Qué es lo que perturba tu alma con tanto dolor que ha encontrado en tu cuerpo un aliado ?

Y la joven, sin poder contener la emoción, le contó que hacía bien poco su prometido había muerto repentinamente sin darle tiempo a reaccionar por el duelo.

Dicho esto, el tecer médico se dirigió a emperador y le dijo:

- Tu hija esta curada.

-¿Ya?, ¿y cómo?. ¿Que tenía?-preguntó el emperador con admiración.

- Lo que tenía ya no lo tiene, pues ha hablado y ha expresado su dolor, y afligida, ha reconocido la causa de su enfermedad. Ahora, oído esto, su cerebro soltará al estómago, y una vez libre éste, se despertará su apetito. En breve, volverá a comer - contestó el médico.

Y la joven sanó"

Cuando la causa de un dolor no esta provocada por la limitación de movimiento en una articulación (local), y tampoco obedece a que el nervio que llega hasta la zona de dolor esté pinzado (reflejo), entonces es debido a la interactuación biológica del cerebro con el cuerpo por culpa de una emoción (somatización).

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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