jueves, 10 de diciembre de 2009

UNA DEUDA PERSONAL; original de Rafael Santamaría


Cuando tu mano izquierda sepa de tu mano derecha, y tu mano derecha sepa de tu mano izquierda, ambas manos seran una, y como una sola mano, ya no rezaran en vano;
A vosotros:

"Hubo una vez un monje de avanzada edad, que sintiendo la muerte en sus carnes, y habiendo pasado toda una vida al servicio de Dios, quiso encontrar su entrega a Dios en otra parte; pues de tanta dedicación al prójimo se había olvidado de si mismo. Ya se lo advirtió aquel padre prior : - quien aprovecha el servicio a los demás para huir de si mismo, pobre servicio dará a los demás - tales palabras calaron tan hondo en su ser, que sintiendo la lógica de tan hermosa expresión, colgó el hábito y juró no abatirse en su lucha hasta sentir amarse. Y aunque una y otra vez era tentado para dilapidar su tiempo en aquello que no fuera él, un buen día decidió aislarse del mundo que le rodeaba y permanecer en quietud absoluta hasta reconocerse; y así permaneció hasta que su mente agitada encontró la calma, y en la calma se desnudó; y con la mente desnuda y sin víctima que extorsionar, se vió a si mismo, y al verse tal y como era, se vió tranquilo, se vió en paz, y al verse así, se quiso tanto que acabó amándose; y cuando de tanto amor encontró asilo en si mismo, aguardó a que el mismo amor aliviara la pena que siempre le apartó de él. Y cuando dejó de estar enemistado consigo mismo, reanudó las conversaciones perdidas con aquel que era él, y cuando se reconcilió con aquel que era él, salió al mundo a compartir su amor con el prójimo, y cuando lo compartió, dió fe de la veracidad de las palabras con que su prior le amó; pues amándose a él mismo pudo amar mejor al mundo, y el mundo así, le devolvió el amor en forma de la única amistad que es verdadera : el amor.
Quien no salde su deuda personal amándose, no sólo no sabrá amar, sino que tampoco podrá entender el amor"

Rafael Santamaría
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