miércoles, 19 de febrero de 2014

LA PAZ QUE MEDITO;original de Rafael Santamaría



Dedicado a las sabias enseñanzas con que mi Maestro me inició.





-Maestro, usted me dice:"Medita, tan sólo medita; que todo lo demás vendrá por si sólo"; y ya medito!, pero cómo sé que mi meditación es correcta si no observo nada?
-Qué sientes cuando meditas?, hijo mío
-Que qué siento cuando medito?
-Si, qué sientes?
-Paz?
-Esa paz que tú sientes es la conciencia de tu alma. Verás, hay tres tipos de conciencia: la corpórea, la mental, y la del alma. 
La mayoría de la gente tan sólo tiene una conciencia corpórea, es decir, tiene conciencia de su aspecto físico o cuerpo. Luego hay unos cuantos que sienten inquietud por saber de dónde vienen y a dónde van en éste periplo por la tierra al haber sido "despertados" por diferentes traumas que han ido padeciendo durante su vida, éstos, tienen una conciencia mental en lo que se refiere a que intentan a través de la observación de su mente descubrir la infinitud del Universo. Y por último están aquellos que transfieren su atención, su energía, a la paz que alcanzan cuando consiguen desatender los estados febriles de una conciencia corpórea y/o mental. 
Cuanto más profunda sea tu concentración en esa paz que sientes al meditar, cuanto más profunda sea tu concentración en tu alma, más te estarás desapegando de la conciencia ilusoria a la que eres sometido constantemente tanto por tu cuerpo como por tu mente. 
Una vez que gracias a la perseverancia y profundidad de tu meditación ahondes más y más en esa paz, la paz que alcanzarás cada vez será más profunda. 
Y será en esos estados de profunda paz donde tu alma: la paz que has descubierto que tú eres, por similitud a la profunda paz que cada vez encuentra con mayor facilidad y en la cual se reconoce, se expandira hasta hacerse una con esa que paz que ha encontrado existente en todo lo creado, es decir, se hará una con la Conciencia de Dios o paz de Dios en todo lo creado.
Ahonda pues en la paz que sientes cuando meditas hijo mío, que el camino que sigues es el correcto, pues sigues la estela de la paz que has encontrado en tu interior, es decir: tu alma.
Rafael Santamaria