jueves, 17 de diciembre de 2009

EL REMEDIO DEL ENFERMO: LA VERDAD; original de Rafael Santamaría


Observad bien; pues todo lo que veis es todo lo que sois, y todo lo que no veis, es todo lo que aún no sois; así pues, no abrais más vuestros ojos, más bien cerradlos, y entonces, vereis.
A vosotros:

"Hubo una vez un hombre que sintiéndose enfermo, fue a visitar a su médico, y trás describirle los síntomas de que se aquejaba, aquel galeno, dándole un remedio, le anuló su dolor; pero con el tiempo aquel hombre sintiose de nuevo enfermo, y con los mismos síntomas visitó de nuevo a su médico, y éste, con idéntico remedio, volvió a eliminar su padecimiento. Pero no hubo transcurrido mucho más tiempo, cuando aquel hombre volvió a sentirse enfermo, y con análogos síntomas visitó a aquel su galeno, y éste, reincidiendo en su remedio, extinguió de nuevo todo dolor;  pero como quiera que el cuerpo es el último lugar del que el enfermo y su enfermedad no pueden escapar, aquel hombre enfermo volvió a enfermar; y fue de tal magnitud como se manifestó ésta, que sus síntomas desbordaron todo conocimiento de aquel su galeno; así pues, aunque intentó suprimirle todo dolor, el dolor ya no tenía forma sino contenido, pues aquel enfermo ya no era víctima de su dolor, sino que aquel dolor era la expresión con la que aquel enfermo intentaba superar su enfermedad; y habiéndose ignorado por tantas veces toda inteligencia del cuerpo para sanarse, el cuerpo entró en colera, se desorientó en su cometido, y alterándose en todas sus funciones, se agravó hasta el punto de hacer de la enfermedad su habitat; y conviviendo con ella, aquel enfermo cronificó sus males hasta que un asceta, que por causalidad se cruzó en su camino, le explicó el sentido de toda enfermedad. Y así, abriendo su mente al conocimiento heredado de su ser, descubrió la verdad de su enfermedad, se descubrió a si mismo, es decir, descubrió y reconoció en él al enfermo que originó su enfermedad; y así juró que se trataría y así se trató; y tratando al enfermo, y no a la enfermedad, así se curó; doy fe de ello"

Rafael Santamaría
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jueves, 10 de diciembre de 2009

UNA DEUDA PERSONAL; original de Rafael Santamaría


Cuando tu mano izquierda sepa de tu mano derecha, y tu mano derecha sepa de tu mano izquierda, ambas manos seran una, y como una sola mano, ya no rezaran en vano;
A vosotros:

"Hubo una vez un monje de avanzada edad, que sintiendo la muerte en sus carnes, y habiendo pasado toda una vida al servicio de Dios, quiso encontrar su entrega a Dios en otra parte; pues de tanta dedicación al prójimo se había olvidado de si mismo. Ya se lo advirtió aquel padre prior : - quien aprovecha el servicio a los demás para huir de si mismo, pobre servicio dará a los demás - tales palabras calaron tan hondo en su ser, que sintiendo la lógica de tan hermosa expresión, colgó el hábito y juró no abatirse en su lucha hasta sentir amarse. Y aunque una y otra vez era tentado para dilapidar su tiempo en aquello que no fuera él, un buen día decidió aislarse del mundo que le rodeaba y permanecer en quietud absoluta hasta reconocerse; y así permaneció hasta que su mente agitada encontró la calma, y en la calma se desnudó; y con la mente desnuda y sin víctima que extorsionar, se vió a si mismo, y al verse tal y como era, se vió tranquilo, se vió en paz, y al verse así, se quiso tanto que acabó amándose; y cuando de tanto amor encontró asilo en si mismo, aguardó a que el mismo amor aliviara la pena que siempre le apartó de él. Y cuando dejó de estar enemistado consigo mismo, reanudó las conversaciones perdidas con aquel que era él, y cuando se reconcilió con aquel que era él, salió al mundo a compartir su amor con el prójimo, y cuando lo compartió, dió fe de la veracidad de las palabras con que su prior le amó; pues amándose a él mismo pudo amar mejor al mundo, y el mundo así, le devolvió el amor en forma de la única amistad que es verdadera : el amor.
Quien no salde su deuda personal amándose, no sólo no sabrá amar, sino que tampoco podrá entender el amor"

Rafael Santamaría
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domingo, 6 de diciembre de 2009

EL CUARTO MATRIMONIO; original de Rafael Santamaría


Cuando el alma habla, es Dios quien habla, y el mundo escucha; quiera entonces el mundo escuchar a Dios, escuchando la voz de su alma; 
A vosotros, desde la voz de mi alma:

   
"Hubo una vez un maestro, que agudizada su vejez, quiso retirarse para preparar su muerte, y aunque buscaba como compañera la soledad, mientras se cobijaba a la sombra de un árbol, un joven se dirigió a él buscando respuestas.

- Maestro - dijo el muchacho-   vos que sois sabuduria pura, ayudadme, os lo suplico - Y el anciano, que meditaba, abrio los ojos - Vereis maestro, hay una muchacha a la que yo le gusto y ella a mi también y...

-¿Y eso es tanto problema? - Preguntó el maestro interrumpiéndole.

- ¡No!, el problema no es ese maestro, el problema es que mis padres quieren ordenarme monje, y si me ordenan monje, no podré estar con ella. ¿Lo entendeis?, y como vos, sé, que antes de alcanzar la iluminación, tuvisteis tres esposas, me preguntaba que consejo podríais darme: ¿me escapo con ella, o cumplo la voluntad de mis padres?

- Hijo mio, hay tantos caminos para llegar al único Destino, como seres habitan este planeta, y cada uno tenemos nuestro propio camino, tú el tuyo, y yo el mio; si lo que buscas es una justificación a tu verdad mientras yo te cuento mi historia, yo te la contaré pero, ¡te advierto!, no juzgues esta historia desde ese corazón que ahora palpita loco de pasión, sino desde la paz del alma que sustenta a todo corazón - y el anciano se dispuso a contarle su historia - Cuando de este cuerpo emergia la vitalidad de la juventud, mis ojos sólo veían la forma de las cosas, y mi corazón con la forma se casó. Asi fue mi primera esposa. Cuando de este cuerpo emergía la inteligencia del pensamiento, mis ojos sólo tenían ojos para aquello que rebosaba de contenido, y mi corazón con el contenido se casó. Así fue mi segunda esposa. Cuando de este cuerpo emergía la fuente de la verdad, mis ojos sólo tenían ojos para ver la esencia de las cosas, así pues, cerrándolos, encontré a mi tercera mujer, y mi corazón, con la esencia se casó. Así fue mi tercera esposa.

- Un momento maestro, esperad - replicó el joven-  vos no sois viudo y ahora mismo no teneis mujer, ¿cómo...

- Cierto hijo mio, - irrumpió el maestro - pero tu reflexión responde a un cuarto matrimonio. Déjame contarte que aún habiéndome casado tres veces, el vacio de mi alma seguia existiendo, y no habiendo nada fuera que no llevara yo dentro, quiso el Destino que mi última unión fuera conmigo mismo, pues observé que en mi se daban la forma, el contenido y la esencia que años atrás busqué fuera; mas yo te digo hijo mio, que nadie puede llegar a la esencia de si mismo sin primero buscar fuera lo que lleva dentro, esto hijo mio, obedece a la ley del hombre, no a la ley de Dios; y que una vez desechado al intruso de fuera que vive adentro, es el momento de que uno ocupe su sitio viviendo dentro, viviendo interiormente.   

- ¿Y eso que quiere decir maestro?, no lo he entendido. ¿Qué hago entonces?, ¿me voy con ella, o me ordeno monje?, como quieren mis padres.

- En verdad te digo hijo mio, que hagas lo que hagas, todo es correcto, pues la misma meta de cuando empezaste, te aguarda; llegar antes o llegar después, es el significado de toda vida. Tu decides.

Dicho esto, el anciano cerró los ojos y se ausentó de si mismo, y el joven muchacho se retiró más confundido que aliviado; más cuando su conciencia digirió la sabiduria de aquel maestro, el joven, se sintió realizado"

Rafael Santamaría
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jueves, 3 de diciembre de 2009

EL CAMINO EN LA VIDA; original de Rafael Santamaría


En las agitadas aguas, una luz verás, no vayas mar adentro ni eches las balsas al mar, no busques tierra ni huyas de nada, y mucho menos de ti, aguanta con fe la tempestad, y fijate en esa luz, pues es tu fuero interno quien te guiará.
A vosotros:

"Hubo una vez un gran soberano, grande entre los grandes, señor y dueño del último y más antiguo condado de las tierras altas; gran aficionado a la caza y gran cazador; al que una vez un humilde campesino, que había tenido una camada de perros cazadores, le regaló el último sabueso de aquella prole que la hambruna no había conseguido llevarse consigo; y aquel obsequio animado, mientras duró su adiestramiento, recibió todas las mas altas atenciones a las que un canino puede aspirar; más aquel podenco se dejó querer por lo distinguida de su situación; pero cuenta esta historia que cuando sus instructores lo vieron listo para el noble arte de la caza, le llevaron de caceria, y así ,en su primera salida ,aquel sabueso respondió a todas las espectactivas que se habian puesto en él; y de esta manera, una y otra vez, acompañó a su amo en cada una de aquellas cacerias; y por cada una de ellas su fama aumentó; pero un buen día, a aquel podenco empezó a no gustarle el trabajo para el cual había sido aleccionado, y empezó a flaquear en su cometido; su amo, que observó dicha conducta en él, quiso rectificársela con un primer aviso, para lo cual utilizó un grito, ante el cual, aquel perro, reaccionó; en una segunda ocasión, viendo que el grito se había quedado corto, le reprimió, y el perro obedeció; más en la tercera ocasión, no que le quedó más remedio, ante la terquedad de aquel podenco, que apuntarle con su escopeta y disparando al cielo, disuadirlo para que obedeciera, y el perro obedeció; pero sigue contando esta historia, que no por mucho reprimir se consigue dirigir, así pues, a la cuarta vez que el perro se sublevó, su amo se vió obligado a herirlo disparándole sobre el lomo, a lo que aquel podenco apuró sus fuerzas para huir tan lejos como pudó, y en aquella desesperada huida, quiso la desventura que el collar se lo arrancase una rama que por su camino se cruzó, más fatigado e incapaz de proseguir su fuga se dejó postrar; pero como quiera que en esta historia todo ha de salir bien, síguenos contando esta narración, que la diosa fortuna le fue a ver, pues abandonado de fuerzas cayó en las inmediaciones de otras tierras, y hasta allí, por azar o no, se dejó caer el dueño y señor de aquella comarca: un corpulento hombre de mirada recia y rostro impenetrable, que apiándandose del animal, lo acogió en sus brazos; y mientras aquel hombre observaba a la criatura malherida, apareció el noble aristócrata que había disparado sobre él, el cual, ordenó a aquel hombre que le devolviera a su perro, a lo que el caballero de duras facciones respondió:
- Este perro esta ahora en mis tierras, y por derecho mio es, y no viendo collar que lo identifique, no hay nada que me diga que suyo es. Más, ¿qué perro huye de su amo, salvo aquel que no se identifica con su amo? y, ¿qué amo dispara a su perro salvo aquel amo que ya no ama a su perro?
El noble aristócrata enfureció, y viendo el capitán de su sequito la rabia en los ojos de su señor, mandó levantar las armas a sus soldados, más de detrás de aquel corpulento hombre que entre sus brazos portaba al malherido animal, empezaron a salir un sin fin de braceros, a cada cual más robusto, que sólo con su presencia acallaron el intento de levantamiento de la fuerza real.
Aquel hombre recio, atendió y sanó a aquel sabueso, al cual una vez curado dió lo que por derecho le pertenecía : la libertad. Pero aquel perro no quiso irse del lado de aquel que tanto le había amado, más aquel hombre, intuyéndolo, se dirigió a él y le dijo:
- Amado ser, tu fidelidad no ha de ser para conmigo, eso sólo ensalzaría aún más tu disciplina como perro; más yo te digo, deposita toda tu fidelidad para contigo, pues eso y sólo eso, te ensalzará como ser. Anda, ve, búscate, y adivina quien eres. 
Aquel podenco abandonó aquellas tierras no sabiendo muy bien a donde iba, más la Eterna Providencia ya le había preparado su propio Destino al ponerle en su camino con la sabiduria y el amor de aquel hombre.
Aquel perro averiguó su sino en cuanto empezó a avanzar en su camino"

Rafael Santamaría
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domingo, 29 de noviembre de 2009

EL HOMBRE PAJARO; original de Rafael Santamaría


Vuele hacia donde vuele el hombre, válgase de llevar a cabo su vuelo bajo el sueño dorado de la vida; y aterrice donde aterrice el hombre, asegurese que abate sus alas sólo y nada más que por amor;
 A mis hermanos y hermanas; a ti, que sabes que eres tú ;

"Hubo una vez un pajaro que volaba alto, tan alto, que el cielo le quedaba bajo, pero un buen dia, en un vuelo raso, una paloma se fijó en él, y aquel pajaro bajó el vuelo, tanto, que el cielo le quedó alto; y sin rumbo fijo, ambos volaron raso, tan raso, que el cielo quedó lejos, tan lejos, que, de tanto en tanto, levantaban el vuelo para tocar el cielo; pero entre vuelo y vuelo, de ramas hicieron su nido, y al poco, de polluelos lo llenaron; y quiso así entonces la vida ocuparles en la noble tarea de amarse, no sin antes, advertirles de la responsabilidad adquirida con sus descendientes; pero como quiera que la vida de un pajaro se pasa volando, y así, todo su vuelo es vida; llegado el momento de abandonar el vuelo, aquel pajaro quiso volar alto una vez más, tan alto, que el cielo le quedara bajo; pero la vejez le había cortado las alas, y sin alas no se puede volar; así que, aquel pajaro soñó que volaba, y de tanto soñar, voló, y tan alto, que el cielo se quedó bajo; y de aquel sueño no remontó el vuelo, y víctima de su sueño, voló dormido pensando que volaba; y cuando despertó, jamás supo que verdad adornaba su vuelo, si la vida que cambió su vuelo, o el sueño con el que voló su vida.
Quiera así todo hombre pensar que vuela, o quiera así todo hombre soñar que vuela, así todo hombre decidira si piensa o sueña, pero decida lo que decida, todo es lo mismo; sólo que el sueño se olvido de pensar, y el pensamiento se olvido de soñar; sea como fuere, la vida es todo pensamiento, un pensamiento lleno de vuelos, de tan altos vuelos, que algunos de ellos se tornaron sueños, y otros, de tan bajos vuelos, que se quedaron en pensamiento pero, cuando uno y otro se unen, cuando uno y otro se entrelazan..., cuando el pensamiento nace de un sueño, y el sueño toma la forma del pensamiento, el mundo que se abre, es el mundo de la maravillosa ilusion del amor hecho conciencia: el mundo interior de la conciencia Divina "

Rafael Santamaría
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jueves, 26 de noviembre de 2009

EL ANGEL DEL AMOR O, AQUEL HIJO DE DIOS; original de Rafael Santamaría

Para ver no hace falta mirar, sino todo el mundo vería; para escuchar no hace falta oír, sino todo el mundo oiría; quien tenga oidos para oír, que oiga, y quien tenga ojos para ver, que vea;                                      A vosotros:                                                                                      "Hubo una vez un hombre que dijo hablar con Dios, y que Dios le escuchaba; y bajo aquel dialogo divino dijo descifrar la inteligencia de Dios, a lo que llamó : amor; y mantuvo sus conversaciones con Dios y las divulgó, pero al no ser comprendidas por el saber del hombre, utilizó el lenguaje que dispone el hombre para comprender; y el hombre algo comprendió. Y desafiando su naturaleza humana quiso utilizar su existencia para experimentar todo conocimiento aprendido, y así vivió en la expresión del amor; pero lo vivió con tanta intensidad que se transformó todo él en amor; y así, inmortalizó su vida, y así adquirió su sabiduría, y así y sólo así, tornó a su forma Divina; y he aquí que aquel hombre se convirtió en el hijo de Dios, pues buscó en el padre la sabiduría innata del hijo; y así encontró a Dios, su Padre, su único Padre. Y en Él reconoció al Todo, y en el Todo vió la parte, y conociendo que él era parte del Todo, se convirtió en el Todo al identificar la parte con el Todo. Y aunque intentó dar testimonio de su fe, aquello que el hombre no puede ver con sus propios ojos, contradice la censurada doctrina del razonamiento del hombre. Y aquel hijo de Dios que asombró a la humanidad que le observó sin utilizar la engañosa vista de la mirada, dulcificó su vida con un adios inmortal, con el que se despidió de la muerte, para vivir en el Eterno Reino Celestial. Y habiendo dejado un legado para el quisiera volver a ver, el hombre volvió su mirada hacía lo que le rodeaba y se olvidó de sí, se olvido de él, se olvido de lo que era y es. 
Y el hombre volvió a ser hombre, y Dios perdió su morada, porque sólo en el hombre que encuentra a Dios con el báculo del amor, sólo en ese hombre, sólo allí, Dios regresa a su morada.
Y quiso así aquel hermano dejar el hospicio de la carne humana, en este plano de consciencia, para regresar en forma de espíritu al linaje de su procedencia, y habitar así, junto al Padre, en el Eterno Reino de la Inmortalidad: El Amor del Padre" 

Rafael Santamaría
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domingo, 22 de noviembre de 2009

CEGUERA DE UN CORAZON; original de Rafael Santamaría


El conocimiento, cuando se interioriza y se vive en él, hace que uno se transforme todo él en conocimiento; y yo os digo, que no hay mayor conocimiento que el amor verdadero, y éste no está en los libros; fijaos bien como entonces la sabiduria de vuestra alma cambia las diotrias de vuestra vista para de hacer de vuestra lectura conocimiento puro, amor puro; 
A vosotros:

 "Hubo una vez una reina sin rey, que aún poseyéndolo todo no tenía nada, y agotada en su desconsuelo se precipitó a la enfermedad; y estando enferma, no quiso aún morir, pero si vivir sufriendo su agónica tristeza. Como magna era su realeza y grande su poderio, de todas las partes de las siete provincias muchos médicos llegaron intentando restablecerla, más muy pocos de aquellos alcanzaron su corazón, y ni tan siquiera uno consiguió despertar el gozo de aquel corazón afligido. Así, la meláncolica reina, desahuciada de amor y víctima de un cruel pesimismo, desesperada, huyó lejos de su reino en busca de su propio antidoto. Y sola y desamparada, vagó sin rumbo a merced de la deseperanza; y tomando como guia en su camino la pena de un luto prematuro de amor, llegó hasta la frontera que separa la vida de la muerte, y abandonada de fuerzas se postró a esperar su hora, y mientras el tiempo le consumia la poca vida que aún quedaba en su maltrecho cuerpo, un halo de luz, sin forma aparente, se acercó para envolverla. Al envolverla, la joven reina se vió muerta, y muerta sintió alivio, alivió al no tener que soportar la carga de su corazón afligido; pero la realidad que la envolvía fue otra muy distinta: pues en los confines de la soledad halló la felicidad, pues allí donde habita el último de los sentimientos de este mundo fenoménico, allí empieza la dicha del Gozo Divino; allí, en el interior de cada uno, allí empieza la Verdad; allí, donde nada es necesario salvo el conocimiento de uno mismo, allí empieza la intuición; allí, donde la conciencia del alma observa lo externo como trivial y lo pasional como fruto del deseo, allí se encuentra la paz; allí, donde la mejor compañía es uno mismo, allí, se encuentra la amistad; allí, donde el amor es infinito, allí, se encuentra el amor verdadero; allí, donde el lujo de vivir es estar allí, allí esta el SER; allí ..., y sólo allí, está el único destino donde todo hombre debe ir. Y una vez que la reina despertó del sueño al que aquel halo la llevó, retornó su salud, y una vez que su salud hizó alarde de la vitalidad en su cuerpo, la joven reina tomó la referecia de su destino, y de regreso a esta vida, fue camino de su reino a reinar con el amor que había encontrado, comprendido y vivido dentro de si; pero en su camino de vuelta encontrose con un campesino y..., de aquella campiña, mi reina, no salió; pues algo vería en aquel hombre que antes no vió , pues el hombre era el mismo que antaño, que en la ida, la saludo; pero como quisiera la Providencia que asi fuera asi tuvo que ser más..., ¿no será también que el corazón tiene ojos para ver, y cuando la ceguera no le deja ver, no siente el amor en todo su ser?... será, más a mi joven reina así le sucedió.

Rafael Santamaría
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jueves, 19 de noviembre de 2009

AQUELLA, MI PAZ INTERIOR; original de Rafael Santamaría


Sirvase de entender el hombre que es algo más que la evolución de un primate; llegue a entender su evolución como ser, y no como hombre; y llegue a ser la evolución del hombre en consonancia con su ser;
A vosotros:

"Hubo una vez un hombre que tuvo un deseo, deseaba ante todo ser feliz, y tal era su entusiasmo por ser feliz, que puso todo su empeño en aquel deseo. Y como aquel deseo tardaba en materializarse, a aquel hombre se le empezó a agotar la paciencia, y tras perder la paciencia, la ira le sobrevino, y con la ira y la rabia, en perfecta e inseparable unión, frustó su deseo; y de aquella manera maldijo su deseo, pero aunque lo maldijo nunca se liberó de él, sino que aún lo deseo más y más, tanto, que llegó a hacer de aquel deseo, el sustento de la lógica que razonaba el entendimiento a su vida. Así, abordo de aquel barco llamado deseo, sin patrón que lo gobernase ni tripulación que lo defendiera, acabó desembarcando en una solitaria y desértica isla llamada placer; y tras deleitarse con la frustración que conlleva la esencia de todo placer, viró su rumbo para acabar amarrando su embarcación en el dique seco del sufrimiento; y así, por siempre jamás, se ató al arado que labra el inerte campo del deseo y lo pasional; y dejó así que su ego gobernará la ética de una personalidad afligida por el desconsuelo.
Pero a punto de perecer de una vejez prematura, anuló, por anhelo esplicito de la voluntad de su ser, toda ilusión del hombre y para el hombre: anuló todo deseo; y al desvincularse de todos los lazos que lo ataban al mundo fictcio de esa quimera ilusión del placer y del sufrimiento, abriósele la puerta de su SER, abriósele la morada de su alma, abriósele el único lugar del hombre donde Dios encuentra cobijo; y allí halló el camino interior que da hospedaje al hambriento de conocimiento y al sediento de amor; e ignoró todo camino externo por bello y atractivo que éste pudiera parecer. Y en aquel caminar interior encontró la tan ansiada felicidad que antaño deseó ..., encontró la paz; y al ser esta la paz de Dios que habita en el interior del corazón de todo hombre, la llamó LA PAZ INTERIOR.
Y aquel hombre desapareció para todo aquel que quiso buscarle, más dejó como legado el rastro a seguir para quienes ansian encontar la felicidad que el deseó, a la que llamó, Paz Interior"

Rafael Santamaría
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lunes, 16 de noviembre de 2009

EL SUEÑO DE LA VIDA; original de Rafael Santamaría


Cuando el hombre descansa y su mente duerme, el alma se le despierta; cuando el hombre se relaja y acalla su mente, despierta a su alma; 
A vosotros:


"Una vez mi alma tuvó un sueño, soñé que me transformaba en la forma más burda de vibración conocida : la materia, y que aquella materia cobraba forma : la forma humana; y soñé en tal estado de soñación, que aquel sueño me pareció real, tan real, que cuando creí de verdad que era humano, se me olvidó quien era en verdad.
Y bajo aquella forma viví en la pesadilla de lo irreal, en la pesadilla del mundo de la ilusión; me dejé arrastrar por los sentidos y la experimentación que podia hacer de ellos a través de aquella forma en la que mi alma dormitaba. Descubrí un mundo nuevo, un mundo de emociones, en el cual la dualidad y lo efímero compartían su protagonismo. Perdí la referencia de mi procedencia, y mi alma echó raices en aquel sueño..., y lo llamó encarnación; y vinculé aquella forma de vida con la verdad; y mientras soñaba, soñé despierto y en voz alta, soñé poniendo voz a esa forma de vida, soñé: ¿por qué este sueño?; y una voz, mi voz,  La VOZ,  me respondió: porque este es el sueño que debes soñar para comprender quien eres en verdad; pero esta parte del sueño se borró, y pasó al olvido para la mente humana, para la mente que dominaba mi sueño.
Ahora, bajo esta forma de vida, también sueño; sueño que una vez fui puro en la forma y el contenido, sueño que una vez fui YO : fui ese espíritu puro que en esencia es el sueño eterno; sueño con la procedencia de mi sueño; sueño con la verdad de mi sueño; sueño con mi sueño...pero, despierto en la vida que sueño, y entonces, no despierto de mi sueño.
¿Cuánto he de aprender para regresar de al pais de los sueños?... y, ¿qué es eso tan importante que tengo que descubrir para alcanzar la verdad del conocimiento que me libere de mi sueño? ¿Cómo puede ser un simple sueño tan real como la vida misma?, ¿cómo puede ser tan, tan real, que me haga perder la noción de mi propio sueño y piense que la verdad es lo que sueño?
Pero viéndome soñar vi la verdad; fue a través de la observación como descubrí la realidad de mi sueño, y en ella, en la observación, he puesto toda mi fe, pues sólo asi venceré al sueño que me hace soñar : la tentación de los sentidos, la tentación del mundo sensorial; y en pleno acto de privación de sueño, consigó por unos momentos librarme del yugo de mi sueño y ser YO de nuevo; y ahora que no sueño, entiendo el por qué de aquel sueño; y a través del entendimiento de mi sueño, de éste que fue mi sueño, os invito a despertaros de vuestro sueño.
Despertaos, despertaos y sed  por siempre despiertos, eternamente despiertos; pues quien despierta de su sueño, se dará cuenta de que todo era eso, un sueño, un sueño llamado aprendizaje, llamado, en definitiva, vida"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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jueves, 12 de noviembre de 2009

AMAR ES AMOR, AMOR ES AMAR; original de Rafael Santamaría


No es por casualidad la pureza de un niño, no es por casualidad la semejanza de un niño con lo Divino, como tampoco es por casualidad que todos llevamos dentro un niño; de lo que deduzco: que no es por casualidad que todos llevemos dentro la pureza que nos hace ser niños, la pureza que nos hace Divinos,...; quien fija la atención en su interior, no sólo verá el niño que es, sino que se dará cuenta que es un niño, y que todo lo demás, es producto de la fantasía desatinada con la que juega ese niño;
 A vosotros, a esos niños:
 
"Hubo una vez una historia de amor, de tanto, tanto amor, que acabó marchitándola el odio..., pues el hombre que ama a una mujer, y la mujer que corresponde en amor a un hombre, estan condenados a odiarse mientras no sepan amarse. ¿Y qué es amor?, me pregunto yo; amor es amar pero, amar no es nada en sí, si uno no se transforma en amor. Así pues, aquella pareja de bienaventurados en el amor, disfrutaron como amantes mientras la ilusión del amor duró, pero una vez el amor fue pastó de las leyes del hombre, la ilusión pasó a ser deseo, la caricia se olvidó del beso, y la leyenda del amor verdadero se desvaneció por completo por falta de adeptos; lo eterno pasó a ser efímero, y  hombre y mujer cayeron en el error de lo aparente: vendieron su alma al sentido de la vista, al sentido del oido, al sentido del gusto..., al deseo en definitiva. La poderosa fuerza que todo lo mantiene unido, el amor, cambió su frecuencia, tornó, y de su lado más espiritual cambió a su lado oculto; fue hasta allí, hasta donde los deseos carnales anidan con virulencia y todo reconforta cuando el placer encuentra la presa que le sacie. Y a aquello a lo que el amor puso nombre, el hombre se lo quitó; y a aquello a lo que todo hijo de Dios vino a hacer, aquello se olvidó. Y tomando el egoismo por bandera, y la envidia como patria, así, todo hombre salió a defender su parcela, aquel coto que él mismo delimitó para amargura suya.  Y así nació la enfermedad : por insatisfacción del alma; pues cuando un corazón no se puede expresar a través de sus sentimientos como amor puro, el alma calla, y alma que no habla, enferma, y al enfermar, el hombre, cae enfermo; enfermo de su propia agonía. Quiera así pues el hombre entender que ES, pues perdido en el océano de los sentidos, y abordo de un barco llamado lógica, no podrá atravesar ese mar de deseos y placeres que lo sujeta al mundo corporeo. Eríjase el mismo como velero en su propio periplo, dejando en manos del Sagrado Destino la travesía de su velero; y fije el rumbo izando la vela mayor de su corazón : el amor, y deje al viento que a través de su aliento divino azote su vela : su corazón, y le guie; y no pare en ningún puerto de los que dicen parada, de aquellos gobernados por y para el hombre, pues no necesita de nada, salvo llegar a buen puerto, a ese puerto en el que el amor es la entrada; y sirvase de entrar en él sin permiso, pues a él pertenece y él en esencia es. Sirvase pues entonces en SER, en SER lo que ES; y una vez vestido de gala, con el uniforme que le corresponde: vestido de espíritu puro, ame; pero no ame por amar, sino ame de amor y ame a la humanidad, transformándose así en eterno; ame a su hermano y hermana sin fijarse nada más que en el amor que todo lo ama: en Dios; y sea así lo que ES : AMOR, es decir: Dios en su esencia pura y divina.
Vuelva así pues a SER lo que FUE; sea pues de nuevo lo que ha venido a SER; y rechace toda imitación, todo impostor, todo personaje..., rechace en definitiva al protagonista de su película : su ego, y desestime todo guión que no le devuelva a la esencia de su SER"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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domingo, 8 de noviembre de 2009

UN BREBAJE LLAMADO PERDON; original de Rafael Santamaría


La enfermedad del enfermo, es la expresión del duelo del alma en el cuerpo físico; tras lo que creemos que somos, está lo que verdaderamente somos; quitarse esa mascara, es el proposito de toda una vida; la aventura de hacerlo es..., entender la vida;
A los que entienden la vida, a vosotros:

"Hubo una vez una enfermedad que abatía por completo la salud de un hombre. Y así, aquel hombre enfermo, poco a poco, se dejó arrastrar por los abismos de su enfermedad hasta tal punto, que su salud le pidió permiso para abandonarlo. Pero antes del último adios declarado, la caridad de la amistad quiso despedirlo, y con los honores del amor, a su puerta llamó. Y en los albores de la muerte, una mujer, casi desconocida para él, de lágrima seca y rostro inquebrantable, abofeteó su corazón con el recuerdo de un amor. El moribundo hombre, reconocíó en aquella mujer a la muchacha que una vez amó y en la que tanto dolor sembró al no saber amarla. Y al escuchar como la asfixia de aquella voz relataba un pasado tortuoso, falto de palabras, utilizó la expresión del llanto, y perdido en el misterio de los sentimientos, agudizó su intuición, y gracias a ella, reconoció en su enfermedad el lamento de su alma, y en aquella mujer, una prueba fallida de amor. Y como el tiempo de una vida no retorna al punto de inflexión donde las emociones cambian el rumbo de una existencia, rebuscó en el baúl de su corazón, y allí halló la sinceridad del perdón. Y utilizando el indulto de la compasión, con aquella muestra de arrepentimiento, aquel hombre clamó piedad; la mujer, de lágrima seca y rostro inquebrantable, lloró: le perdonó, y esbozó un gesto que lo dijo todo. Y sin decirse nada más, se lo dijeron todo. Y como alquimia divina que es, aquel perdón curó la mancha de odio que el alma de aquel hombre portaba; y a punto de morir, resucitó a la vida; y sin enfermedad que lo enfermara, aquel enfermo abadonó su condición de enfermo al sanar su alma.
Dicho de otra manera: con amor curó su odio, con el perdón sanó su alma...., es decir: con el amor de su alma se perdonó su odio"  

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929

viernes, 6 de noviembre de 2009

LA ETERNA SONRISA, original de Rafael Santamaría

La única Luz que puede alumbrar tu vida es tu Luz, pero sólo brillará tu luz, cuando halla sido iluminada tu alma.
A vosotros:

"Hubo una vez una sonrisa que perdió su rostro, y al perderlo, aquel rostro vagó en los delirios de la tristeza. Y fue tan largo el tiempo transcurrido con aquella amargura, que aquel rostro bajó sus ojos, y con la mirada puesta en la nada, deambuló sin semblante que lo adornara. Y de tanto huir de la felicidad, descubrió la desdicha, y hundido en la muerte de la vida sin vida, olvidó toda razón de Ser, para más tarde, amonestarse en el desencuentro de si mismo. Y así estuvo, por el sólo hecho de estar, hasta que la vida le renombró hijo prodigo, y apodado con su propio nombre, regresó al bautizo de su vida gracias a que la muerte, le repudió como ser vivo. Y la gracia del perdón le quiso poner a prueba consigo mismo, y fue así, que habiéndose perdonado, la gratitud de su fe acordó llevarlo al altar de su Ser, para una vez vista la realidad de su existencia, reescribir el guión de su vida con una sonrisa, siendo esta sonrisa, la sonrisa sin rostro que aquel rostro, recuperó al recuperar su sonrisa.
Y así, tomando como pluma su sonrisa, y utilizando su alma como tintero, reescribió el guión de su vida utilizando el amor de su corazón a modo de tinta. Pero a cada frase que escribía, la realidad del momento le envolvía de tanta sabiduría, que no pudo sino parar de escribir, para convertirse él mismo en escritura. Y tomando como lienzo su vida, paso de la escritura a la pintura, y cambió la pluma por el pincel, y con los colores de la vida dibujó una sonrisa, su sonrisa: la eterna sonrisa; esa que se lleva dentro, y que de dentro hacia afuera sale sin el ruído de la risa.
Y aquel rostro de la sonrisa perdida, sonrió a la vida, pero no a la vida terrenal, sino, a la vida eterna, y con la eterna sonrisa, se despidió de esta vida.
Pues quien descubre lo que ES, de felicidad vivirá por toda la eternidad, y para dar testimonio de Esa Verdad, la Eterna Sonrisa lucirá"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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sábado, 31 de octubre de 2009

LA PALABRA SAGRADA: EL "OM", original de Rafael Santamaría


El despertar de la conciencia es la evolución de ser, quien despierta en el  Ser, evoluciona, y quien evoluciona, ES.
SE .
A los despiertos:


"Hubo una vez un hombre que fue a hablar con Dios, pero Dios no estaba, asi que el hombre decidió volver otro día. Pasaron las semanas y aquel hombre intentó denuevo hablar con Dios, pero Dios no estaba. Aquello le empezó a inquietar, así que decidió leer la Biblia y averiguó que Dios era Omnipresente, y al ser Omnipresente estaba en todo lugar y en todo momento. Así pues, después de creer en lo que había leído, y desde su fe, llamó a Dios, pero Dios no estaba; entonces no dando crédito a lo que pasaba volvió a leer la Biblia, y encontró la forma de llamarle. Así pues, su fe oró, y rezando, llamó a Dios, pero Dios no estaba. Y apunto de desfallecer de fe, volvió a leer la Biblia, pero en Ella, no encontró a Dios. Pensó, y no aclaró nada pensando; entonces, decició no pensar en nada, y desde la nada invocó una palabra: la Palabra, y aquella Palabra resonó en el vacio de la nada: vibró, y aquella vibración llamó a Dios, y Dios se despertó, y al despertarse, aquel hombre en Dios se reconoció.


Habia una vez una voz llamada silencio......, y en el silencio vivía aquella voz. Aquella voz, de origen milenario y eternamente joven, habitaba en el único lugar donde el silencio es la morada de la paz: el alma, y allí la voz se tornó sonido, un sonido que sólo emite su voz en el silencio de la palabra. El que escucha esa voz escucha el silencio, y en el silencio de esa voz, vibra la palabra.
Si cuando el hombre habla emite un sonido, cuando el hombre calla, un sonido le habla. Del silencio a la vibración, el camino es la palabra. El silencio mora en el interior, en el interior esta la palabra, en el silencio de la palabra esta la voz del silencio, esta voz emite un sonido, o Palabra Sagrada, este sonido es una vibración, es la vibración del silencio: es la Palabra, el Om......,y la Palabra era Dios"  
Rafael Santamaría
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domingo, 25 de octubre de 2009

¿ ENFERMEDAD O ENFERMO?, original de Rafael Santamaría

Abrid bien vuestros ojos, pues lo que veis desde fuera es sólo la enfermedad, es la punta del iceberg, pero si ampliáis vuestra visión, y buscais en vuestro interior, hallareis al enfermo; así pues, quien mire, que vea, y quien no, que no diga que ve.
A vosotros; a los que ven:

"Hubo una vez un hombre que estando sano siempre se encontraba triste, por el contrario, su vecino, un hombre aquejado de una terrible enfermedad, estaba siempre contento. Con el tiempo, la tristeza de aquel hombre sano lo degeneró en un enfermo, y al ser víctima de su propia suerte, la enfermedad se adueñó de su cuerpo. Por el contrario, su vecino, seguía luciendo una sonrisa aún conociendo su enfermedad, pero fue precisamente el conocimiento verdadero de su enfermedad, el que le facilitó su sonrisa; y fue, riéndose de su enfermedad, como así la ignoró, e ignorándola le robo la atención, y desantendida esta, un día desapareció; y aquel hombre quedo encantado de haberse conocido....y por tiempo indefinido tomo conciencia de su Ser, y dicha conciciencia, le devolvio a su Ser.

Pues sólo la enfermedad puede echar raices en el enfermo, ya que no habiendo enfermo no puede existir enfermedad; y al igual que la enfermedad tiene en el cuerpo físico su habitat, el enfermo sólo llega a su condición de enfermo tras alterar la condición Divina de su Alma.

Dicho así, no hay otra salud que la Verdad, y Esta, no anida fuera sino dentro; el que la conoce nunca hablará de enfermedad. Y el que cursa una enfermedad es que está enfermo, pero dicha realidad no responde a la sintomatología de la enfermedad; el enfermo es el resultado de la expresión corporea del alma, es decir, de la negligencia espiritual a la que se ve abocada el alma al abandonarse al mundo del placer y del dolor, o mundo fenoménico sensorial.

Aún hay quien trata la enfermedad olvidándose del enfermo, y como resultado obtiene una enfermedad distinta en el mismo enfermo"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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domingo, 18 de octubre de 2009

LA LAGRIMA DEL LLANTO PERDIDO,original de Rafael Santamaría

La lágrima de Dios, es el rocio de la mañana...; pues quien ve a Dios en todas las cosas, descubre en todas las cosas a Dios;
a vosotros:

"Una mañana un niño se puso a llorar, su madre al oirlo corrio hacía él para calmar su llanto, y el niño al cabo de un rato, dejó de llorar. Pero con el tiempo, el niño se volvió a despertar llorando, y la madre volvió a acudir en su ayuda para calmarle el llanto. Y asi, el niño se amparó en la madre, y la madre amparó al niño, y aquel llanto simbolizó la falta de amparo del niño y el cobijo de una madre.

Una mañana un niño se pudo a llorar, su madre al oirlo, acudió en su ayuda y al verlo, no pudo sino llorar con él, lloraron hasta que dejaron de llorar, pero lloraron, tanto, que al alma se le secó su lágrima de tanto llorar, pero después de aquello, llorar..., ya no lloraron jamás. El niño entendió a su madre sin llorar, y sin llorar habló con ella; y la madre, con aquel llanto, verbalizó su dolor, y su dolor, nunca más volvió a llorar.

He aqui como cada cual vive su vida de la mejor forma que cree que le conviene; y cada una es perfecta en su sentido, en el sentido único de cada uno, así, nadie se equivoca al hacer tal o cual cosa, porque libremente ha escogido hacerlo así por algun motivo, y ese motivo, es parte de la lección que ha venido aprender su alma encarnada. De la misma manera son los infintos caminos que nos llevan a Dios, al origen de todas las cosas, nuestro origen, pues cada uno de nosotros somos un camino en si mismos, y sólo forjandonos en nuestro camino veremos el final del mismo, veremos a Dios. Dejemos pues de mirar atras, y hacia los lados, comparandonos con unos y con otros, desperdiciando así nuestra energía; enfoquemosnos en nosotros mismos, y tal enfoque, nos dara la sabiduría perdida para recorrer nuestro camino: Nosotros mismos"

Rafael Santamaría
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domingo, 11 de octubre de 2009

LA HOMEOPATIA Y EL SABER ESCUCHAR AL CUERPO, original de Rafael Santamaría


En la observación de uno mismo, se depierta la mirada del alma, y a través de los ojos de Ella, la intuición hace alarde de su sabiduria. A mis hermanos:

"En la India colonizada, había una vez una joven muchacha, hija del virrey, que pasaba todas las tardes buscando el amor de su vida entre los transeúntes que pasaban cerca de palacio. A través de la ventana de su dormitorio, veía a cada uno de los que por allí pasaba, y con la mirada puesta en su alma, se imaginaba una vida junto aquel que por allí caminaba. Cuando la intuición de su alma le hablaba, bajaba rápido las escaleras de su morada y veloz, se precitaba a la puertas de palacio para conocer a aquel que había visto tan cerca de si. Pero por cada uno que veía que podía ser su idéntico, aquel amor de una vida, de su vida, la guardia real se oponía, y con dureza, a que saliera de palacio. Pues la piel de aquellos en que ella se fijaba, eran contrarios a las normas que su padre había dictado. Y aunque en la mañana de cada viernes asistían a palacio un sin fin de candidatos..., ella siempre decía: "Padre, perdona que no te escuche a ti, y si a mi corazón. Ninguno de estos son afines a mi, salvo en el color de su piel" Y así, su dolor confirmaba su tristeza, y su tristeza su estado de ánimo, y su ánimo su pesar. Tal era la intolerancia de aquellos que no observaban la verdad como ella la veía, aquellos que vaciada su alma de sentimentos habían hecho rudo su corazón, que la joven muchacha, sola en su retiro, se encomendó a la fe de su espíritu, y en él depositó toda su esperanza. Y así, hubo uno entre toda la guardia real que sintió la busqueda de la verdad, de esa verdad de la que la joven muchacha hacía alarde al soñar; y no pudo sino, al verla bajar aquellas escaleras, permitirle la salida de palacio. Así pues, cuando la joven muchacha, veía entre los transeúntes, a aquel que su alma buscaba, y su leal guardia, fiel a sus sentimeintos, le abría las puertas de la verja, aquella joven muchacha saboreaba el aroma del amor que en aquel momento demandaba su alma. Y de entre aquellas ocasiones que tuvo la suerte de poder vivir, de entre una de aquellas, encontró su igual, encontró a aquel, que en todas las formas de pensar, sentir y amar, fueran físicas, mentales o espirituales, había un entendimiento sin discusión, un entendimiento en todas las formas de su ser, del S e r ; y con aquel, huyó para no volver jamás.

Y de entre los que se quedaron, no hubo quien, salvo el fiel y leal guardia, encontaran en la similitud, un igual, que compatibilizara el sentido de su vida. Pues con lo opuesto buscaban equilibrar el sentimiento perdido de su alma, ignorándose, de esta manera, asimismos; y lo basaban todo, no sólo en lo opuesto, sino en lo externo, renunciando, de esta manera, al legado de sabiduría que por derecho les pertenece; a ellos mismos.

De la misma forma actua nuestra medicina. Ante una inflamación, es un antiinflamatorio el que "calma" la inflamación; ante un ataque de ansiedad, es un ansiolítico el que "remedia" la ansiedad; ante una alergia, es un antihistamínico el que "mejora" la alergia. Llevando el cuerpo hacia lo contrario, creemos que le estamos sanando porque el síntoma desaparece, pero huimos de su propia sabiduria; sin embargo, si llevamos al cuerpo hacia la enfermedad en su forma más sutil, para que la Energía Vital del mismo la cure, estamos escuchando su sabiduría; estamos curando al enfermo y sanando la enfermedad. Así es como funciona la homeopatía.

Escuchemos lo que tiene que decirnos el cuerpo, aunque duela y el dolor sea su lenguaje. Pues sólo su sabiduría se iguala a Aquel que le creó"

Rafael Santamaría
629 309 929



jueves, 1 de octubre de 2009

LA ENFERMEDAD DEL ENFERMO, original de Rafael Santamaría

Simpre he intuido que hay Algo, Algo que nos mueve y es inexplicable, pero que merece la pena explicar.
A ti:

"Sea ésta, una historia al revés, contada desde el final para entender el principio. Así, en esta historia al revés, la enfermedad, para el hombre, es el origen de esta narración, mientras que para el espíritu, es el final de una ilusión. Sea como fuere, en esta historia al revés, un hombre con los síntomas de la enfermedad fue de médico en médico para intentar poner remedio a su mal, pero su realidad empeoraba, y no hallaba persona cualificada que le explicara su deterioro. Viendo como la muerte le invitaba al peregrinaje del adios, intentó ir más allá de lo que la vista engaña y buscó ayuda en una persona de confianza: él. Y en pleno declive físico y agravio de su salud, escuchó a su cuerpo y a base de no oír nada más que su propia voz, entendió el lenguaje del dolor. Entonces, venciendo el miedo de la superstición se adentró en el conocimiento de su cuerpo dejando que el dolor le mostrara la causa de su enfermedad. Y sin más síntomas que los que tenía, desfalleció, y fuera de toda consciencia, entró en el reino de la mente, y en el legado del subconsciente encontró un mundo de emociones, que ligados al pensamiento, imponían con rigor su autoridad en el cuerpo. Y unido a su dolor, encontró la emoción que lo había enfermado, y ya de aquella simple observación, la emoción se retrajo, y dándonse aquel cuenta de este detalle, fijo toda su atención en ella con tanta voluntad, que los lazos con que se había amarrado al cuerpo se deshicieron. Y aún dormido en la conciencia, su salud se rehizo, y lejos de despertar, una lejana y pequeña luz le deslumbró, y en la curiosidad de lo novedoso se adentró hacía la luz, ..., y en luz se convirtió. Y cuando se quiso dar cuenta, la conciencia de su alma le hablaba, y cuando la escuchó, un nuevo hombre de él nació.

Despertó a la falsa realidad de la conciencia, libre de dolor, y lejos de toda enfermedad, y sumiso a la voluntad de su espíritu, vivió el resto de su vida lejos del personaje que fue.

Vivio el sentido de la vida sin el deseo de vivir, y encontró en tal alivio, su elixir. Y sin poder evitarlo, fracasó en lo que el hombre conoce como fracaso, y triunfó en lo que el hombre no entiende como victoria.

Muerto ya, vió la vida de otra manera. Y de aquel periplo por el mundo sensorial de lo corporeo una experiencia sacó: la enfermedad de la que habla el hombre, es el desconocimiento de la verdad de la que proviene el hombre. Cuando el hombre se conozca asi mismo, conozca la verdad, no enfermará.

Quien conoce la verdad sabe que no miento, quien no la conoce, no sabe de que hablo"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
629 309 929

martes, 29 de septiembre de 2009

EL TESORO MEJOR GUARDADO ESTA DENTRO DE TI, original de Rafael Santamaría

Crea yo en lo que crea, que mi fe siempre atesore mi fortuna; y llegado el momento, que sea mi alma la que administre mis riquezas.
A vosotros:

"Un afamado rey amasaba la fortuna más grande que jamás hubiera podido desear hombre alguno. La tenía vigilada día y noche con su guardia personal, compuesta de los hombres más leales que nunca pisaron la faz de la tierra. Tres puertas, siete llaves y un laberinto de tres acres separaba al rey de su amado tesoro. Todas las noches, antes de ir a acostarse, revisaba que su tesoro siguiera en su lugar. Y una vez al mes, le gustaba contabilizar sus riquezas.

De entre todos sus súbditos sólo él conocía el camino secreto que atravesaba el laberinto de los tres acres. Cada puerta se abría en un sentido que sólo conocía él, y cada llave tenía su propia cerradura que sólo el rey sabía distinguir.

Pasaron los años y el rey, que no tenía descendencia, envejeció. Con los años había ido perdiendo la memoria y le costaba identificar a que cerradura le correspondía cada llave, tanto fue así, que llegado el momento, las fuerzas no le permitían sujetar la llave y girarla para abrir la puerta. Y tuvo que contentarse con creer que el tesoro seguía en su lugar. Pero según la vejez se adueñana más y más de su cuerpo, a duras penas podía redordar cual era el camino secreto que llevaba hasta la cámara del tesoro. Su fe, en que su fortuna seguía intacta, era lo único que le mantenía unido a su tesoro. Cuando su fe se empezó a debilitar su cuerpo le empezó a abandonar.

LLegado el momento, el rey murió, y murió con la duda de si su tesoro había sido pura invención, o de verdad existió alguna vez.

Así, y de la misma forma, se encuentra guardado en nuestro interior el mayor tesoro que jamás hombre alguno pudiera imaginar. En nuestra infancia, atravesamos el laberinto de nuestro cuerpo sin mirar atras, recordamos perfectamente que llave abre cada cerradura de nuestro corazón gracias a la inocencia, y las puertas de nuestra alma se abren de par en par sólo con mirarlas. Pero según avanzados en edad y corrompenos la inocencia de nuestro corazón, el recuerdo se hace vago y el cuerpo se vuelve rígido y corrupto. La verdad, el camino, se hace difuso, y se pierde toda esperanza.

Sólo los que tienen fe pueden ver el camino, y de entre ellos, sólo los puros de corazón abriran las puertas de su alma, y de entre todos estos, sólo misericordiosos compartirán el tesoro con su hermanos; y ellos serán los hombres mas afortunados de la tierra, porque el tesoro que amasaron no es del reino de los vivos, sino del eterno reino de los no muertos"

Rafael Santamaría
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sábado, 26 de septiembre de 2009

LA ENCARNACIÓN DEL AMOR, original de Rafael Santamaría


El entrecomillado de mis textos no obedece ni a plagios ni a copias, responde al respeto que me merece la Voz de mi Alma. Cuando hable Ella, que calle el yo.

"Había entre ellos Uno que se sentía diferente, tan diferente que se alejó de ellos. Pasó el tiempo y nadie le echó de menos, tanto fue así, que hasta el recuerdo le retiró su nombre. Transcurrido el tiempo, aquel que se había ido, regresó, y al volver, no encontró su sitio. Pero hubo uno como él, que le reconoció, y al verle, se ofreció a él.

Y de entre todos, hubo unos que le admiraron y otros que le odiaron, pero con su muerte, el amor cobró su sentido, y su legado le devolvió al lugar que le corresponde.

Asi la Palabra se hizo Verbo, así el Amor se Encarnó."

A la procesa admiración de Quien Es la imagen viva del amor incondicional e infinito.

Rafael Santamaría
629 309 929

viernes, 25 de septiembre de 2009

REFLEXIONES, original de Rafael Santamaría



Escribir lo que uno piensa es una buena terapia, si encima a uno le encanta escribir, ¡Qué deleite!, y si lo puede compartir, ¡Qué lujo!;
a vosotros:

"Si de noche puediera ver el día, y de día ver la noche;
si al despertar, el alma se me encogiera, y al encogérseme el alma, despertara;
si al oír mi voz me escuchara, y si al escucharme pudiera oír mi Voz;
si pudiera ver la sombra que proyecta mi vida, y mi vida no fuera más que la sombra de lo que Soy;
si entendiera lo que no entiendo, y no entendiera lo que entiendo;
si mi corazón cuando amase hablara el lenguaje del amor, y el amor fuera siempre el lenguaje de mi corazón;
si el presente fuera el momento, y ese momento siempre fuera presente;
si la agonía del sufrimiento no atormentase mi conciencia, y mi conciencia no buscara consuelo en el sufrimiento;
si en el dolor de la perdida mi corazón no se refugiara, y si perdido mi corazón no encontrara refugio en el dolor...

Si la letra fuera obra del espiritu y pudiera poner música a mi vida, Yo sería la letra;
si la vida pudiera identificarme con un sonido, querría que fuese el Sonido Eterno;
si encontrase una manera de hablar sin decir nada, habría encontrado la Voz del Silencio;
si escuchase la voz de mi alma, la sordera de mi corazón sanaría;
si mi corazón hablase, no me haría falta la voz;
si encontrase lo que busco, no me haría falta buscar más...

Si el silencio pudiera ahogar el quebranto de mis frustraciones, renacería en la quietud de lo Infinito;
si la quietud de lo Infinito dejara su brisa en mi alma, mi pensamiento sería libre;
si mi pensamiento fuera libre, encontraría la Verdad;
si encontrara la Verdad, me daría cuenta de que formo parte de Ella;
si me diera cuenta de que Soy la Verdad, entonces sería la Verdad en si misma;
si Soy la Verdad en si misma, entonces al fin sabre lo que Soy...

Si en el encuentro del misterio de la vida, la vida es un misterio que encuentro;
si en la paz que anhelo y busco, busco paz en lo que anhelo...

Si en la tempestad de los sentimientos, a la deriva dirigo mi barco, ize yo la vela mayor para cambiar de dirección;
pero si el viento soplara en todas direcciones y partiera el mástil de mi vela mayor, tome yo el timón de mi barco y fijándome en las brabas aguas sujete la embarcación;
y si las brabas aguas volcaran mi barco, agárreme a un madero que me mantenga a flote;
pero si el agua me quisiera tragar, sumérjame yo entre las aguas para escapar;
y si el mar de los mares, enojado, quisiera acabar con mi vida, sepa Yo que la marea me devolvera a Tierra, y una vez en Tierra, la tempestad se acabó"

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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jueves, 24 de septiembre de 2009

LAS TRES CARAS DE LA ENFERMEDAD, original de Rafael Santamaría


Aquellos que han leido alguno de los relatos que he escrito saben de mi aficción por las letras, sirva esta,además de estímulo para mi, de herramienta de comunicación.
A mis lectores:

"El emperador más grande que diera la región de la Estepa Oriental tuvo la desgracia de ver como un buen día su hija caía enferma. Y a tal estado llegó la agonía de la joven que la enfermedad la iba consumiendo segundo a segundo sin que ni los más prestigiosos médicos del emperador pudieran paliar su dolor. La confusión del emperador era grande, ninguna batalla perdida, todo un imperio a sus pies, y ahora, su bien amada hija, se le iba. Entonces, haciendo uso de su nombre, convocó a los más prestigiosos doctores y sabios de todas las regiones que habitaban el planeta mandando emisarios por todo el mundo. Y cuando las fámelicas carnes de su hija apenas la matentenían en pie, llegaron los tres eruditos en ciencia más afamados de toda la tierra, y sin perder un minuto, se dispusieron a prestar sus servicios al emperador.

El primer médico que entró, tocando a la joven muchacha, apreció en la zona abdominal cierta tensión, justo al lado del estómago, y después de varias disertaciones concluyó que la joven estaba consumiéndose porque su estómago no tenía hambre. Así que se apresuró a tratar de remediarlo a base de unos brebajes, pero la joven muchacha no mejoró.

El segundo médico, que había visto y oído las conclusiones y el trabajo de su antecesor, oscultó a la joven muchacha, y sin vacilar, se dirigió rápidamente a la cabeza, y después de unos minutos afirmó que era cierto que el estómago de la muchacha estaba dañado pero que todo obedecía al sistema nervioso que inervaba aquella zona; asi pues, su terapia consistió en añadir a los brebajes de su antecesor, unas manipulaciones que soltasen los nervios que hacían que el estómago estuviera encogido. Pero la muchacha no mejoró.

El tercer médico, que había visto y oído lo que habían hecho sus condiscipulos, no la oscultó, ni la tocó, sólo la miró, y luego, aproximándose a ella le dijo:

- Si no puedes comer, y tu estómago no despierta con este virtuoso brebaje; si tu estómago esta encogido, y no obedece a la noble maestría de este versado conocedor, entonces, cuéntame, ¿qué es lo que te pasa?

La joven se le quedo mirando, y emocionada, retuvo las lágrimas. Entonces él la preguntó denuevo:

- ¿Qué es lo que perturba tu alma con tanto dolor que ha encontrado en tu cuerpo un aliado ?

Y la joven, sin poder contener la emoción, le contó que hacía bien poco su prometido había muerto repentinamente sin darle tiempo a reaccionar por el duelo.

Dicho esto, el tecer médico se dirigió a emperador y le dijo:

- Tu hija esta curada.

-¿Ya?, ¿y cómo?. ¿Que tenía?-preguntó el emperador con admiración.

- Lo que tenía ya no lo tiene, pues ha hablado y ha expresado su dolor, y afligida, ha reconocido la causa de su enfermedad. Ahora, oído esto, su cerebro soltará al estómago, y una vez libre éste, se despertará su apetito. En breve, volverá a comer - contestó el médico.

Y la joven sanó"

Cuando la causa de un dolor no esta provocada por la limitación de movimiento en una articulación (local), y tampoco obedece a que el nervio que llega hasta la zona de dolor esté pinzado (reflejo), entonces es debido a la interactuación biológica del cerebro con el cuerpo por culpa de una emoción (somatización).

Rafael Santamaría
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miércoles, 23 de septiembre de 2009

LA TERAPIA ALTERNATIVA, MI TERAPIA



Habría que empezar por diferenciar varios tipos de lesión:
- Traumática, mecánica, psicosomática...
La traumática, el mejor ejemplo que la define sería un esguince, la mécanica sería aquella que por haber dosificado mal un esfuerzo nos hacemos daño, y la Psicosomática en donde através del cerebro este interactua biologicamente con nuestro cuerpo y establece la lesión en alguno de los sitios vulnerables de la persona bien, acompañada de un esfuerzo mal dosificado, o bien por no solucionar el conflicto emocional que interactua biologicamente através de nuestra mente en nosotros.
¿Por qué empezar con un masaje de Shiatsu?, este masaje, basado en ligeras presiones, reequilibra la bieoenergía del cuerpo, ¿cómo?, fácil, cada vez que presionamos en el cuerpo esa presión corta la circulación sanguinea, cuando soltamos, la circualción vuelve a funcionar; de esta manera allí donde hay un encapsulamiento debido a una contractura o un acortamiento restauramos el abastecimiento o flujo normal de la sangre gracias a que con esas presiones estimulamos (damos la orden al cerebro) de que alli vuelva a fluir la sangre denuevo; ¿por qué este masaje es relajante?, al hacer estas presiones a lo largo de los meridianos (que son canales energéticos) restablecemos el equilibrio bioenergético en el cuerpo, invitando al paciente a su estado natural que es la relajación. La energía, según la Medicina Tradicional China, es el "chi" (ki)o energía vital, y pracicamente la ligan a la sangre, asi, actuando en el recorrido venolinfático, asociado a los meridianos, restablecemos la corriente normal de esa bioenergía (sangre/meridianos) en el cuerpo.
Una vez se ha resturado en el paciente sus niveles energéticos, además de relajarle, comprobamos el tejido celular subcutaneo y allí donde tiene perdida de elasticidad, restablecemos la normalidad. Es como si nos estuvieran haciendo un estiramiento de un músculo y nos empezaran a estirar por la capa más externa del músculo (tejido celular subcutaneo) y una vez recuperada la elasticidad en ella ir accediendo progresivamente a capas más profundas hasta llegar a la cápsula articular: ligamentos, que con su tensión, son los que originan la perdida de grados de movilidad en la articulación que es lo que produce su hipomovilidad; (la contractura es el mecanismo de defensa del cuerpo ante la lesión para que esta no vaya a más = bloqueo), en esta, la capsula articular, lo que habra que hacer es recuperar sus grados fisiologicos de movimiento elastificando los ligamentos que esten tensos. Una vez restablecida la lesión, me dirijo a la cabeza del paciente y le practico un masaje de Shiatsu para descongestionar toda la cabeza del acopio de sangre acumulado por el exceso de problemas ( al exigirla estar en constante pensamiento: dándole vueltas a la cabeza, esta se sobre carga de sangre); esta descongestión invita a una relajación aún mayor, para seguidamente pasar a dar un simple masaje que suelte toda la tensión en los músculos faciales originada por la interpretación, atraves de muecas, que hacemos en nuestro día a día; y gracias a esta preparación tengo a mi paciente predispuesto para un reequilibrado de chakras (restablecimiento energetico, atraves de la energía intangible, en los cuerpos sutiles de la persona = origen del enfermo).
En ningún momento utilizo cremas pues estas me harían resbalar y no podría elastificar el tejido o piel.
Después de equilibrar los chakras, según el pérfil del paciente, me voy a los pies y le práctico un masaje Metamórfico para intentar "depurar" ligeros patrones de conducta que obedecen a la etapa del nacimiento.
Al terminar, puedo haber intuido que mi paciente necesita acupuntura, entonces, utlizaría la auriculoterapia y le dejaría unas semillas puestas en su oido para estimular el punto que he visto que necesita reforzar después del tratamiento.
También puedo haber visto que la tensión en algún músculo es excesiva y no he podido cambiar la información en el cerebro para que este relaje dicha musculatura, entonces recuriría a estimular puntos de relajación en el oido (la persona esta estresada) y pondría un vendaje funcional en la zona afectada.
Por otra parte, si es necesario, se puede equilibrar la salud del cuerpo, estimulando la energía vital del mismo, a través de remedios homeopáticos.
El tratamiento lo hago practicamente a oscuras, para que la vista no me engañe y el paciente se relaje mejor, y sin hablar, hablar distrae la atención y allí donde fijas tu atención fijas tu energía.
Aún así he de decir que sin una introspectiva personal del paciente, el terapeuta sólo llegará hasta donde esta el límite de interactuación entre el terapeuta y el paciente, la otra parte del camino la ha de recorrer el enfermo; porque no hay enfermedades sino enfermos.

Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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martes, 22 de septiembre de 2009

VÉNCETE A TI MISMO Y SABRAS QUIÉN ERES, original de Rafael Santamaría




Cuando el Alma me habla el mundo enmudece. Respiro el aroma de su fragancia porque su olor me embriaga, y su embriaguez, da sentido a mi vida. De otra forma, no soy nada.


"¡Oh!, hermano, desenfunda tu espada y asegurate de que entras en la batalla seguro de ti, porque esta batalla será la definitiva, la más dura, el enemigo es sólo uno, pero ese enemigo eres tú. Véncete a ti mismo con las armas del conocimiento, y entierra el ego de la personalidad asegurándote que subyace para siempre bajo el dominio del Yo Verdadero. Entierra tus miedos después de haberlos dado muerte, y subsiste en lo eterno después de haber aniquilado lo efímero. Y asegúrate hermano, de que todo esto lo haces por la gracia de Dios, su gracia es Amor, y en su nombre, vence a la muerte renunciando a la vida, pues sin apego no habra ego, y sin ego, el espiritu de lo eterno aparece denuevo. Así, cuando tu luz interna reviva, su luz no tendrá fin...; ahora bien, recuerda hermano, que tú eres el sendero, y que antes de entrar en el Gran Sendero, debes haber recorrido tu sendero".


Rafael Santamaría

senseirsan@gmail.com


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NO SOLO DE CANCER MUERE EL HOMBRE, original de Rafael Santamaría


Si al expresar una opinión, uno libera parte de lo que siente su conciencia, al expresar un sentimiento, uno libera parte de lo que siente su alma. Gracias por permitirme liberarme:




"Un buen día un hombre no volvió a su casa después del trabajo, y su mujer espero tres días para denunciar su desaparición. Pero los tres días pasaron y el hombre no volvió. La mujer denuncio la desaparición, y en la comisaria la preguntaron si el hombre se había ido voluntariamente o había desaparecido misteriosamente. La mujer contestó que había desaparecido misteriosamente pues ella no tenía constancia de que se hubiera ido por otro motivo.

Pasaron siete días más y la mujer también desapareció. Los vecinos intrigados de que no hubiera nadie en la casa llamaron a la policía, pero la policía lo único que pudo confirmar es que en aquella casa no había nadie.

Pasaron trece días más y la casa desapareció. La desaparición de la casa hizo estremecer a todo el pueblo y poco a poco la gente tuvo miedo. Unos pensaron que era obra del mismísimo diablo, otros empezaron a lucubrar fantasiosas historias acerca de la casa y sus habitantes, y hubo otros que no comentaron nada y abandonaron el pueblo.

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Un buen día un hombre enfermó, cuando el hombre entró en el sanatorio los médicos desconocían aquella enfermedad y esperaron tres días a que hubiera más síntomas para emitir un diagnóstico, pero los tres días pasaron y el hombre continuó enfermo sin que los médicos emitieran un diagnóstico.


Pasaron siete días más y el hombre empezó a agonizar y a consumirse, los médicos, asustados, intentaron averiguar el por qué, pero sólo pudieron dar fé del gravísimo estado de aquel hombre.

Pasaron trece días más y aquel hombre amaneció muerto. La gente horrorizada por la rapidez de los acontecimientos comentó de todo: unos dijeron que le había llegado su hora por abusar de todo aquello a lo que ellos consideraban que era un "delito" , otros, que de pequeño ya había padecido trastornos de no sé qué... , y los médicos, no comentaron nada y archivaron el caso.

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Un buen día un hombre enfermó de amor al enterarse que su mujer estaba gravemente enferma, como los médicos no conseguian reducirle los síntomas, para no agravar el estado de su mujer, preocupándola, decidió abandonarla. La mujer, a los tres días, denunció su desaparición, pero el hombre no apareció. A los siete días, decaida por la punzada de la soledad, su enfermedad se agravó, y los médicos no supieron contener su empeoramiento. Tanto era el sufrimiento que padecía, que el corazón de su marido lo sintió, y arrepentido, regresó. A los trece días, la casa no tenía vida, dentro yacía un hombre y una mujer muertos de amor. Los médicos levantaron acta y en el informe pusieron muerte natural, pues su corazón había dejado de latir como consecuencia de un infarto. Otras gentes especularon con la posibilidad de un asesinato, pero hubo otras, aquellas que miraron un poco más de cerca, que vieron como lo tenue, lo sutil, aquello que es tangible sólo a los ojos del alma, había doblegado a lo material, a lo corporeo"

Rafael Santamaría


senseirsan@gmail.com

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lunes, 21 de septiembre de 2009



Entre lo que uno Es y quiere Ser sólo esta el abismo de la fe,
entre como uno ama y como le aman se encuentra el precipicio de la convivencia,entre la locura y el discernimiento se haya la verdad, y entre la verdad y lo divino estas tú.
Rafael Santamaría

domingo, 20 de septiembre de 2009





El dolor es el lenguaje de la enfermedad, la enfermedad es el lenguaje con que el alma expresa que el cuerpo y ella no se entienden;la falta de entendimiento produce un desequilibrio, y el desequilibrio la enfermedad;
Rafael Santamaría

sábado, 19 de septiembre de 2009


Toda toxicidad mental acarrea desequilibrios emocionales. La felicidad emocional es la libertad de pensamiento. Así, si la asepsia física es básica, la higiene mental es necesaria.


Rafael Santamaría


viernes, 18 de septiembre de 2009






Quien en la práctica de la lectura aprende razonando lo que lee, no sabra más de lo que su lógica le invite a aprender; pero si lo que se busca es el saber, lease con el corazón abierto y hagase de la experiencia la cosecha del saber.


Rafael Santamaria

jueves, 17 de septiembre de 2009



El hombre es víctima y verdugo de su propios actos; asi piensa asi es;pero en el proceso del pensamiento la libertad del mismo se ve alterada por la "industria" del hombre. Asi el hombre somete al hombre y con ello, através del miedo, controla al hombre. El hombre no es libre; libre es el hombre que conoce la libertad y que llama a la libertad por su nombre.
Rafael Santamaría

miércoles, 16 de septiembre de 2009