domingo, 23 de mayo de 2010

LA SINTESIS DEL MISTERIO DE LA VIDA; original de Rafael Santamaría

Así es que, el verdadero monje, sabe qué es rezar; así es que, quien lleva la oración en su búsqueda interior, sabrá rezar pero, aún más, es quien eleva su oración a la capacidad de amar; pues en oración se convirtió al orar; y en él, el rezo, se llamó amar.
A vosotros:


"En aquel que se busca, una batalla se erige como principio y fin a sus eternas preguntas; el conflicto empieza cuando la mente ya no gobierna los sentimientos, y el autor de su búsqueda, reconoce en el dos voces: la de su mente, y la de su alma. Y es entonces, cuando el misterio de los interrogantes no obtiene respuesta a través del razonamiento de su mente. Y es entonces, cuando algo sucede que le remueve por dentro, y algo por dentro, se erige como verdadero.
La mente, con todo su ejercito (pensamientos), y a través de sus condicionamientos, plantea dudas al razonamiento del buscador, pero el buen buscador, sabe que las dudas son de su mente, y no de lo que empieza a reconocer que es EL.
Del entramado que aparece como un despertar, el sueño simboliza una verdad efímera que tiene como prioridad acallar ese despertar interior, y a su vez, como antagonismo a ese soñar despierto que acomoda al hombre al sometimiento de su mente, la inquietud de lo que empieza a deslumbrarse como verdadero, le invita a guardar silencio en esa vigilia interior.
Y desde ese nuevo estado contemplativo desde el cual el buscador obserba y la mente se siente observada, la batalla entre la mente y la no-mente (o el SER), da sus primeros triunfos; pues la mente pierde su poder al sentirse observada, y el SER, entra en comunión con lo que ES al recuperar su protagonismo.
Y es entonces cuando el hombre intuye su origen y procedencia, y es entonces cuando el hombre se reconoce no, en su origen embriológico, sino en su origen espiritual; y es entonces hermanos, cuando el hombre se desliga de la mente y comprende lo que ES; y es entonces cuando la verdad de su alma se reconoce en el espejo Divino del Padre; y es entonces que al mirarse y verse, no se equivoca al decir: YO SOY; pues entonces dará testimonio de la verdad que ha descubierto al sentir lo que ES.
Tras la culminación de ese encumbrado momento, llegará otro; y en éste, no habrá batallas ni conflictos, sino reconciliación; pues al ser ese testigo imparcial, se dará cuenta de que el AMOR gobierna su SER, y al dejarse llevar por ese amor, se convertira en lo que en verdad es: AMOR.
Esta síntesis del misterio de la vida, no obedece más que al despertar interior del buscador; para aquel que no despierta, o no busca, lo dicho, es pura ilusión. Pero si me permiten opinar, la única ilusión que me mantuvo confundido, fue aquella que no me permitió conocer la verdad; ahora, soy libre como el amor en libertad; ahora, SOY.
Y es en la gratitud de SER ( ser amor), donde el Padre da cobijo al hijo, y es allí, donde el hijo encuentra cobijo en el Padre. Y es así, y no puede ser de otra manera, que el vínculo Padre-Hijo, el vínculo amor- amar, devuelve al hombre a su realeza espiritual.
Dios, el Padre, no esta más lejos de nosotros que lo que nosotros nos alejemos de EL; acercáos, y le sentiréis en vosotros; alejáos, y creeréis que el que os habla, no sabe de lo que habla."



Rafael Santamaría
senseirsan@gmail.com
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