miércoles, 7 de diciembre de 2011

CONVERSACIONES CON MI MAESTRO INTERIOR (II); original de Rafael Santamaría

Me viste, pero no me reconociste; me reconociste, pero no me quisiste ver.
A vosotros:


-Maestro, usted dice: "Dios no piensa, Es pensamiento" Entonces, ¿qué pensamiento es Dios, si Dios no piensa?
-El amor hijo mio, el amor. Pues el amor es el único pensamiento que no requiere de la accion de pensar.
-Maestro, ¿por qué algunas personas no son felices amando y siendo amadas?
-Las personas hijo mio, son felices cuando alguien las ama; pero para que esa felicidad sea completa, ese alguien, ha de ser la persona amada.
-¿Usted se considera pobre?, Maestro.
-Pobre hijo mio, no es aquel que no tiene nada, sino aquel que no sabe lo que tiene.

-Maestro, ¿qué es la vida?
-Hijo mio, la vida es esa gran escuela donde cada persona que conoces te invita a aprender una gran lección a través de tu relación con ella.
-Maestro, a veces no sé quién soy.
-Hijo mio, sobre todo trata de ser tu mismo aunque a veces no sepas bien quién eres.
-Maestro, ¿cuándo dos almas se reconocen?
-Cuando se aman hijo mio; cuando se aman.
-Maestro, ¿qué puedo hacer para no perder la calma con mis quehaceres diarios?
-Hijo mio, resuelve con calma tus asuntos del día, para que tus asuntos del día no te hagan perder la calma.
-‎Hijo mio, si quieres decir algo bonito a esa chica, tan sólo tienes que decírselo con amor.
-Y da igual lo que le diga?, Maestro.
-Mientras se lo digas con amor, lo que digas, le llegara al corazón.
-Maestro, ¿por qué no encuentro el amor de mi vida?
-Hijo mio, deja de mendigar amor, y ámate.
-Prueba a ver la vida desde aquí.
-Desde dónde?, Maestro.
-Desde aquí.
-Desde aquí no se ve nada, Maestro.
-Hijo mio, la vida no hay que verla; sino que vivirla. ¿Entiendes ahora?
-Maestro, cada día es siempre lo mismo. La vida es monótona.
-No hijo mio, el monótono eres tú. Pues aunque tengas que hacer siempre lo mismo, tu deber es hacerlo siempre de manera diferente.
-Maestro, no soy feliz.
-Si no eres feliz, entonces, ¿qué es lo que eres?
-Maestro, ¿qué es la verdad?
-La verdad hijo mio, no es aquello que escuchan tus oídos, pues éstos, sólo escuchan la voz de tu ego. La verdad hijo mio, no es aquello que ven tus ojos, pues a éstos, los ciega la envidia. La verdad hijo mio, no es aquello piensas, pues has olvidado pensar por ti mismo. La verdad hijo mio, es Una; y está en Ti.
‎-Maestro, hoy no tenemos nada para comer.
-De qué te preocupas hijo mio, si todavía no es la hora de comer.
-Maestro, ¿cómo puedo conquistar su corazón?
- Hijo mio, no es mi corazón el que tienes que conquistar, sino el tuyo .
‎-Maestro, jamás conseguiré ver a Dios; y usted lo sabe.
-Hijo mio, toma como ejemplo la Luna; pues ella, aún sabiendo que nunca verá al Sol, no deja de salir todas las noches en su busca.
-Maestro, ¿cómo hago para hacer feliz a la gente?
-Hijo mio, si quieres hacer feliz a alguien, se feliz.
-Maestro, ¿por qué amar y morir amando?
-Hijo mio, bien sabe el amor, como la madera, que se hará cenizas en cualquier hoguera que no sea su propio corazón; pero prefiere dar calor mientras viva, que morir a manos de las termitas de la lógica y la razón.
-Maestro, ¿todo cuanto existe es una expresión del amor?
-Todo hijo mio.
-Y la ira, el odio, la envidia...?
-Hijo mio, en función de cual sea tu nivel de desconocimiento de lo que es el verdadero amor, es decir, tu ignorancia; así expresarás tú tu amor.
-Maestro, amo a una mujer con todo mi corazón; pero cuando la veo, no sé qué decirla.
-Hijo mio, cuando dos se aman, no es que sobren las palabras, es que no necesitan decirse nada.
‎-Qué lejos estás de seguir mis pasos.
-¡Maestro!, no puedo ir mas rápido
-No es tu paso el que me inquieta hijo mio, sino la actitud que muestras al caminar.
Qué lejos estás de entenderme hijo mio cuando no me escuchas.
-Maestro, las prisas me consumen. Nunca me queda tiempo para nada.
- Hijo mio, nadie, salvo el que vive sin prisas, es dueño de su tiempo.
-Maestro, ¿qué destino me aguarda si no sé lo que quiero?
-Hijo mio, sólo aquel que sabe lo que quiere, es dueño de su destino. Y recuerda hijo mio, que el hecho de que no le encuentres sentido a la vida, no quiere decir que la vida no tenga sentido.
-Maestro, ¿a qué no me quiero enfrentar que me paso la vida huyendo?
-A tus miedos hijo mio. Pues es más fácil huir de los miedos que enfrentarse a ellos; pero quien no se enfrente a ellos, se pasará toda su vida huyendo.
-Maestro, ¿por qué es tan importante el conocimiento de uno mismo?
-Porque es en uno mismo hijo mio, donde se halla el verdadero conocimiento.
‎-Maestro, ¿a dónde lleva el camino interior?
-Hijo mio, a donde vas, es de donde vienes; y de donde vienes, es a donde vas.
-Maestro, ¿por qué ganar dinero requiere tanto trabajo?
-Hijo mio, trabajar por dinero tan sólo te producirá estres. Mejor trabaja por amor, y si lo necesitas, entonces deja que te paguen con dinero. Y procura que no te preocupe el dinero, que el dinero no trae mas que preocupaciones.
-Maestro, ¿el amor duele?
-Sólo cuando no se sabe amar.
-Maestro, ¿por qué renunció a todo lo que poseía?
-Hijo mio, c
uando no posees nada, nada te posee.

Rafael Santamaría


CURSO DE MEDITACION & RELAJACION (Tercer seminario)
Domigo 18 de Diciembre