jueves, 22 de julio de 2010

EL CAMINO, EL ATAJO, Y EL TESORO; original de Rafael Santamaría


No hay otra luz que la que brilla, y la que brilla es la única Luz.
A vosotros:

"A los lados del camino que lleva al cielo, hay un tesoro escondido que está a la vista de todos; se dice que está escondido, porque aún pasando por allí unos y otros, nadie lo ve ni lo puede ver. Entonces el camino se les hace largo, muy largo, tan largo, que se olvidan del camino y prefieren buscar un atajo a ese, su camino.
Y hasta hay quien de su atajo hizo un camino; y lo llamo EL CAMINO; pero nada de esto es real para el que siguió y comprendió el verdadero camino.
El atajo que vosotros tomáis al camino que Sois, es la mente. El camino que debéis seguir, sois vosotros mismos. Y el tesoro que está a los lados del camino es, el Espíritu con que el Padre se manifiesta en vosotros: vuestra alma.
El hombre simplifico a Dios en un concepto mental, y en ese atajo se encuentra ahora atrapado y perdido, y por ende, sin camino. Y yo os digo, más os valdría abandonar todo atajo para encontrando el tesoro que hay en vuestro camino, finalizar así, el camino que empezásteis cuando aún no os planteábais la necesidad de un atajo en vuestro camino.
Saber que el único sendero que lleva a Dios sois cada uno de vosotros. Y que en el saber de vuestra alma, se encuentra el misterio de conocer a Dios. Y que en los sentimientos de vuestro corazón, está el conocimiento de que Dios es amor. Y que en vuestra mente está la puerta con llave que lleva al camino hacia Dios.
Así pues, no os quedéis a las puertas del conocimiento interior. Tomad la única llave que puede abrir vuestra mente, la conciencia, y entrad en EL CAMINO; vuestro camino.
Pues en verdad, en verdad os digo, que quien despierte a la luz de su conciencia, velará por no volver a quedarse dormido.
Nadie sabrá de MI mientras esté dormido, de MI sabrá el que despierto vivió conmigo y en MI. La fe en la que despierta el dormido, es la Luz de la conciencia que ilumina su alma.
Nada de lo que el hombre piensa que es eterno lo es; aquello que el hombre siente como eterno, aquello SOY YO, y en ello YO me hago eterno. 
Cuando padres e hijos se sientan como hermanos, y el hijo del padre se reconozca en el padre, y el padre del hijo se reconozca en el hijo; recordad que tal como es abajo es arriba; y entonces, el milagro de la concienia se habrá producido; pues Padre e hijo serán una misma cosa.
Habréis culminado la resurreción de vuestra conciencia; habréis culminado la resurreción en Dios

Rafael Santamaría
629 309 929