viernes, 17 de abril de 2020

RAYOS DE LUZ; original de Rafael Santamaría

¿Quién no tiene miedo de que "alguno de los suyos", que ahora mismo no está con él, caiga enfermo?, pero no por el hecho de que dicha persona tenga que lidiar una dura batalla contra la muerte, algo que inevitablemente en algún momento de nuestra vida sucederá, sino porque ese ser querido "se te puede ir" sin decir adiós.

¿Y qué es decir adiós?, en términos de muerte. 

Es un derecho fundamental de nuestra conciencia que no se recoge en ninguna Carta Magna. Algo a lo que todos los seres humanos tenemos derecho más allá de toda ley redactada, y que se nos está arrebatando.

Piensen, los que puedan llegar a pensar por sí mismos, que en términos esotéricos, quien no se despide de un ser querido, queda ligado de alguna manera a la energía ese ser hasta que dicho acto de despedida, pensamiento éste que mora en la conciencia de cada uno, se lleve a cabo.

Es algo normal.

Por lo tanto, todo lo que sucede fuera de la normalidad, genera unas consecuencias anormales.

¿Qué quiere decir ésto de: "consecuencias anormales"?

Quiere decir que la tierra y el cielo, entendiendo como el cielo, el lugar de emplazamiento de las personas que abandonan éste plano terrenal, quedan estrechamente atados, y en consecuencia, conectados por todas aquellas personas que tienen deudas pendientes con un ser querido; y en estos tristes momentos van a ser muchas; muchísimas almas las que tendrán causas abiertas con seres que están al "otro lado".

Bien sabido es que un gran número de personas aún tienen deudas pendientes con seres queridos por no haber hablado con ellos, básicamente por rencor, de ciertos asuntos antes de "irse"; "cosas" que no se dijeron en su momento y que "ahí quedan", a modo de una cuerda que nos ata y no nos permite desligarnos de ellos. Pero es que a éste número indefinido de personas hay que sumarle la situación extraordinaria que estamos viviendo ahora.
 
Eso significa: que entre la tierra y el cielo, debido a la cantidad de casos que hay, y va haber, de gente que no se pueda despedir de sus seres queridos, se generará UN PUENTE, es decir, para los más esotéricos: UN PORTAL, que comunicará directamente un plano con otro.

Ésto puede sonar extremadamente ilusorio y hasta ingenuo, sobretodo "con la que está cayendo", pero recuerden que no tanto como lo que estamos viviendo: la realidad ha superado la ficción, y con creces.

Las consecuencias de ése portal abierto es la entrada de una mayor luz, LUZ ASTRAL, en nuestras conciencias (recuerden que el cielo es el plano astral o plano de luz) al haberse quedado abierta esa puerta de comunicación entre los dos planos, entre el cielo y la tierra, debido a la gran cantidad de "causas abiertas o casos pendientes"

Para que lo entiendan mejor, es como cuando dejamos sin querer una puerta abierta en nuestra casa. Sucede entonces que habrá "corriente" si la ventana está abierta. Pues ésto es igual, pero la corriente en éste caso que entrará será LUZ; una luz conciencial.

Sé que ahora mismo lo que digo es impensable, sobretodo viendo como el mundo se estremece de dolor, cierto; pero nadie les ha pedido que piensen, máxime, con tanta intoxicación como tienen en estos momentos sus mentes, sino que tomen conciencia; algo muy, muy, muy diferente, tanto es así, que la conciencia es diametralmente opuesta al pensamiento.

A la espera de que entren en nuestras conciencias ésos primeros rayos de Luz, gracias a que hemos pasado de entornarse la puerta que une el cielo con la tierra, a quedarse abierta, no olviden que para una mejor recepción de "esa luz", deben de hacer su personal e intransferible trabajo interior de apertura de conciencia.

La paz sea contigo
Om Shanti

Rafael Santamaría