viernes, 2 de octubre de 2015

UNA ACCIÓN UN PENSAMIENTO; UN PENSAMIENTO UNA ACCIÓN; original de Rafael Santamaría

En su día entendí que todo lo que me costaba hacer obedecía simplemente a la idea de que lo pensaba: pensaba en lo que tenía que hacer, o en su defecto, lo que aún me quedaba por hacer, y aquél pensamiento o pensamientos, me agotaban; y como consecuencia,  más de una vez pospuse muchas cosas por pereza mental (y por el agotamiento físico a la que ésta me conducía)
En un momento dado me di cuenta de que todo aquello que posponia hacia posponer cualquier tipo de avance en mi vida; y que todo lo que posponia en mi vida obedecía siempre a aquello que me daba pereza hacer o empezar.
Y por qué me daba pereza empezar o hacer tal o cual cosa?
Porque mi mente estaba sobrecargada de pensamientos.
Una acción requiere de un único pensamiento. Más pensamientos en torno a esa acción, máxime cuando además son pensamientos negativos, pueden anular dicha acción, hacer que esa acción nos cueste más de lo normal, o que esa acción no salga como debiere.
Así que me dedique a hacer una cosa pensando sólo en esa cosa. Nada más.
Cuando mi mente esta centrada en lo que hago puedo con todo, pero cuando mi mente se dispersa entre la diversidad de quehaceres que cada uno de nosotros tiene que llevar a cabo en su vida, mi psique me hace pensar, y a través del simple pero mortal hecho de pensarlo (no de meditarlo) hace que me cueste hacerlo, ya que le pone una etiqueta a lo que voy a hacer, o tengo que hacer, robándome así y de está forma la atención que necesito para poder llevar a cabo esa acción a través de la energía que le estoy entregando a mis pensamientos. Posiblemente, si no me queda más remedio, lleve a cabo esa acción, pero con enorme sufrimiento. Esta actitud acaba derivando en cansancio y en desgana. Y el cansancio y la desgana siempre nos invitan a descarrilarnos del camino de la virtud eligiendo sendas alternativas en la vida que sólo nos conducen al triste y agónico páramo de la desolación y la soledad.
Un pensamiento una acción, una acción un pensamiento.
A cada momento le corresponde un pensamiento, tener muchos pensamientos en torno a un momento le roban a ese momento el distintivo de momento presente.
Hacer las cosas en presente no cuesta, cuesta hacerlas no viviendo el presente.
Rafael Santamaría