jueves, 24 de octubre de 2019

BIENAMADO PADRE; original de Rafael Santamaría


Si de noche pudiera ver el día, y de día pudiera ver la noche;

si al despertar el alma se me encogiera, y al encogérseme el alma despertara;

si al oír mi voz me escuchara, y al escuchar mi voz me oyera;

si pudiera ver la sombra que proyecta mi vida, y mi vida no proyectase más sombras; 

si entendiera lo que no veo, y no viendo entendiera;

si mi corazón hablase el lenguaje del amor, y el amor fuera siempre el único lenguaje de mi corazón;

si el presente fuera el momento, y ese momento fuera siempre presente;

si la agonía del sufrimiento no atormentase mi conciencia, y mi conciencia no buscara consuelo en el sufrimiento;

si en el dolor de la perdida no llorase mi corazón, y mi corazón no encontrara refugio en ése dolor;

si en el encuentro del misterio de la vida, la vida misma fuese el misterio que yo busco y encuentro;

si la paz que anhelo y busco, me diera paz en todo lo que anhelo.
Si todo fuese así, no habría más tormentas.

Haz entonces Padre, que ante la tormenta halle la calma, para que mi calma no sufra más tormento.

Rafael Santamaría



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