viernes, 8 de enero de 2021

El ESPÍRITU BLANCO DE LA NIEVE; original de Rafael Santamaría

 Cuando el hombre ve la viñeta de la vida de un fondo blanco, se maravilla y no sabe el por qué.

Es entonces cuando los niños juegan, y el espíritu infante de cada ser humano se regocija volviendo a ser el niño que lleva dentro.

"Dejad que los niños se acerquen a Mí,..."

Si un Angel viene a la tierra lo hará en forma de Luz a través de su cuerpo astral; pero si viene a quedarse, bajará en la única forma en que la Luz transmuta sin perder su esencia: a través de la cristalización de la pureza del agua por la madre naturaleza, lo que llamamos nieve.

En su pureza, blancura, y misterio se encuentra el ADN de la creación.

El agua es un conductor de energía, de electricidad. 
El cuerpo humano es un complejo circuito eléctrico, el cerebro es su dinamo.
De hecho, el corazón se mueve por impulsos eléctricos: latidos.

La nieve es un conductor de energía al igual que el agua, pero libre, metafísicamente hablando, de las impurezas del hombre, de su ego.

Así quiso siempre asociar, metafísicamente hablando, la Iglesia, la nieve con el nacimiento de Jesús: o llegada de un espíritu tan puro como el amor, y asociarlo también con el inició de la llegada de más horas de Luz, o lo que es lo mismo, el solsticio de invierno.

La sal, asociada al salario: lo material, desintegra la nieve, su efecto y su pureza. 

Si un gran manto de nieve cubre la tierra durante más tiempo del que la ciencia considera normal una nevada, es que una legión de ángeles ha venido a quedarse para apoyar a un gran Avatar encarnado.
Y si el espesor que alcanza esa nieve es grande, es que su misión será grande.

La Luz cuando se refleja sobre una superficie blanca ciega. 

El hombre que no está libre de ego no puede mirar fijamente a la Luz, hasta que él mismo sea Luz, porque la luz le ciega.
El hombre anda entre tinieblas
La oscuridad, según Einstein, es la ausencia de Luz.

En ese proceso estamos.

Y un manto blanco cubrió la tierra antes de que la Tierra se pudiera teñir de rojo.

Rafael Santamaría





No hay comentarios:

Publicar un comentario