En los detalles más simples de la vida se encuentra oculta la tan para nosotros compleja felicidad que buscamos engorronandonos de sueños y deseos materiales.
Una vez fui al cine de la mano de una mujer que amaba.
Coincidió que no quedaban entradas para la película que queríamos ver.
Por aquél entonces, hace ya muchos, muchos años, casi se podría decir que recién estrenada mi adolescencia, no existían los multicines.
- Y ahora qué hacemos? - me preguntó.
- Seguir de la mano - le contesté.
Y es aún hoy en día cuando me miró mis manos que todavía puedo ver las suyas.
La felicidad es simple; eres tú el que haces que sea compleja.
Rafael Santamaría
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